Capitulo •10•

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De acuerdo ____, tienes que empezar a hacer algo con tu vida, no puedes estar siempre encerrada en tu casa o en la casa de Sarah y Jos, me decía a mí misma frente al espejo.

Miré por la ventana. Hoy era un día soleado y perfecto para salir a dar una vuelta por ahí. Rápidamente me puse un conjunto de ropa cómoda y salí de casa.

Caminaba por la pequeña ciudad observando cada lugar, varios llamaban mi atención y entraba, compraba alguna cosa o simplemente solo observaba. Después de unas horas me senté a descansar en la primer banca que miré.

–Hola– Saludó un chico que se encontraba en la banca, para ser sincera ni siquiera había visto que estaba alguien sentado allí.

–Hola– Le sonreí.

–¿Día de compras?– Preguntó viendo las bolsas que llevaba conmigo.

–Si– Reí.

–Hoy es un día hermoso, que bueno que saliste a aprovecharlo– Dijo mirando al cielo.

–Lo mismo digo.

–Soy Freddy– Me estiró su mano la cual tomé.

–Y yo ____.

–_____, que lindo nombre, espero no olvidarlo– Me sonrojé –¿Vives por aquí?– Preguntó unos segundos después.

–En realidad vivo en Wisconsin, pero vine aquí a pasar las vacaciones y distraerme de mis problemas– Expliqué.

–Que bueno que hayas decidido venir a Janesville, esta ciudad hermosa y no lo digo solo por que aquí nací– Aclaró.

–Me ha gustado bastante a decir verdad, de hecho he estado pensando venir cada que tenga vacaciones.

–Eso sería increíble, por cierto ¿Ya fuiste al parque que esta en el centro de la ciudad?

–No– Respondí dudosa.

–Bueno, es uno de los lugares más hermosos de Janesville y no puedes irte sin haberlo conocido– Me dejo en claro mientras se sentaba más cerca de mi.

–Prometo que no me iré de aquí sin haber ido.

–Podríamos ir juntos si quieres– Ofreció.

–Me encantaría.

Después de platicar algunos minutos más con Freddy me di cuenta que ya era hora de irme a casa antes de que se obscureciera por completo. Le di mi numero de teléfono y me dijo que pronto me llamaría para salir a pasar el rato. Así que si me sirvió de algo salir de casa el día de hoy, pues conocí a una persona la cual me había agradado bastante.

Estaba por entrar a mi casa cuando vi a Jos salir de la suya, iba muy bien vestido, lo cual había llamado mi atención.

–Hola Jos– Lo saludé con un tono alto de voz para que me alcanzara a escuchar.

–____, hola– Caminó hasta mi –¿Saliste de compras?– Asentí levantando mis bolsas para que las viera.

–Ya estaba cansada de estar todos los días aquí encerrada– Revelé.

–Oye justamente estoy por ir a una fiesta ¿No quieres ir?– Hacía mucho tiempo que no iba a una fiesta y la verdad me entusiasmaba la idea de ir a una.

–Me encantaría– Respondí –Pero mírame, no luzco como para ir a una fiesta– Agregue.

–No te preocupes, mira tengo que ir a comprar algunas bebidas para llevarlas, ¿que te parece si voy a comprar eso y en una hora vuelvo por ti?

–Estaría perfecto, ¿Está Sarah en casa? Quisiera que ella me ayudara a arreglarme.

–Si, entra esta abierto. Entonces nos vemos en una hora.

Jos fue hacía su auto y se fue. Rápidamente entré a mi casa a dejar las bolsas con todas las compras que había hecho y después fui a casa de Sarah.

–¡Sarah!– Grité ya dentro de su casa.

–¡Estoy en mi cuarto ven!– Me respondió de la misma manera y me dirigí hasta su habitación. Entré y la vi acostada en su cama leyendo una revista que parecía de moda.

–¿Estas ocupada?– Fue lo primero que dije.

–Para nada, solo mato tiempo leyendo esta basura– Se sentó para prestarme mejor atención.

–Queria ver si podrías ayudarme a arreglarme. Jos me invito a ir a una fiesta con él y pues no tengo vestido ni cómo peinarme, en fin soy un desastre– Me senté en la orilla de su cama dándome un respiro.

–Viniste con la persona correcta, te dejare más hermosa de lo que ya eres– Brincó de su cama y empezo a sacar maquillaje, vestidos, zapatos, etcétera.

Me sentó en la silla de su escritorio y comenzó peinándome, ondulaba las puntas del cabello. Después empezó a maquillarme, le pedí que fuera un maquillaje muy ligero ya que no me gusta usar en exceso.

–Creo que se te vería hermoso esté vestido negro– Me mostró un vestido que llevaba entre sus manos, era muy corto y pegado, lo que me hizo negar de inmediato con la cabeza.

–¿No tienes algo más presentable? sólo tengo dieciocho años, no quiero parecer una..tu sabes.

–Déjame ver– Dijo entre risas y fue en busca de otro –¡Esté! Esté si es perfecto para ti– Lo observé detalladamente y si, tenía razón, era perfecto, era un lindo vestido rojo, no tan corto, pegado hasta la cintura y después era suelto.

–Si si, me encanta– Dije tomándolo.

Escuchamos el ruido de la puerta de entrada abrirse y Jos gritó informando que ya había llegado.

–Rápido pontelo, yo iré a decirle a Jos que ya casi estas lista.

Sarah salio de la habitación y me coloque el vestido, no me habia visto en el espejo porque queria esperar a estar lista asi que ahora ya podría verme. ¿Esa era yo? En verdad me veía hermosa, no lo podía creer, Sarah si que sabía hacer milagros.

–____ ya est....Wow– Se paró detrás de mi viéndome por el espejo –Amiga te vez hermosa– Me abrazo.

–Es gracias a ti Sarah– Confesé y ella sonrió.

–Bueno, es mejor que ya salgas porque Jos muere por irse a beber con sus amigos.

–¿Sabes? Deberías venir, será incomodo no conocer a nadie en la dichosa fiesta.

–Si iria pero Jos y yo estamos peleados y no soportaría ir a una fiesta con él, pero no te preocupes ahí estará Alan, puedes estar con el si Jos te abandona, y vigila que ninguna zorra se le acerque a mi hombre– Me advirtió haciéndome reír.

–De acuerdo, adios Sarah y gracias de nuevo– Dije y salí de su habitación. Al salir me topé con Jos y ambos habíamos quedado muy cerca.

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Dos Corazones Rotos/Jos Canela {TERMINADA} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora