Dos Corazones Rotos/Jos Canela {TERMINADA}

Capitulo •20•

Habían pasado ya un par de días. No había salido de casa por miedo de toparme con Jos, sabía que si lo llegaba a ver, me lastimaría más. Freddy me estuvo llamando desde que el día en que me beso, pero no había querido contestar sus llamadas, no quería escucharlo y no es porque lo odiara, sino porque simplemente necesitaba tiempo para mí y pensar las cosas.

–Voy a ir a comprar algunas cosas ¿no quieres venir?– Me preguntó Megan y yo negué –Bueno, pero por lo menos sal un rato, te hace falta un poco de aire fresco– La escuché salir de casa.

Me puse mis tenis e hice caso a su segunda opción, salir a tomar aire fresco. Me senté en los escalones que estaban afuera de casa, miraba al suelo, al cielo, a enfrente, en fin, a todos lados menos a mi lado derecho donde se encontraba la casa de Jos.

Fijé mi vista en un chico que venia caminando hacia mi, rápidamente me levante de las escaleras para entrar a mi casa pero él me llamó.

–¡____ No! ¡Espera!– Gritó Freddy pero lo ignore y abrí la puerta de mi casa –Por favor deja de evitarme, necesito hablar contigo– Sabía muy bien que evitándolo no ganaría nada, lo mejor seria escucharlo de una buena vez. Cerré la puerta detrás de mi y lo miré cruzada de brazos.

–Bien, habla.

–Perdón por besarte aquel día, aun no entiendo el porque lo hice, te juro que te quiero pero como amiga, estoy seguro de eso. Nunca te llegaría a ver como algo más y...y no quiero que sigas evitándome, lo que quiero es que todo esté bien entre nosotros– Dijo con tristeza.

–El problema no es que me hallas besado, el problema es que Jos nos vio y ahora no quiere saber nada de mi– Dije con la voz entrecortada.

–¿Que? No, no, no, ____ enserio perdóname, ahora me siento peor– Se pasó una mano por el cabello –¿Sabes que? Ire a hablar con él, le explicare que todo fue un impulso mío y que tu no tuviste nada que ve...

–No hace falta, yo tampoco quiero saber nada más de él– Dije interrumpiéndolo.

–¿Por que dices eso?

–Porque me dijo cosas horribles y sus palabras me dolieron cómo no tienes idea– Empecé a llorar y Freddy se acercó para abrazarme.

–Todo esto es mi maldita culpa– Se escuchaba enojado.

Freddy estuvo intentando tranquilizarme y después de unos minutos lo había logrado.

–¿Entramos a mi casa? Me está dando frío– Sugerí y el asintió.

Nos sentamos en la sala, Freddy tomó el control y buscaba algo interesante que pudiéramos ver en la televisión. Terminó poniendo uno de sus tontos programas de comedia, pero no reclame nada y me quedé viéndolo. Se me escapaba una que otra risa pero nada se comparaba a las carcajadas de Freddy.

–Estas loco– Dije riendo.

–¿Disculpa?– Preguntó.

–¡Que estas loco!– Le aventé un cojín que había en el sillón y él río.

Escuchamos la puerta abrirse y vi a Megan entrar a casa mientras hablaba por teléfono, Freddy me miró confundido y ahora que recordaba, jamás le había presentado a mi hermana.

–Es mi hermana– Dije en voz baja.

–¿Y hasta ahora lo dices?– Contestó él de la misma manera.

–Si, lo intentare, adiós– Megan finalizó la llamada y llevo su vista a nosotros –Hola– Saludo mi hermana con una amplía sonrisa a Freddy.

–Hola..

–Megan, él es mi amigo Freddy– Los presenté.

–Un gusto conocerte– Dijo Freddy sonriente.

–Igualmente..– Respondió mi hermana –Iré a hacer la cena– Informó para después ir a la cocina.

–Que hermosa es tu hermana– Dijo Freddy anonado y yo comencé a reír.

–No me digas que te enamoraste de ella.

–Tal vez– Lo miré divertida.

–Freddy, tiene veintidós, es tres años más grande que tu– Me burlé.

–Para el amor no hay edad, ademas pronto tendré veinte– Se defendió.

Freddy me preguntaba demasiadas cosas sobre Megan y yo se las contestaba con forma de burla.

–¡Ya esta la cena!– Gritó Megan tiempo después. Ambos nos levantamos del sillón, Freddy apagó el televisor y nos dirigimos a la cocina.

En la mesa estaban servidos tres platos con pasta, dos de un lado y uno del otro, le sonreí a Freddy y me senté del lado donde solo había un plato para que Freddy y Megan se sentaran juntos. Megan me miró extrañada pero se sentó frente a mi y Freddy a su lado, mi plan había funcionado.

–De nada– Le susurre a mi amigo mientras Megan estaba distraída para que no me escuchara.

Megan y Freddy no dejaron de hablar en toda la cena, era muy lindo aunque también gracioso ver a mi amigo enamorado. Lastima que Megan nunca le haría caso, serian una linda pareja.

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