Capitulo 12
-Severus, ¿has terminado tus asuntos? -le preguntó Hermione al tiempo que se unía a él para ver a Harry.
-Si, el director me dio otra excedencia una vez que le expliqué la situación.
-Bien, ya que Harry esta despierto, entra e intenta hablar con él a ver como reacciona -le aconsejó la medimaga.
Antes de abrir la puerta, Severus respiró hondo. Entró lentamente, mientras Harry buscaba otro libro para leer.
-Que podríamos leer ahora? -le comentó Harry a su hijo.
-Harry.
Todo se detuvo para Harry. De la impresión de haber oído esa voz, a Harry se le cayeron los libros que tenía en la mano. Se giró rápidamente y vio a Severus.
En un segundo, Severus pudo ver como los ojos de Harry brillaron de felicidad antes de que se pusiera de pie a toda prisa y corriera a sus brazos.
-Volviste -dijo Harry abrazando a Severus feliz-. Mi amor, volviste.
-Claro que si -dijo devolviéndole el abrazo con cuidado. Harry se sentía tan frágil entre sus brazos.
-Hay tanto que tengo que decirte -le acarició la mejilla mientras le sonreía.
-Es mejor que hablemos una vez que estemos en casa.
-Si, vamos a casa.
Después de que Severus recogió todas las cosas de Harry, de que este cogiera la Flor de Luna y de despedirse de Hermione, salieron de San Mungo y Severus los apareció frente a su casa. Pensó que si Harry veía el jardín, esto le haría bien.
Harry se aferraba a Severus y no pudo dar ni un paso en dirección a la casa.
-¿Harry qué pasa? -le preguntó Severus confuso. Harry no hablaba, solo miraba la entrada con miedo-. Harry vamos a casa.
Tentativamente, Harry alargó la mano, como probando algo. Una vez que no pasó nada, Harry se atrevió a dar unos cuantos pasos hacia el jardín con cuidado, como si aún esperara algo.
En eso Severus entendió lo que pasaba. Cuando lo había dejado, se había encargado de poner una barrera alrededor de la casa para que no pudiera entrar. Aún y dolido como estaba, pudo oír como Harry le suplicó durante horas para que lo dejara entrar.
Tal vez Harry no se acordaba conscientemente de las cosas, pero los recuerdos estaban en alguna parte de su mente.
Con cuidado, Severus se acercó a Harry y lo cogió en brazos. Este gimió sorprendido y se aferró a Severus.
-Hace mucho que no estamos en casa, creo que esta es la mejor manera de volver a entrar -le dijo, haciendo que Harry sonriera. Una vez que llegaron al porche de la casa, Severus le preguntó-. Quieres dejar aquí tu Flor de Luna? Más adelante podríamos plantarla con el resto. -Harry soló negó y se aferró con fuerza a la maceta-. Esta bien, la pondremos en la habitación. -Poco a poco Severus llevó a Harry hasta la habitación que habían compartido. Lo dejó sobre la cama, para que Harry volviera a descansar. Anochecía cuando salieron de San Mungo y por como se veía Harry, debía descansar más seguido-. ¿Te gustaría que trajera algo para cenar aquí? Aún tienes que descansar, así que nos iremos a dormir pronto.
Al ver como Harry asentía, Severus salió de la habitación y fue hasta la cocina. Ahí preparó un poco de sopa y la sirvió en dos tazas. Subió con ellas y al entrar en el cuarto vio que Harry estaba de pie frente a la ventana, donde estaba acabando de acomodar su Flor de Luna.
-¿Encontraste un sitio que te guste para tu flor? -preguntó con cuidado.
-Si -dijo hablando por fin-. Aquí le dará bien la luz de la luna.
-Toma algo de sopa, te hará bien.
Harry le sonrió con gratitud y aceptó la taza que le tendía su marido. Sentándose en la cama empezó a beber a pequeños sorbos. Una vez que iba terminando su taza, le iba dando sueño.
-Creo que lo mejor sería que te acostaras. Ha sido un largo día. -Severus le instó a estirarse, mientras este le sacaba los zapatos y los pantalones.
Severus se puso de pie con las ropas de Harry para llevárselas, pero Harry lo agarró del brazo deteniéndolo. Severus miró a Harry esperando por si decía algo, aunque se veía difícil, ya que tenía los ojos medio cerrados por el sueño.
-¿Harry? -lo llamó intentando ver que quería antes de que se durmiera.
-Estoy embarazado -susurró antes de caer dormido con una sonrisa.
Esas dos palabras helaron la sangre de Severus. Una cosa era ver a Harry actuar como si aun estuviera embarazado; pero oírle decir esas palabras era doloroso.
Con cuidado para no despertarlo, Severus se estiró al lado de Harry y le puso una mano sobre el vientre.
-Lo siento mucho -susurró-. Siento mucho que por mi culpa perdieras a nuestro hijo. Lo siento -dijo escondiendo su rostro en el cuello de Harry.
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Nuevo capítulo.
Y se que muchos de vosotros me estáis odiando después del capítulo anterior.Mientras terminaba de escribir "Un futuro que cambiar", se me vino a la mente la idea de este fic.
Que Severus abandonara a Harry y este a causa del dolor, terminara perdiendo a su hijo. Lo que lo lleva a estar... no vamos a decir loco, porque no lo está; sino que se encierra en su propio mundo para ser feliz.Como habéis podido ver este capítulo ha sido bastante tranquilo. Aunque Severus empieza a sufrir remordimientos.
A ver como le irá en el próximo capítulo.
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Todo por un accidente
FanfictionSeverus es un pocionista en San Mungo y Harry trabaja en una tienda de pociones del Callejón Diagon. En su primer encuentro, un accidente los unirá; pero no todo será fácil entre ellos. Si quereis saber más leedla.