Capitulo 4
Pocos días después Harry pudo comprobar que Severus le decía la verdad, pues este volvió a la tienda para comprar más ingredientes. Y así lo hizo cada pocos días durante dos semanas.
Más que nada Severus iba a la tienda para ver a Harry. Le gustaba verlo nervioso por él, al igual que le gustaba probar los conocimientos sobre pociones de Harry.
Le sorprendía que el chico le entregara los ingredientes exactos, cuando el nombraba una poción. Hasta ahora nunca se había equivocado.
-Buenos días Severus -le saludó Harry con una sonrisa cuando entró por la puerta de la tienda.
-Buenos días Harry.
-¿Que necesitas hoy?
-Tan solo esencia de Murtlap.
Raudo Harry buscó uno de los frascos con esencia de Murtlap y lo dejó frente a Severus. A su vez, Severus le dio un galeón y espero a que Harry le diera el cambio.
Cuando este le entregó el dinero, Severus cogió a Harry por la muñeca y lo acercó un poco a él.
Ante semejante acción, Harry se sonrojó.
-¿Severus? -preguntó Harry sin comprender.
-¿Quieres salir conmigo? -preguntó Severus sin tapujos.
-¿Que? -preguntó impresionado.
-Me gustaría que aceptaras salir un día conmigo.
Harry se sonrojó ante el ofrecimiento. Severus le estaba pidiendo una cita.
-Si -susurró apenado.
-Perfecto. El sábado solo trabajabas hasta medio día, ¿verdad?
-Si.
-Pasaré a buscarte e iremos a comer.
-Está bien.
-Entonces hasta el sábado -se despidió Severus.
-Adiós.
Una vez que Severus salió de la tienda, Harry se dejo caer al suelo de rodillas. Estaba todo sonrojado y temblaba; con cuidado rodeó con la mano, la muñeca que Severus le había agarrado.
-Severus -susurró. Su corazón latía desbocado-. ¿Que me está pasando? -pensó con lagrimas en los ojos.
El sábado, Harry se pasó todo el día perdido en sus pensamientos, pensando en su próxima cita con Severus.
-Ya debe estar a punto de llegar -pensó Harry cuando se preparaba para cerrar la tienda.
-¿Ya estas listo Harry?
Harry se giró hacia el origen de la pregunta. Ahí estaba Severus y traía una flores con él.
-Si, solo debó cerrar la tienda. -Los dos salieron de la tienda y Harry la cerró con llave. -Listo, ya podemos irnos.
-Espera un segundo -le pidió Severus y le tendió las flores-. Son para ti.
Harry cogió las flores y las estrechó contra su pecho.
-Gracias -dijo con una tímida sonrisa-. Son hermosas.
-Busqué algo que te hiciera justicia y como no lo encontré, tuve que conformarme con estas.
-Son perfectas -le aseguró.
-Me alegro. Vamos -dijo cogiéndole de la mano-. Vamos a comer.
Severus guio a Harry hasta un restaurante donde se sentaron rápidamente y pidieron la comida.
-Espero que te guste aquí.
-Lo hace. Ya había venido alguna vez y la comida es muy buena.
Harry estaba muy nervioso, ya que era la primera vez que tenía una cita y agradeció que la comida llegara; así podía entretenerse comiendo, en vez de parecer un idiota.
Durante todo ese tiempo Severus lo estuvo observando. Harry era muy distinto a los hombres con los que había salido antes. Parecía tan inocente y tan sincero; le encantaba verlo sonrojarse y tartamudear. Ver como temblaba cuando sus pieles entraban en contacto.
Harry parecía un sueño.
-Harry -lo llamó y una vez que obtuvo su atención intentó tranquilizarlo-. No te preocupes por nada, solo quiero conocerte mejor.
-A mi también me gustaría conocerte -admitió con una sonrisa.
-Entonces empecemos. ¿Por qué trabajas en la tienda de pociones?
-Me encantan las pociones. Me gustan desde antes de entrar en Hogwarts. Hace dos años que terminé mis estudios y quise hacer una maestría en pociones; pero a mi padre no le gustó la idea -le explicó-. Así que en cuanto pude, conseguí un trabajo y dejé la casa de mis padres buscando mi propio lugar. Ahora estoy ahorrando para poder hacer la maestría.
-Me alegra que consiguieras este trabajo -dijo Severus al tiempo que entrelazaba sus dedos con los de Harry-. Así nos hemos podido conocer.
-Y tú, ¿por qué visitas tanto la tienda? -preguntó Harry con curiosidad.
-Soy pocionista en San Mungo. Ese es mi trabajo, aunque también me dedico a mejorar las formulas de las pociones e intento crear algunas nuevas. Por eso necesito comprar los ingredientes para hacer esas pociones en mi casa y hacer los cambios pertinentes. Pero admito que he estado yendo más seguido a la tienda para verte.
Harry se sonrojó ante esas palabras.
-Increíble, me encantaría poder hacer lo que tu haces -suspiró soñador-. Pero eso tendrá que esperar un tiempo más.
-A mi no me importaría enseñarte algunas cosas -se ofreció Severus.
-¿De verdad? -preguntó Harry emocionado-. No quiero ser una molestia.
-No es ninguna molestia -le aseguró-. Me gustaría pasar más tiempo contigo.
-Y a mi contigo.
Después de comer, los dos fueron a pasear por el Callejón Diagón, hasta que un par de horas después Severus se ofreció a acompañarlo a su casa.
Los dos caminaron lentamente, ya que querían pasar la mayor cantidad de tiempo en compañía del otro.
Al llegar a la entrada del departamento de Harry, este estaba reticente a terminar su cita con Severus.
-Gracias por las flores y por la comida -dijo sonrojado.
-Fue un placer -dijo acariciándole la mejilla-. Y espero que podamos repetirlo.
-Me gustaría -dijo con una sonrisa.
Encantado por la sonrisa de Harry, Severus le acarició los labios. Inconscientemente Harry cerró los ojos y entreabrió los labios. Ante esa imagen, Severus se acercó a él y lo besó.
Harry gimió ante el contactó de los labios de Severus sobre los suyos y se abrió a él. Ante semejante entrega, Severus profundizó el beso saboreando su boca con la lengua.
Una vez que empezaron a quedarse sin aire, Severus empezó a alejarse de Harry, aunque no pudo ir muy lejos, ya que Harry lo abrazaba por el cuello.
-Severus -susurró.
-Nos volveremos a ver pronto y espero que vuelvas a aceptar salir conmigo.
-Si. Me encantaría.
-Hasta pronto. -Con un beso mas corto esta vez, Severus se separó de Harry y se fue.
Rojo, Harry se acarició los labios, que aun hormigueaban por los besos que Severus le dio. Estaba sorprendido, de que alguien tan maravilloso como Severus se hubiera fijado en él. Esto le daba esperanzas de poder ser feliz, sobre todo ahora tenía esperanzas de haber encontrado alguien quien lo quiera.
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Vale pasan 11 minutos de las 24h (hora de España) y técnicamente es lunes, pero aquí está un nuevo capítulo.
Espero que os guste.
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Todo por un accidente
Fiksi PenggemarSeverus es un pocionista en San Mungo y Harry trabaja en una tienda de pociones del Callejón Diagon. En su primer encuentro, un accidente los unirá; pero no todo será fácil entre ellos. Si quereis saber más leedla.