Pasaron varias semanas desde mi encuentro con ella, semanas en las que seguimos viéndonos y practicando sexo como salvajes en cualquier lugar, la cama, el sofá, la mesa del comedor, la cocina....Prácticamente cada rincón de la casa fué testigo de la pasión y lujuria que se desataba entre nosotros cada vez que nuestros cuerpos se encontraban frente a frente completamente desnudos.
Un día aparentemente normal, en el que llegaba de mi entrenamiento; subí las escaleras del portal y cuando llegué a mi puerta allí la encontré.
-Sabía que llegarías ahora y necesito sentirte dentro de mí -me dijo sensualmente mientras sus manos agarraban mi paquete.
Abrí la puerta y entramos.
-Dejame primero darme una ducha y relajarme. Después voy contigo- la dije mientras me iba quitando la ropa de camino al baño.
-Me parece bien-contestó sonriendo.
Entre al baño mientras terminaba de desvestirme y sin demorarme más entré a la ducha, el agua caliente empezó a caer por mi cuerpo totalmente desnudo y en mi cabeza la imagen de ella esperándome en la cama; totalmente desnuda y preparada para un nuevo asalto entre los dos. O al menos era lo que imaginaba.
¿Cual fué mi sorpresa? Sin esperarlo ella irrumpió en el baño desnuda, dejandome contemplar todo su cuerpo a través de la mampara. Se acercó y poniendo sus enormes pechos contra la puerta me pidió que la dejase entrar.
¡Sexo en la ducha! Otra cosa más que tachar de la lista de que haceres.
Abrí la puerta de la mampara, ella pasó; pegó su cuerpo al mio y comenzó a restregarse contra mi miembro con intención de que este se endureciera.
No sé si sería por el agua corriendo por todo mi cuerpo pero parecía que le estaba costando que todo se pusiese en marcha me puso de espaldas a la alcachofa de la ducha y mientras el agua me pegaba en la espalda, se arrodilló y empezó a estimularlo con su lengua, dandole lametones y pequeños mordisquitos en la puntita hasta que derrepente lo introdujo sin más demora en su boca.
Fué la primera vez que me hacían una felación en la ducha y no cabía en mí de placer.
-Para ya, si no lo haces al final te vas a quedar con las ganas-la dije entre gemidos de placer.
-Tranquilo que con las ganas no me voy a quedar pero primero quiero que te corras en mi boca- contestó y acto seguido continuo con la felación.
Empezó a ir más rápido, masajeando mi pene al tiempo que se lo introducía y sacaba de la boca.
-Vas a conseguirlo ya- la dije y acto seguido solté un gemido incontenible de placer al cual acompaño todo mi semen que acabo en su boca.
-Esto me ha puesto más cachonda aún de lo que esperaba- dijo ella mientras me miraba con una sonrisa pícara. Se incorporó y me empujó contra la pared, inclinó su cuerpo hacia delante apoyando sus manos en los mandos de la ducha y añadio:
Embisteme con fuerza, hazme gritar de placer como nunca me han hecho gritar.
Esas palabras causaron efecto en mí, me excitaron muchísimo y apenas pasados cinco minutos desde que me fuera en su boca ya estaba listo para continuar de nuevo.
Agarré su culo con mis manos, ese culo redondito y perfecto; y sin mas miramientos la penetré mientras el agua bajaba desde su melena, recorriendo toda su espalda; hasta llegar a contactar con mi falo.
Quiero que seas más salvaje- me gritó, ya que había empezado metiendo y sacando mi miembro de ella lentamente.
En ese momento lo introduje de forma violenta, de un solo golpe; lo que hizo que gimiera de placer.
¡Eso es, así es como lo quiero!-exclamó
Yo continúe haciendo lo mismo una y otra vez.
Notaba que erá el momento, ya la faltaba poco para llegar al clímax, agarré con una mano su melena mientras con la otra azotaba y apretaba su trasero; y aceleré el ritmo pero sin cambiar la fuerza mis envites.
Ambos gemiamos bajo el agua tibia de la ducha, nuestra respiración estaba descontrolada, sabíamos que a ambos ya nos faltaba poco para culminar.
La dí la vuelta, la coji entre mis brazos y la levanté, ella rodeo con sus piernas mi cintura y la empotré contra la pared.
Fué algo espontáneo, que hizo que ella se sorprendiera y se excitara hasta que después de unos minutos en esa posición terminó corriendose antes de que yo lo consiguiera por segunda vez.
Yo ya acabe pero no pares, quiero sentirlo todo dentro de mí -me dijo mientras ayudaba con sus caderas a que yo llegase a culminar - correte dentro de mí.
Esas palabras parecieron magicas ya que con ellas y la ayuda de sus movimientos de cadera termine eyaculando dentro de ella.
Mmm..que calentito-susurro con cara de satisfacción.
En ese momento supe que todavía me quedaban sorpresas que llevarme con ella con el tema del sexo y eso me llamaba la atención.
Terminamos en la ducha y seguidamente aún mojados por un cúmulo de todo lo sucedido nos tumbamos juntos en la cama a ver una película y después quién sabe si algo más.

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Confesiones De Alcoba
NouvellesEsta historia no es apta para gente conservadora. Muchas de las cosas que se relataran en ella podrían escandalizar a cualquiera. No se trata de una historia de amor, simplemente es sexo. Algo que aún en estos tiempos se sigue considerando tabú po...