No pude soltarme del agarre de Cal y a esas horas no había nadie en los pasillos. Ya me rendí, luchar contra su agarre era una pérdida de energía.
Me llevó dentro de una habitación donde me lanzó al suelo y cerró la puerta pero seguido de eso sonó. Me hizo señal de que haga silencio y abrió un poco la puerta pero esta se abrió bruscamente por parte del otro lado. Apareció Niall empujando bruscamente a Cal contra la pared y cerró la puerta detrás de sí.
-Qué haces idiota?!- gritó Cal mientras Niall comenzaba a golpearlo.
-Te dije que no la toques- decía golpeándolo.
-Le diré a Victor- dijo Cal entre jadeos pero en ese entonces Niall se sentó sobre su regazo ahorcándolo. Su rostro empezó a ponerse violeta y sus ojos saltaban, hasta que finalmente se quedo quieto.
Niall me miró y se levantó pasando tranca en la puerta.
Me miró, me lanzó una media sonrisa y se sentó frente a mí en el suelo.
-Ellos van a matarme- dijo suspirándome sin dejar de mirarme y estiró su mano para quitarme la cinta de la boca - acabemos con todo esto de una vez por todas...- pidió en una ronca voz. Cerré mis ojos y enseguida Taylor se vino a mi mente. Su sonrisa, su coleta de cabello y luego sus ojos vacíos. Vino mamá a mi mente, esa mujer luchadora que hizo todo para salvarnos pero luego recordé lo que Taylor dijo, ella ya no nos conoce.
-Ya nada tiene sentido- dije comenzando a llorar- Taylor muerta, mamá desconocida...- lo miré- tú quieres matarme- negó.
-no, no- negó pasándose a mi lado- no quiero matarte. Solo...- me lo quedé mirando.
-Mátame- pedí en un susurro. Pues así se siente, solo puedo pensar en lo inútil que soy-Tenias razón- le dije- no importa si tienes un cuerpo delgado o si siempre ganas la jugada, nada de eso importa- dije en sollozos. No soy buena en nada, nadie me quiere porque es la verdad, ni siquiera yo puedo quererme.
-No te mataré, saldremos de aquí y...- comenzó a decir acariciando mi mejilla.
-No, no sé quién eres- afirmé y me miró con dolor- tú ganas, ahora solo mátame de una vez por todas- supliqué en un sollozo.
-Si me pides que te mate, lo haré, pero, tú me matas a mí a la vez- dijo suspirando- salgamos de aquí, vayamos por ahí, robemos un auto, lancemos piedras a las casas de los ricos, juguemos en barro, lo que quieras y te prometo que cuando este por amanecer ambos tomaremos la misma dosis de pastillas hasta que nuestras venas exploten- dijo soltando una lagrima- pero por favor déjame demostrarte que nada era mentira...- suspiró y volví a mirarlo- al menos por los viejos tiempos...-lo miré fijo a los ojos, y suspiré asintiendo.
Me ayudó a levantarme y me liberó las manos, enseguida abrazándome.
-Vamos?- pregunté y asintió tomando mi mano y quitándole el arma a Cal antes de irnos- ten- me la tendió- sabes usarla?- preguntó y negué. Simplemente me sonrió y salimos por los pasillos casi que corriendo ya que al parecer seguridad me estaba buscando.
Salimos corriendo de la mano por la puerta principal y allí corrimos unas cuadras hacia abajo sin detenernos. Sonreí al ver las húmedas calles por la lluvia, pero luego me detuve.
-no podemos dejar a Taylor ahí- dije asustada pero Niall me tomó de los hombros mirándome fijo.
-Lo discutimos luego si?- dijo y besó mi frente apurado para tomar mi mano y seguir corriendo.
Nos adentramos por unas calles donde vimos un viejo auto con una antena y Niall se la partió, haciendo un gancho con ella para luego abrir la puerta metiéndola por la ventana.
No dije nada, solo esperé afuera a que los cables coincidan y el motor arranque, y cuando lo hizo, simplemente me subí en el asiento del copiloto.
