Prologo

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Tres años antes:

-_____- dijo mirándome con sus tiernos ojos azules, debajo de la luz de la luna, su blanca piel brilla el doble y sus ojos se ven más claros. Sé que no toma mi mano porque está sudando de los nervios. Sé que cierra su boca porque le avergüenzan sus torcidos dientes- volverás... No es así?- preguntó arrugando su rostro, lleno de esperanza.
Miré el campo, ese árbol, nuestro punto de encuentro, miré las casas a lo lejos amotinadas y desprolijas, algunas con paredes de madera.

-lo haré- dije quebrada y le sonrió.

-ten esto contigo- me tendió un viejo anillo el cual tomé. Vi su sonrisa y le devolví el gesto- California no queda tan lejos- dijo sentándose en el pasto, mirando las estrellas.

-crees que sea el mismo cielo en California?- pregunté y se rió.

-todos tenemos el mismo cielo, ____- dijo posando su mano sobre la mía, sin importar que tan sudada estaba y sonriéndome, sin importar sus torcidos dientes.

-escuché que mi padre tiene dinero, mucho- dije asustada.

-pero el dinero no dejaras que te cambie... O si?- preguntó asustado y negué con una risa.

-para nada- afirmé y le sonreí, pero luego lo pensé mejor. Me levanté y lo miré, allí, sentado en el suelo.

-lo siento- comencé con la verdad y le tendí el anillo- me iré lejos, ni siquiera se si volveré. No puedo prometerte eso, porque te conozco y me esperarás.

-claro que te esperaré- dijo levantándose.

-de eso se trata- chillé molesta- apenas tenemos 14 años, quien sabe si dentro de unos años nos llevaremos bien- dije y tragó nervioso.

-no puedo creer que hagas esto- dijo en un hilo de voz-_____, después de todo lo que hice por ti- habló más fuerte.

-lo siento!- chillé y le di el anillo- no puedo- me di la vuelta y comencé a correr a mi casa. Mientras corría, lloraba, odio ser así pero es la verdad. Caminé por las calles de barro que estaba mojado porque llovió en los últimos días y al llegar a casa, entré por la ventana y me acosté en la cama de mamá, donde junto a ella dormía también mi hermana mayor Taylor. Dormimos las tres en la misma cama. En ese silencio, me puse a sollozar ya que de verdad me duele irme de este lugar. Dejar a Niall atras, será completamente lo peor. Él siempre estuvo conmigo y nunca comencé nada sola, recuerdo el primer día de clases, él sentado a mi lado. Su risa mientras jugábamos escondites, su mando tendida para que logre alcanzarlo y sus empujones mientras caminábamos. Todo lo extrañaré.

Al día siguiente, ese fue el peor desayuno de mi
Vida. Mamá había trabajado horas extras para poder comprar pan y leche como despedida y ella no paraba de llorar mientras que Taylor y yo nos mirábamos entre nosotras. Deje que mamá me haga las trenzas como siempre y fue tan frío como salir a la nieve en invierno. Ella se detuvo a mirarnos y tapo su boca llorando.

-hijas- dijo parándose frente a nosotras- ustedes dos son lo mejor que me ah pasado en esta vida- nos tomo de los hombros una con casa mano- tienen un brillo especial...- y se cortó por el llanto.

-mamá- dije quebrada.

-las amo, no me olviden nunca- pidió y nos abrazó, tan fuerte como nunca- estarán bien- dijo más para ella que para nosotras- lo estarán...

Pues tiene razón, quedándonos en este lugar, nuestro único futuro es la prostitución o drogas, es muy difícil salir adelante aquí.

Y llegó el momento de irnos. Tomé mi mochila de tela y mi pequeño peluche que una vez Niall encontró en la basura y me despedí de mamá con un fuerte abrazo, ella me apretaba la remera como si no quisiese nunca soltarme al igual que Taylor. Vimos el Audi negro que se estacionó y caminamos a él donde al subirnos, era un chofer quien estaba dentro y no papá. Miré por la ventana y despedí a mamá con un beso y ella no dejaba de mirarnos, parada en la puerta de nuestra pequeña casa.
Y el auto arrancó.
Se movía por las imperfecciones de la calle de barro y pasamos por la puerta de Niall, donde fuera, estaba él haciendo un pozo en el jardín con su hermano, paleaban la tierra para emparejar el camino de entrada ya que el agua de lluvia lo deformaba y se detuvo para mirar el auto negro que se pasó por su casa. Lo miré y me
Vio, pero solo miró apenado, quebrado a decir verdad y esa, fue mi ultima imagen de Niall, mi madre y mi vida en este lugar.

Skinny Bitches (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora