Capítulo 8

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Esa noche estuve llorando. Mis ojos ya estaban cansados de soltar lágrimas. En sala estaba Niall durmiendo y Taylor no quiso salir de su habitación.

Ninguno quiso decirme que sucedió pero sé que algo malo, lo presiento y odio que me mientan.

Esa mañana, me levanté ambos que los dos, me puse el uniforme, maquillé mi rostro y salí camino al instituto sin tomar mi yogurt.
Las calles estaban muy vacías y frías, y ni que hablar de los pasillos del instituto, con esas crudas paredes y fríos pisos. Mis tacones resonaban al doble en el eco. Al igual que cuando abrí el casillero y lo cerré muy fuerte.
Las lágrimas seguían cayendo por mis ojos,'así que fui al baño para arreglar mi maquillaje.

Al entrar, miré al espejo y vi mi reflejo. Mis pómulos maquillados, mis ojos miel nublados, mi cabello peinado, mi blusa con los últimos botones abiertos, mis labios rojos. Y el deliñeador comenzó a caer por mi mejilla. Tomé papel higiénico para limpiarlo y lo mojé. En eso, veo que de una de las cabinas, comienza a salir humo.

-Hey- dije tocando la puerta de madera.

-Vete- sonó la voz de una chica, que aclaró su voz antes de hablar.

-No me iré- dije mirando la puerta- abre la puerta ahora- obligué.

-¿O qué? ¿Me pegarás con tus sensuales piernas?- sonreí ante el halago.

-No las uso para eso- dije con la risa y la puerta se abrió.

-No era un halago- comentó. Vi su rostro. Era una chica que nunca antes vi en el instituto. Llevaba su cabello pintado de color rosa. Tenía un maquillaje barato espantoso corrido (Además de que lo pintó muy mal). Llevaba puesta una campera de algodón que era tres veces más grande que su pequeño tamaño.

-Ya déjame irme- dijo limpiando su rostro con el puño de su campera.

-No- dije encerrándola con mis brazos dentro del baño- ¿Por qué lloras?- pregunté y soltó una risa con sorna.

-No lo entiendes, eres lo suficientemente perfecta como para entender a una idiota como yo- limpió otra lágrima.

-Escucha...- suspiré cansada- No sé cómo aconsejar personas, pero hoy estoy de buen humor- le sonreí- y sentimental... ASí que, somos las únicas dos idiotas que llegan dos horas antes al instituto...

-Todos los días llego antes- dijo como si no fuese la noticia, seria, como si con sus palabras pudiese clavar cuchillos.

-Algo me dice que no te gusta estar en casa- alcé mi ceja y ella miró al suelo.

-Escucha, no tengo por qué decirte nada ¿Si?- me escupió las palabras- Así que mejor, metete en tus asuntos- me empujó pasando por debajo de mi brazo y se fue, cerrando la puerta detrás de si.

-Tal vez ser perfecto no es lo mejor- le dije al silencio del baño. Miré el interior y entré. Cerré la puerta y me senté en el suelo, recostada contra la puerta, frente al inodoro. Miré el suelo y habían unas pequeñas gotitas de sangre. Miré a un costado y la pared de madera blanca, estaba toda rayada con dibujos, nombres, palabras y apuesto que escritos por esa chica.

Me quedé allí las ultimas dos horas, escuchando música y relajándome.

Al salir, el pasillo ya estaba yendo de gente, y volvimos a lo mismo de antes. Chicas que me miraban con odio, otras con admiración, otros chicos que me chiflaban, otros que me miraban como si fuese un montro. En fin, todos pueden pudrirse, ni siquiera me conocen.

-Iba a ir al casillero de Niall, pero vi que estaba hablando con esa chica; Claudie. Estaban muy apegados, ella ponía su dedo en su pecho mientras se reían y lo que más me dolió, fueron los ojos de Niall al mirarla, parecía que eso era su centro. Miré en una esquina, y estaba esa chica del cabello rosa, mirándolos, fijo.

Me acerqué a ella, con mi frívola sonrisa que no podía evitar en mis labios y le sonreí. Ella, al verme, se dio la vuelta y comenzó a caminar, para evitarme.

-Hey- la llamé y se detuvo.

-¿Ahora qué? ¿Por qué no me empujas y luego me tomas fotos para enviárselos a todos tus amigos?

-¿Qué? No haré eso ahora- dije riendo- Solo lo hago con tontos...

-Soy tonta- dijo rodando sus ojos.

-Eso lo veremos...

-¿Qué quieres decir?- preguntó molesta, pesada, con su sarcástico tono de voz. Me di la vuelta y miré a Niall, pues, esa chica no le importó estar en medio de un pasillo, pero ellos dos se besaban con cariño y ternura.

-¿Vez eso de allí?- le pregunté y asintió- ¿Qué vez?

-¿Amor?- preguntó- Y mucha baba...- me reí.

-Apuesto a que, te gustaría besar sus labios- dije y mordí mi labio inferior- esos rojos, carnosos y... Niallosos...- rió tontamente. No una tonta risa normal, una de esas risas que dicen "Estoy muy enamorada de ti"- Bueno, yo no veo nada más que una perra intentando de saborear una pared- se rió en una carcajada.

-Ella no se lo merece...

-Estás en mi equipo- dije y le tendí mi mano para que la choque, pero ella se la quedó mirando- Debes chocar mi mano- dije seria y rodó sus ojos.

-No entiendo por qué hago esto...- dijo negando.

-Porque quieres a Niall a tus pies- dije siguiéndola por el pasillo.

-¿Crees que alguna vez me mirará?- preguntó- Ni siquiera tenemos la oportunidad de acercarnos a hablarle- lo señalé y solté una carcajada.

-Cariño, no sabes con quién estás hablando- dije entre las carcajadas.

-Aunque me acerque, nunca se fijará en mi- dijo negando.

-Créeme, Niall siempre dice y dijo lo mismo: Si vistes bien, es para que te vean, si vistes mal, es para divertirte.

-¿Cómo sabes eso?- preguntó con una tonta risa. Miré a Niall, sonreír sobre los labios de esa chica y mi rostro se transformó por completo. Duele. Verlo así de feliz.
¿Se ve igual conmigo? ¡Basta! no tengo que pensar así, ambos sabemos que no siento nada por él. Ella es su... novia, o algo, pero...

-Digamos que nos conocemos- dije mirándolos y el timbre sonó.

-Debo ir a mi clase- contestó y me miró fijo.

-¿Nos vemos en la salida?- pregunté y asintió tomando su camino.

Me quedé parada, mirando a Niall que se despedía con esa chica. Ambos de la mano y luego ella se fue. Niall caminó hacia mi y mordí mi labio, mirándolo con odio.

-Eres un puerco...- negué y se rió.

-No lo entiendes...

-¿Qué? Ahora me dirás: la amo, pero adoro besarte.

-No- dijo firme- Son negocios...-asentí.

-Si, aja, claro, entonces yo soy la hija de la reina Elizabeth...

-Podría ser- dijo con un gesto de duda.

-¡Ya cállate idiota!- le chillé pero estallé de la risa- Ella es mi "novia"- hizo comillas en el aire- tu eres mi algo- comenzamos a caminar- ¿Qué hacías hablando con Ivanna?- preguntó.

-¿sabes su nombre?- pregunté y asintió.

-Pues claro, vamos al mismo curso desde primer grado- dijo riendo.

-Solo hablábamos... Pero... ¿Qué te dijo Taylor ayer?- pregunté y se detuvo. Me miró con esa mirada que significa "Otra vez lo mismo"-No te cuesta nada decirme- dije como niña pequeña- Besas a esa chica delante de mi y me ocultas la verdad- chillé cruzándome de brazos y él apretó sus labios, soltando una carcajada.

-No te diré lo que me dijo Taylor- habló un poco más serio.

-¿bajo del árbol?- pregunté acercándome a sus labios y sonrió.

-¿A las tres?- preguntó apoyando sus labios sobre lo míos- nunca me cansaré de besarte...

-De acuerdo- me separé antes de que se ponga más tierno- Nos vemos- y comencé a caminar por el pasillo, dejándolo allí.


Skinny Bitches (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora