Narra _____:
Ya llegó la noche. Estaba lista para ir, llamé a Ivanna a su celular pero no me contestó, y volví a llamarla, pero nada, así que, como se hacía tarde, decidí ir sin ella.
-¿Te vas?- preguntó Taylor mientras me ponía mi campera de Jean sobre mi corto vestido de algodón.
-Si- afirmé- No me esperes- le sonreí y tragó de su vaso de agua. Abrí la puerta y caminé por las escaleras, dejando que mis tacones de aguja suenen contra el suelo de madera.
-_____-Sonó la voz de mi padre quien entraba por la puerta principal de vidrio- ¿A dónde vas?
-Saldré con una amiga- le sonreí y me miró confundido.
-Escucha...- me llamó y lo miré con esa tierna e inocente mirada- Mañana te necesito al mediodía para un par de cosas.
-¿Un par de cosas?- alcé una ceja- Claro. Ahí estaré...- afirmé y salí por la puerta principal. Honestamente, no sé si estaré allí, no sé siquiera dónde estaré.
Tomé uno de los autos de papá que estaban aparcados en el garaje y conduje al lugar de la fiesta. Mi intención aquí no solo es divertirme, sino, averiguar en qué está metido Niall.
Al llegar, la casa tenía unas luces opacas amarillas, estaba llena de humo, con adolescentes por todas partes y por alguna razón, una mesa de billar en el medio del jardín, donde allí, estaba Niall con un palo y golpeandole a la bola blanca, acostado sobre la mesa, estirándose y concentrándose.
Esperé a que la pelota golpeé las otras para interrumpir.
-Hola- le dije a uno de sus amigos y él me miró, fulminándome con la mirada.
-Hermosa- decía su amigo mientras en eso, Niall soltó esa sonrisa satisfactoria y arrogante, parándose un poco menos tenso.
-Hola _____...- dijo dejando el palo a un lado- ¿Qué haces aquí?
-Fiesta...- señalé como si fuese obvio. Caminó hacia mi y separó delante, dejando solo unos centímetros uno frente al otro, con la diferencia de altura y por eso yo debía de ver un poco más arriba.
-¿Quieres jugar?- preguntó con la media sonrisa.
-Me gustan tus juegos- admití en un susurro, intentando de no soltar una fuerte carcajada mientras acercaba sus labios a mi oído.
-Pues entonces, date la vuelta y vete de este lugar- dijo y me puse seria.
-Si tu lo pides no lo haré.
-¿Por qué?- preguntó riendose.
-Porque yo quiero.
-¿Y desde cuándo hacemos lo qué tu quieres?- preguntó dandome la espalda y tomando una botella de cerveza de la cual tomó directamente- ¿De verdad creíste que me tenías a tus pies?- preguntó y soltó una fuerte carcajada- ¿Ves a esa chica de allá?- preguntó señalando a una morocha de cabello lacio, delgada con un gran cuerpo, que llevaba un vestido parecido al mío e incluso sin maquillaje se veía mejor que yo, esa chica, su novia- Bueno pues, solo soy de él- me dijo arrogante mientras cada vez sentía como mi corazón latía más fuerte, con ganas de arrancarle el cabello a esa mujer, con ganas de arrancarle la garganta a todos.
No le dije nada, solamente tomé el camino a la salida mientras todos se reían ante mi reacción. Nadie se burla de mi.
Al salir de la casa, caminé al costado de la casa, donde se escuchaban las risas y las voces, pero nadie me veía. Me dejé caer contra la pared, sentada en el suelo, mirando las estrellas y suspirando cansada.
