Capítulo 1

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Actualidad:

*Nalgas de burbuja y mejillas de algodón*

Narra ______:

Esa mañana me levanté y no eivté sonreir al sentir ese delicioso aroma a café con tostadas. Me levanté de mi cama y corrí por el piso de moqueta hacia mi baño, donde me miré al espejo: mi nuevo cabello teñido de rojo, pelirrojo hecho en una trenza y me dediqué a cepillar mis dientes, maquillarme y luego cambiarme. Ese sábado opté por una cómoda calsa negra y un buzo de lana fina largo, que me quedaba por debajo de la cintura de color gris.
Bajé las grandes escaleras en mis pantuflas de perrito.

-¡Buenos días!- le grité a Taylor. Ella llevaba puesto unos vaqueros como es normal en ella. Estaba tomando un café con nuestra madrastra, Rosario mientras mi padre, George Slovertooth, vestía una cómoda ropa de golf. Un polo rojo con un pantalón color caqui.

-Buenos días princesa- dijo papá y le di una mejilla- Dejé tus cereales en la cocina- decía mientras yo iba a la cocina. Al entrar, miré el gran ventanal y la hermosa vista de la gran ciudad de california. Aquí, esta llegando la primavera.

Luego de desayunar en familia, me fui a mi gran habitación, donde abrí mis grandes cortinas que daban una vista que a lo lejos se ve la playa.
Tomé mi teléfono y envié un mensaje a mi amiga Violet. Violet Steetlook es esa clase de chica con quien puedes confiar lo que sea, esa tonta que te hace reír, porrista al igual que yo y contadora de grasas excesiva.

-Hey- me contestó del otro lado- ¿Qué haces despierta a esta hora?

-Necesito que vengas a mi casa- le dije mirandome al espejo. Mis labios pintados de rojo, mis ojos llenos de deliñeador y mis dientes blancos que hace unos años arreglé con aparatos.

-En diez minutos llego- dijo riendose- dejame preparar la limo y desayunar- y colgué. Me miré al espejo y sonreí. Tanta perfección a causa del maquillaje. Até mi cabello en un moño sobre mi cabeza y encendí mi música, dejando que suene la canción Tik Tok de Kesha y abrí mi armario comenzando a quitar toda la ropa.

-¿Qué diablos es esto?- preguntó Taylor abriendo la puerta de mi habitación y yo me acerqué a ella bailando- ¿Qué haces _____?- preguntó y me reí.

-Armo mi maleta- dije como si fuese obvio.

-Vamos a Irlanda, de donde vinimos no a las vegas- dijo como si fuese obvio. La miré de arriba abajo. Taylor nunca cambió. Siempre lleva su cabello atado en una trenza, rubio ahora y su ropa es siempre sencilla: Vaqueros y remeras sueltas. Ella se dedicó al estudio mientras que yo aún sigo en el instituto, y este año, mi último año de instituto, me tranfirieron al instituto de Dublin, el instituto Greenwich mientras que ella estudiará medicina.

-Pero siempre debo mantener mi postura- dije tomando un lindo vestido de algodón y ella rodó sus ojos.

-Madura de una vez- pidió y le sonreí.

-La madura aquí, es la que necesita pastillas para dormir- dije y me fulminó con la mirada. Rodó sus ojos y se fue por el pasillo. Punto para _____, otra vez.
Seguí observando mi ropa, ordenandola y metiéndola en mi maleta mientras mensajes me llegaban a mi teléfono. Tengo varios grupos en diferentes cuentas como Whatsapp, facebook, twitter y a decir verdad, esta todo el día sonando, constantemente.

-Hola nalguitas de burbujas- sonó la voz de Violet, su chillona y aguda voz. Miré mi puerta y la pequeña rubia de cachetes curvos apareció por mi puerta.

-Mejillas de algodón- dije y ambas nos reímos- Necesito que me ayudes- dije y me sonrió.

-Lo que sea- dijo sentándose en la cama, cruzando sus piernas y mirando su esmalte de uñas.

-Toma las remeras de verano y ponlas en esta bolsa- dije tendiéndole una bolsa de papel.

-¿Dobladas?- asentí. Ella se paró a mi lado y comenzamos a doblar ropa mientras charlábamos.

-Así que, Nelson intentó besarme- contaba ella mientras reíamos- pero estaba ebrio, entonces, cuando lo intentó, se tropezó y fue así como terminó en el hospital.- decía estallando de la risa. Ambas nos reímos, solo que a mi no me da tanta gracia, es decir, el pobre chico se rompió la nariz.

-Por dios- dije riéndome de una caja que encontré. Una vieja caja de cartón y al abrirla, encontré viejas cosas de Dublín.

-¿Qué es eso?- preguntó- Demasiada basura- dijo con asco y yo sonreí.

-Puede ser- confesé y volví a guardar la caja.

-Te extrañaré- dijo tomando un viejo retrato de nosotras dos, con el uniforme del instituto, esa pollera con camisa y corbata.

-¿No vendrás conmigo?- pregunté molesta y me sonrió.

-Claro que si, mi querida ______-dijo con sorna- Solo que en unas semanas.

-Son solo unas semanas Val- dije como si nada, corriendo un mechón de mi cabello y alzó su ceja.

-_______, no me preocupo por mi solo, también me preocupas tu- dijo y me tomó de los hombros luego de una larga pausa- Sin mi no eres nadie.

-Lo sé- dije molesta y se produjo otro silencio.

Luego de que Val se fue, mi habitación ya estaba despejada y unos hombres ya habían tomado mis cajas. Ahora me encontraba sentada en mi ventana, mirando hacia afuera con mi teléfono en mi mano, viendo notificaciones, mensajes de diferentes personas deseándome un buen viaje.

-Hey- dijo Taylor entrando en mi habitación- Saldremos en unas horas- dijo y caminó hacia mi, apoyándose contra la pared, cruzada de brazos- ¿Todo en orden?- preguntó y suspiré, mirando la ventana.

-Tengo miedo- dije y miré sus ojos.

-Ambas tenemos miedo... De recibir... Esa noticia- su voz se fue apagando.

-¿Crees que ella esté bien?- pregunté y suspiró, sentándose frente a mi.

-Me alegra que a pesar de todo, aún tengas sentimientos- dijo y me reí.

-Eres una perra- dije y se rió.

-Tienes tantas dietas, tanto maquillaje, tantas fiestas, hablas diferente...- negó riéndose- Pues yo también. Uno a veces se olvida de los sentimientos...

-Eh sido un poco cruel con los demás- dije pensando en todas las cosas que hice.

-¿Un poco?- preguntó con sarcasmo- _____, te metiste en la casa de una chica y le llenaste la almohada de crema- dijo y me reí.

-Dijo que soy una zorra- dije y asintió.

-Lo eres- afirmó y se levantó caminando a la puerta- Aun que, no me quedó atrás...- dijo orgullosa.

-¿Qué tan atrás te quedas?- pregunté.

-Mmm, una noche con Steve Reasonli- dijo y mi boca cayó al suelo mientras ella se iba. Steve el chico probablemente más sexy en toda la institución, o mejor dicho, en todo california.

-Es hora de irnos ______-me dije a mi misma y me levanté para vestirme e ir a ese aeropuerto.

Skinny Bitches (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora