Capítulo primero

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— ¿Qué te parece si te cuento una historia para no esperar demasiado?

—¿Será entretenida?

—Lo prometo.


×××


Cuando Kyungsoo y Jongin se conocieron. No fue lo que se esperó en un primer encuentro. Jongin solo ignoró y Kyungsoo, solo se dejó ser ignorado.

Eso sucedió apenas hace cinco años atrás.

Kyungsoo, no era el tipo de persona que todo mundo deseará conocer. Nunca iba bien presentado a fiestas. O mejor dicho, nunca iba a fiestas. No era muy glamuroso, rara vez iba bien vestido. Solía tener pocas ropas, porque según él, ¿para qué tener un closet lleno si no la usaran? Deseaba mil veces estar en su habitación, viendo raras películas bizarras y comer comida chatarra, a hacer ejercicio e interactuar con los demás. Kyungsoo no era guapo. Él solo era uno más. Un chico feo. Un chico feo que pasaba como un cero a la izquierda en la universidad y cualquier otro lugar.

Nadie deseaba estar con Kyungsoo. Y Kyungsoo, no deseaba estar con nadie.

Pocas veces, llegó a tener depresión. Pero rápidamente se libró de ella.

Lo hacía correctamente bien. Hasta que conoció a Jongin.

Kim Jongin era el tipo de persona, que todo mundo quería conocer. Convivir, incluso vivir.

Él era perfecto. Cuerpo perfecto. Hablar perfecto. Calificación perfecta. Rostro perfecto. Baile perfecto. Sonrisa perfecta. Labios perfectos. Brazos perfectos. Risa perfecta. Sentido del humor perfecto. Todo. Absolutamente todo era perfecto en él.

Un ser humano perfecto. Increíble, pero cierto. Incluso podría considerarse una persona bondadosa y no lo hacía por hipocresía. No, él era perfecto en todo sentido. Amable, bondadoso, seductor y cómico. Ninguna persona podría compararse con él.

Si una persona obesa o fea o incluso un mismísimo anciano, se le declaraban. Él nunca hacia mala cara. Él solo lo trataría como a él le hubiese gustado ser tratado en una declaración, y los rechazaba amablemente. Tan amablemente que no sentían que fuera un rechazo. Lo sentían como una oportunidad para ser una mejor persona y buscar a alguien de su "rango".


×××

— ¿Ósea que Jongin era un santo?

—Más bien, un demonio-santo.

—Espera, si era un demonio, ¿Cómo podría ser un santo sin ser hipócrita?

—Solo escucha. ¿Bien?

—Está bien.


×××


Jongin podría ser un alma caritativa. Pero muy en el fondo de él, sabía que con cada buena acción, lograría obtener muchos beneficios más.

Él literalmente, actuaba bien sin pensárselo dos veces. Pero una vez que hacia cada cosa. El buen dharma se le regresaba y eso, le fascinaba.

Era como si el Dharma siempre estuviera de su lado.

Todo andaba bien en su vida. Todo. Absolutamente todo era bien merecido para tal persona caritativa como él. Era como si la suerte siempre estuviera de su lado.

¿Do Kyungsoo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora