Capítulo onceavo

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××× 11 ×××

—Yo también quiero contar esta historia. —Nadie se opuso. Si alguien tenía libertad a contar esta historia, solo será Minseok y nadie más.

—Minseok, la verdad eres bueno en todo; pero-

—Vamos Jongdae, no seas tan amargado. Nunca dejas que él lo haga. —Sehun suplica y regaña a la vez, todos se pusieron de su parte. Aquel cara de gato quedó en la lista negra de todos por ser tan malo con su mejor amigo.

—Créanme que se arrepentirán si-

—Ahí vas con tu mala vibra, déjalo que cuente, imbécil. —Baekhyun riñe y con un largo suspiro, el Kim se retiene a advertirles.

Jongdae suelta un «se van a arrepentir» y en un suspiro le da la indicación al otro Kim para que haga de las suyas. Ahora todos sentirán lo que es convivir con Minseok.

Van a saber lo que es feo en esta vida. Lo van a odiar, pero amar a la vez. Y eso, eso es lo que reconforta el pobre y hermoso corazón de Jongdae.

Por otra parte, Minseok abre la boca y todos quedan completamente embelesados.

×××

Como muy pocos sabrán, Kris, aquel atractivo médico y la persona que provoca uno de los celos dormidos de Jongin, estaba por volver a china.

Así como lo escucharon. El mismo día en el cual Kyungsoo cruzó la puerta de su consultorio, él estaba llenando unos documentos para el intercambio y traslado a otra unidad médica en su país natal.

Pero, ¿Cómo era posible que aun siguiera después de tanto tiempo? Un solo nombre y miles de sentimientos: Do Kyung Soo.

Kyungsoo fue la persona que creó el gran cambio en la decisión de aquel médico. No lo trataremos como un "amor a primera vista", pero eso fue lo que sucedió. Aquel médico con estándares tan altos en el amor, cayó completamente por su paciente rapeador.

Había tenido cientos de pacientes antes, no lo negaremos, algunos mucho más atractivos que otros, y nunca fueron lo suficiente para cautivarlo. Hubo incluso varios pacientes, en especial mujeres, por quienes tomó gran cariño. Pero de ahí en más, todo era prácticamente lo mismo.

Ya no tenía (y mucho menos había) la chispa junto a la emoción de la primera vez en cuanto a su profesión se refería. Ya no amaba su trabajo, y eso era algo malo.

¿El amor? Era lo mismo si no hasta peor.

Por eso, aquella vez en la que diagnosticó un embarazo a su rapeador paciente, y que este por poco destroza todo su consultorio y que, por si no fuera poco, rezó una sarta de maldiciones bien estructuradas y en varios idiomas (entre ellos el inglés, ruso y español) al desgraciado que se aprovechó de su situación; le provocaron un enorme brinco en el corazón.

¿Paro cardiaco? Imposible.

¿Amor? Tal vez.

¿Hotel? Trivago.

Las citas se volvieron más y más frecuentes con Kyungsoo. Ahora ya no era un médico, ahora se había convertido en el amigo del Do. Y por si no fuera poco, se había vuelto su psicólogo, al igual que su nutriólogo.

—Él solo es mi paciente. —Se repetía. Kyungsoo le sonreía y él lo volvía a repetir. Kyungsoo le llamaba y él lo repetía una vez más.

Un día; Kyungsoo desapareció.

¿Do Kyungsoo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora