Capítulo noveno

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A tan solo diez días para que se cumplieran los ocho meses de embarazo, Jongin no podía más con las preguntas que no lo dejaban dormir por las noches y que en el día, lo dejaban todo tortolo y que parecía fuera de este mundo.

El repentino cambio de Kyungsoo era algo inimaginable. Nunca creyó que algo así fuera posible. Es decir, mismos Jongdae y Baekhyun, hasta la familia de Kyungsoo y la madre de Jongdae, le habían advertido que si esperaba un buen trato por parte de su amigo, hermano e hijo (por parte de los adultos), era hasta más fácil prender una fogata debajo del mar a esperar que sea bien tratado.

Así que, era ahora o nunca para actuar.

—...Y entonces, me dijo Jongdae que quería un pastel de chocolate y me obligo a hacérselo.

—Ah.

—Me quedo tan grande que cuando le dije que lo repartiría para darle a los otros, él mismo se atragantó y se negó a darle a alguien más.

—Ah.

— ¡Se comió medio pastel él solo! Me moleste tanto que cuando ya no pudo con el otro pedazo, se lo metí a la fuerza hasta que se desmayó. —Kyungsoo cuenta enternecido. ¿Cómo olvidar cuando tu mejor amigo se lo llevo una ambulancia gracias a que lo alimentaste? —Pero eso lo hice para que aprendiera a no ser envidioso.

—Ah. —Y el moreno se pierde por completo en sus pensamientos.

Es más, no le prestó atención alguna a lo que el hormonal Kyungsoo estaba diciendo. Él solo se quedó pensando en cómo su pareja ha podido cambiar en tan poco tiempo. Nadie nunca le dijo cosa alguna sobre ello.

Era inesperado, en pocas palabras. Tan inesperado que ni el mismísimo Kim podía sobrellevar toda aquella situación.

— ¿...Jongin? ¿Jongin? ¿Jongin me estas escuchando? ¡Jongin que si-!

— ¡Ya miéntame la madre mejor! —El moreno se levanta, eleva la voz y mira enfurecido a su pareja. — ¡Pégame, maldición! ¡Golpéame y deja de hacerme sufrir! ¡Grítame y desquita tu coraje conmigo! Pero deja de hacer lo que estés haciendo. —El hormonal hombrecillo lo mira con sorpresa y es en ese momento en el que el Kim tapa su boca.

— ¿Qué?

— ¿Qué?

— ¿Qué?

—Perdón, Soo, me alteré. ¿De que estábamos hablando?

—Que si querías una rebanada de pastel.

En realidad Jongin no sabía lo que estaba sucediendo y mucho menos daba a la razón del porque su violenta pareja haya tenido un cambio tan repentino. ¿Embarazo? Quizás.

Intento ser el mismo Jongin de hace años. El que con palabras y buenas acciones, hacía sentir bien a las personas. El mismo que había sido días atrás cuando no tenía conocimiento alguno a lo que era un "Kyungsoo". Y así, con buenas palabras, buenos gestos y buenas acciones; intentó estar al mismo nivel que el nuevo Kyungsoo.

¿Do Kyungsoo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora