Capitulo 2

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Hoy comenzó un nuevo día de escuela, llegué con ánimos porque ayer me la pasé bien con las gemelas y ya se han vuelto mis amigas, intercambiamos números de teléfono e hicimos un chat grupal aunque solo fuéramos 3. Se me hizo un poco extraño que solamente ellas dos convivieran en los descansos y que no tuvieran otra amiga pero, no quise incomodar y preguntar. Aleyah era una chica muy extrovertida y le encanta hablar en cambio Meriah es un poco más calmada.

Entre a mi salón después de que el timbre sonara. Vi que las gemelas se sentaban muy lejos de mí. Me entristecí un poco, quería hablarles para no aburrirme de nuevo en formación. Tomé asiento, saque mis libros y espere a que el maestro llegara.

El profesor entró diciendo buenos días y se sentó en su silla.

–Bien saquen su libro en la página 70 y lean.

Solté un suspiro, este maestro sí que era aburrido, ayer muy pocos maestros se dieron cuenta de que era nueva. Abrí el libro en la página, no tenía ganas de leer así que me dediqué a ver por la ventana.

Al voltear vi que, el mismo chico de ayer, me estaba mirando. Mi corazón se aceleró y me puse nerviosa. ¿Por qué está aquí de nuevo? ¿Me está mirando a mí?.

Volví la vista al libro y traté de enfocarme en las palabras, mire de reojo hacia afuera y el chico aún seguía ahí, me sonrió y elevó su mano en forma de saludo.

–Lydia –me gritó el maestro, lo mire perdiendo de vista al chico– deje de ver por la ventana y lea.

Vi el libro y mi cabeza se llenó de preguntas, pero la más importante ¿volvió para verme a mí?. Esa idea en mi cabeza me emocionó, nunca le he gustado a alguien, mis amigas de mi otra escuela eran quienes si tenían suerte, los chicos las invitaban a salir o se les declaraban... yo solamente era quien observaba como ellas los rechazaban.

(...)


Las horas de clase pasaron y ahora estoy en la cafetería sentada en una banca con Aleyah y Meriah charlando y haciendo bromas, de pronto Meriah desvió su atención de nosotras y miró a alguien más mientras hacía unas señas extrañas.

–Isaac –gritó– ven

Un chico se abrió paso entre la multitud y se acercó a nosotras, sentí que el corazón se me paro y que la sangre se me iba de la cara, era el mismo chico que me observa por la ventana. Lo aprecie mejor y era guapo, tenía unos ojos lindos de color avellana y parecía ser alto.

Isaac llego y saludo a las gemelas y luego posó su mirada en mí y dio una leve sonrisa, sentí un hormigueo por todo el cuerpo.

–Hola soy Isaac –sonrió y se le formo un hoyuelo en la mejilla– y tú?

–Lydia –dije sin apartar la vista de el–

–¿Eres nueva cierto? Porque definitivamente recordaría a alguien tan bonita como tú...

No supe que decir, solo sentí el calor de mis mejillas crecer. Aleyah le dio un zape a Isaac y este se quejó.

–No la vayas a espantar, que se acaba de hacer nuestra amiga –replicó Aleyah–

–Isaac –habló Meriah cambiando de tema– me debes a mí y a Aleyah dinero –dijo mientras se cruzaba de brazos–

–Así que, ¿qué tal si nos compras el almuerzo? –Completo Aleyah con una mirada suplicante–

Isaac suspiró.

–Esta bien, pero me sentaré con ustedes –dijo mientras se sentaba en medio de las gemelas quedando yo frente a ellos–

–¿Y tus amigos? –preguntó Aleyah un poco nerviosa–

–Pueden sobrevivir sin mí un rato –respondió restándole importancia–

A través de la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora