Capítulo 6

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Seguíamos en las malteadas, todos platicaban animadamente, Aleyah no paraba de hablarle a Tadashi aunque él solo se limitara a asentir y a dar respuestas cortas. Era tan intensa la mirada de Octavia que sentía sobre mí que comenzaba a cuestionarme si nadie más se daba cuenta. Estuve callada todo el tiempo y me sentía incómoda, solo veía mi malteada que ya estaba a la mitad. De pronto sentí algo húmedo, abrí mis ojos de sorpresa y vi a Isaac riéndose, me había embarrado crema batida.

—Oye! —exclamé seria y después comencé a reír—

Embarré mi dedo de crema batida en busca de venganza y traté de mancharlo pero él tomaba mis muñecas impidiendo que mi dedo tocara su cara.

—No, no, no —decía entre risas—

En un descuido, lamió mi dedo desapareciendo la crema batida.

—Ew, no Isaac —dije con desagrado pero aún así seguía riendo levemente—

Isaac sonrío cerrando completamente sus ojos y pellizcó levemente mi mejilla para después seguir con lo suyo. Limpié mi dedo y me sobé el área afectada.

Aleyah le aviso a Tadashi que iría al baño y se levantó, donde caminó pude ver que traía manchado su pantalón de la parte trasera, nadie se había percatado (o eso creía yo) por lo que la llamé; ella volteó a verme pero Tadashi se había adelantado, quitándose su suéter le susurró algo y después se lo amarró en las caderas de Aleyah. Solo vi como ella se apenaba y se iba como rayo.

—Creo que deberías ir con ella —me dijo Tadashi una vez que regreso a sentarse—

Yo le asentí, nunca lo había escuchado decir tanto.

—Creí que no sabías mucho español —dije sorprendida—

Tadashi soltó una risa nasal y sonrió muy leve.

—Si se español, solo que soy algo tímido y no hablo mucho

—¿Creías que Tadashi no hablaba español? —pregunto Rodrigo riendo—

—Solo dale tiempo, cuando se sienta en confianza hablará más —explicó Isaac—

Asentí nuevamente y después me acordé de Aleyah.

—Ahora regreso —me excusé—

Me levanté y fui directo al baño, estaba vacío y escuchaba unos pequeños sollozos.

—¿Aleyah eres tú? —los sollozos cesaron—

—¿Lydia? —preguntaron con voz entre cortada—

—Soy yo, ¿estás bien? —me acomodé cerca de su puerta—

—Me bajó la regla, me manché y Tadashi me vio —dijo eso último de una manera muy dramática—

La puerta del baño se abrió, revelando mi amiga con los ojos rojos y rastros de lágrimas en su cara, se abalanzó sobre mi avergonzada.

—¿Necesitas una toalla? —pregunté sin saber que decir—

—No, siempre traigo por emergencias, lo que necesito es que me trague la tierra —dijo para después hacer un llanto falso—

—Ve el lado bueno, fue comprensivo y te dio su suéter para que te taparas, no cualquiera, su hubiese sido Rodrigo probablemente se hubiera reído —intenté consolarla—

Ella me miró y analizó mis palabras, después asintió y absorbió sus mocos.

—Tienes razón —dijo más calmada—

Aleyah fue al lavabo y mojó su cara y después se secó.

—¿Cómo me veo? —preguntó—

—Diva, empoderada, patrona —enumeré—

Aleyah rio y me abrazó.

—Gracias

Ambas volvimos a nuestros lugares y todos nos miraban.

—¿Quieren ir a la casa del terror? —propuso Meriah con una sonrisa—

Nos miraron a Aleyah y a mí.

—Por qué no —me encogí de hombros—

Todos terminamos nuestras malteadas y fuimos hacia la casa del terror. Octavia se encargara que siempre estuviera caminando en la parte de atrás de la bolita. Tadashi se acomodó a mi lado, esa acción me parecía un poco extraña.

—¿Le hiciste algo a Octavia? —preguntó por lo bajo, lo miré con confusión—

—¿Por qué preguntas?

—Por qué te mira de la misma manera que me veía a mí cuando recién me hice amigo de Isaac, con odio —me observó unos segundos—

—¿A ti también te odia? ¿Por qué? Digo, no te conozco mucho pero no pareces ser el tipo que se odia fácilmente.

—Ella me dijo que no le gustaba que Isaac me pusiera mucha atención y me dejó muy en claro toda su xenofobia —dijo algo triste—

—¿Le contaste a Isaac? —pregunté preocupada—

—No, en ese entonces a él le gustaba Octavia, no me iba a escuchar además, tengo mucho miedo de perder su amistad, Isaac es un gran chico, le debo mucho, fue el primero en aceptarme cuando todos me excluían. Es mi mejor amigo —sonrió con nostalgia—

Yo le sonreí.

—Ella me dijo que le robe a sus amigas y a su chico, me declaró la guerra —le expliqué—

Tadashi se sorprendió.

—Entonces ten cuidado —me sonrió amablemente—

Él tomó mi muñeca y me acercó hacia las gemelas para que no me quedara atrás.

—Gracias —le susurré antes de poner atención en mis amigas—

Aleyah me miró frunciendo sus ojos de manera acusatoria.

—¿De qué hablabas con Tadashi? —me preguntó por lo bajo—

—De nada importante, de hecho, él me pidió que fuera a buscarte cuando fuiste al baño —le sonreí—

Aleyah chilló de la emoción.

—Ay —exclamó— tan divino.

Ambas reímos. Aun no les contaría a las chicas sobre lo que está pasando con Octavia, esperaría a poder hablar con ella para intentar solucionar las cosas de otra manera, de una forma más pacífica. 

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