Todos habíamos llegado al tercer piso donde estaba ubicada la casa del terror, había un poco de fila por lo que teníamos que esperar. Estaba emocionada pero intenté no demostrarlo tanto, me encantan los thrillers, el terror, suspenso.
—No temas mi princesa —le dijo Isaac a Tadashi— yo te protejo —tomó su mano y le depositó un beso—
Todos reíamos menos Octavia quien tenía una sonrisa falsa, Tadashi puso una cara de desagrado y limpió su mano en la ropa de Isaac. Nuestros turnos para la compra de boletos llegó, esperamos a que fuera nuestro turno y seguíamos bromeando. Un instructor llegó y nos dio las indicaciones.
—Muy bien solo tómense de las manos y síganme, si tienen algún problema del corazón por favor retírense
Ante el silencio y que nadie se fue prosiguió. Isaac me tomó la mano y me sonrió, sentí mi corazón latir rápidamente pero no sabía si era por la emoción de la casa del terror o la acción de mi amigo.
Por fin la espera terminó y entramos a la casa, todo estaba oscuro y manchas sobresalían de color neón, había telarañas y cabezas de payaso colgadas por las esquinas, solo escuchaba a Meriah detrás de mi asustada. Unos gritos se escuchaba por la lejanía, sentía la mano de Isaac apretando la mía cada cuanto, doblamos por una esquina y un zombie apareció gruñendo, sacamos un pequeño grito y después me reí.
—¿Cómo te puede divertir esto? —preguntó Meriah aterrorizada—
—Amo las casas de terror —expliqué—
Continuamos el recorrido entre gritos y risas hasta que llegamos al final, nos soltamos de nuestras manos menos Isaac, seguía sosteniendo la mía, aclaré mi garganta y le señale con mi mirada nuestras manos.
—No sabía que te gustaban las casas del terror —me dijo Isaac—
—Las amo —le dije feliz— también las películas de terror
—¿En serio? A mí también —contó emocionado— amo la saga de "El alma maldita
—Esa también es mi favorita, junto con "El rito maldito"
Sentí una gran emoción al saber que teníamos cosas en común, no siempre se encuentra alguien con esos gustos. Íbamos a seguir hablando pero Octavia comenzó a tener ascos.
—Me siento mal —dijo poniendo mala cara mientras ponía una mano en su estómago—
Isaac se acercó a ella.
—Ven, te llevó a comprar agua.
Octavia pasó por mi lado empujándome un hombro y dándome una sonrisa maliciosa, estaba fingiendo, la rabia me invadió, ¿Cómo es que nadie se da cuenta? Miré a Tadashi y me miró con un poco de lástima. Octavia y Isaac regresaron y ella aún tenía cara de sufrida, nos sentamos en una banca a seguir charlando.
—Hay chicas, quisiera que no se fueran a sus casas —expresó Meriah—
—Yo igual, nos la estamos pasando tan bien —dijo Aleyah con tristeza y después hizo una pausa— ya se —dijo sonriente— ¿porque no se quedan a dormir en nuestra casa?
—Me apunto —dijo Isaac—
—Ash tu no —replicó Aleyah dándole un golpecito en el hombro—
Ni de chiste me quedaba a dormir en un mismo lugar junto a Octavia, ¿Qué tal si me hace algo mientras duermo? No gracias, iré pensando en alguna excusa.
—Suena buena idea —dijo Meriah— hablémosle a mamá.
Las gemelas se retiraron para hacer la llamada y luego regresaron con una sonrisa.
—Dijo que si —dijeron felices al unísono— llamen a sus padres.
Octavia se retiró para hacer la llamada y no sabía que excusa decir. Aleyah me miró.
—¿No vas a llamar?
—No tengo pijama ni cepillo de dientes —me excusé—
—Hay no te preocupes por eso —me dijo Meriah— te prestamos una pijama y tenemos enjuague bucal.
—Bueno pero...—pensé en algo más— no tengo saldo para llamar a mi mamá.
Meriah me pasó su celular.
—Gracias.
Anoté lentamente los números en el celular de Meriah y Octavia llegó.
—Lo siento chicas no puedo, pospuse mi cita en el hospital para más tarde y no puedo cambiarlo.
—No pasa nada —respondió Aleyah—
Las gemelas me miraron.
—¿Ya llamaste?
—Ah, lo siento —pulse el botón verde y comenzó a timbrar—
Pensé que se había cancelado porque Octavia no podía pero ahora sabiendo que no irá me siento más tranquila. Escuche la voz de mi madre a través del celular, indicándome que me había contestado.
—¿Quién es?
—Mamá soy yo, Lydia
—¿Y este número, pasó algo? —dijo preocupada—
—No ,todo bien solo que... quería pedirte permiso para quedarme a dormir en casa de las gemelas —dije mientras pasaba mi mano por mi nuca—
—¿Cuándo?
—Hoy —respondí en un tono bajo—
—Lydia... —llamó en tono amenazante—
Aleyah llego a mi lado y me hizo señas mientras me quitaba el celular y se iba.
—Hola señora ¿cómo está?
Solo veía como asentía y sonreía al teléfono, colgó la llamada y me miro alzando los pulgares. Fuimos con los demás.
—¿Y entonces? —preguntó Meriah—
—Si le dieron permiso —exclamó su hermana feliz—
Octavia puso mala cara.
—Pensé que se cancelaría porque yo no podía.
—Ya tendremos oportunidad para ser las 4 —anunció Meriah— además no hemos tenido una pijamada con Lydia.
Octavia iba a replicar pero un timbre sonó en su celular.
—Llegaron por mí, adiós —se despidió con la mano algo molesta y se dio la media vuelta para irse—
—Pero no te vayas sola —dijo Rodri— te acompañamos
Todos en bolita fuimos hacia la salida y nos despedimos; a los minutos llegó la madre de Rodrigo y recogió a los chicos.
—Nosotros también tendremos nuestra noche —dijo el rubio orgulloso—
—Nos vemos chicas —se despidió Isaac—
Rodrigo y Isaac se despidieron con un beso en la mejilla mientras Tadashi solo hizo un ademán con la mano. Vimos a los chicos desaparecer y nos quedamos esperando por quien iba a venir por nosotras.
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A través de la ventana
Romance... "Sentí como alguien me miraba, giré hacia el lado de la ventana, había un chico recargado en un árbol observándome, tez aperlada y cabello azabache ,por lo que logre distinguir; no se si me miraba a mi o a alguien mas pero desde ese día siempre...