Ene-amigos

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Era una noche fría y oscura, como de costumbre Shizuo se había pasado una gran parte del día persiguiendo a Izaya, ahora ambos se encuentran en la azotea de algún edificio no muy alto. Cualquiera pensaría que Shizuo estaba gritando, pero más bien eso era un gruñido.

Shizuo: -Izaya, hijo de p***, deja de jugar, deja que te ponga una mano encima maldito piojo, te dije que no volvieras a mostrar tu sucia cara en Ikebokuro de nuevo.

Izaya mientras agitaba su mano: -No sigas Shizu chan, harás que me sonroje.

Shizuo: -Maldita pulga eres lo peor, te voy a...

Justo en ese momento Shizuo se detuvo al ver la luna brillando intensamente y así iluminando de un modo muy peculiar el contorno de Izaya, esa luz de luna le hacía justicia a todo el cuerpo del informante y sobretodo resaltaba esos ojos carmesí y su lindo y joven rostro. Shizuo sin darse cuenta se sonrojó, pensó que quizá todo era culpa del cansancio.

Izaya dijo mientras miraba con arrogancia a Shizuo y sin quitar su sonrisa tan típica: -Bestia estúpida, tu cerebro de protozoo no puede siquiera terminar una frase, es por eso que nunca estarás al nivel de un dios como yo.

Shizuo rugió: -¡¡¡Izaya!!!

Como de costumbre ambos hombres continuaron su persecución sin descansar. Poco después se hizo de madrugada, Izaya amenazaba a Shizuo con su navaja, por su parte Shizuo sostenía una señal de alto, ambos estaban completamente agotados.

Izaya jadeo: -Ne Shizu chan ¿ya estás cansado? Jeje

Shizuo cerrando los ojos pero por primera vez tranquilo: -Oe Izaya kun ¿quieres detener la guerra?

Izaya quedo asombrado por las palabras de Shizuo, pero no lo demostró, después de todo aún tan cansado él conservaba algo de dignidad, dignidad que no le iba a regalar a su némesis.

Shizuo incluso parecía feliz, este lado de sí mismo no se lo había mostrado a nadie, ni siquiera a sí mismo, después de todo... las palabras que acababa de decir significaban demasiado. Detener algo que habían iniciado desde que Shinra los presentó, y que había durado tantos años; pero claro, pasaron tanto tiempo odiándose que era lo único que tenían, era el único lazo que los conectaba.

Shizuo sonrió y se desplomó en el suelo exhausto.

Izaya dijo sacando su navaja: -así que eso es todo lo que tienes, oe bruto levántate, no será mi culpa si te mato ahora.

Shizuo: -Zzzz

Izaya: -Shizu-chan casi podría decir que te vez lindo mientras duermes, claro si no fueras un puto monstruo.

(Izaya se desplomo en el piso también)

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Eran alrededor de las 10 de la mañana y había una enorme cantidad de gente en el centro de Ikebokuro, muchos estaban atónitos, otros más tomaban fotos.

Erika: -Kyaa, Dotachin esto irá al fondo de pantalla de mi celular.

Walker: -Erika quiero una copia.

Kadota: -Será mejor que despierte a Izaya, si se enterá después, seguramente quemara la ciudad.

Togusa: -Muy tarde Kadota.

En ese momento un hombre joven con una bata se dirigió hacia los chicos que yacían inconscientes en el suelo, era Shinra, todo mundo se quedó atónito mientras veían esta acción, Shinra en vez de despertarles o ayudarles, los cambio de posición y ahora la situación parecía comprometedora.

El embrujo de los ojos carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora