La medialuna especial

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El abuelo le sonrió – Entonces vas entendiendo, Tomás, esta medialuna, podrá no ser igual a las otras, podrá tener otra forma, otro color, he incluso otro sabor si somos muy estrictos, pero, todas esas cosas son las que la hacen única, y por dentro, es igual a las demás, o tal vez incluso mejor. Acuérdate siempre, Tomás, lo que uno tiene de bueno, lo tiene de malo- cerró los ojos y mordió la medialuna especial, dio un suspiro, y le dedicó una sonrisa a Tomás, dándole a entender, que la medialuna efectivamente estaba deliciosa.

Y Tomás entendió, de una vez por todas, cuál erala lección del abuelo, y nunca más volvió a juzgar a nadie, sin conocerloprimero. 

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