Paris

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Cuando el avión hubo aterrado Claire ya estaba sacando un montón de papeles del bolso, Tom la miró extrañado y antes de que pudiera preguntar ella hablaba.
-Muy bien, después de haber llegado a la ciudad un taxi nos vendrá a buscar y nos llevará al hotel, a las 5 pm tiene que ir a la cita que hay programada, ni un minuto más ni un minuto menos, ¿Queda claro?-Cuestionó la chica.
-Si, Claire- Respondió él, sin poder evitar mirar si llegaba el coche.
-Por cierto, señor Felton, ¿Porque la señorita Gordon no le a acompañado en el viaje?- Dijo Claire.
-Ella y yo nos hemos enfadado- Aclaró Tom, sin dejar que su acompañante comentara nada más al respecto.
Al cabo de un rato, bastante incomodo cabe decir, llegó el taxi, este los llevó hasta el hotel donde cada uno se instaló en su respectiva habitación, después de comer llegó la hora de aquella misteriosa quedada, él no sabía quién lo citaba, estaba nervioso, no entendía porque su manager, que era la misma Claire, no le había dicho nada al respecto.
Llamó a la puerta con fuerza, mientras la chica que se encontraba a su lado lo miraba extrañada, ya que nadie abría. Al cabo de un rato, llegó corriendo un hombre de mediana edad con el pelo castaño y los ojos verdes, que los invitó a pasar a la sala.
-Buenas tardes señor Felton, encantado de conocerle en persona, es todo un placer- Explicó, mientras le ofrecía la mano derecha a Tom, que el chico estrechó.
-Mi nombre es Andrew, tome asiento por favor- Le pidió él, mientras Claire se dirigía a una esquina de la habitación.
-Gracias- Dijo Tom, sentándose en una silla roja que se encontraba en frente de un gran escritorio.
-No hay de qué- Mencionó el castaño.
Cuando todo el mundo se hubo acomodado en su sitio, el hombre comenzó a hablar.
-Bienvenido, e de informarle sobre un pequeño problema de tiempo, nuestro otro invitado, por problemas de trabajo, llegará un poco más tarde, ¿le molesta esperar un poco más?- Preguntó Andrew.
-No, en absoluto- Respondió el chico.
-De mientras pido tres tés, ¿qué le parece?- Cuestionó el hombre.
-De acuerdo- Finalizó Tom, mientras miraba a todos lados, inquieto por saber quién era la otra persona que también asistiría allí.
Removía la bebida lentamente, mientras miraba como se deshacían los terrones de azúcar blanco, su manager y Andrew estaban muy entretenidos conversando sobre lo poco que habían triunfado algunas películas en el cine y cuanto había ganado en tan poco tiempo el nuevo episodio de Star Wars, the force awakens. Nadie se dio cuenta de que llamaban a la puerta suavemente hasta que hubo silencio, Claire se apresuró a abrir y por esta entró una chica que Tom conocía muy bien, llevaba el pelo un poco despeinado, por lo que se notaba que había estado corriendo, tenía las mejillas sonrosadas y los labios cortados, por un momento se quedó parada frente la entrada mirando al chico fijamente, sus ojos brillaron y sonrió, Tom se quedó petrificado, no podía creer que ella estuviera tan cerca de él, no podía creer que podría tomar su mano para acompañarla hasta su asiento, todo parecía irreal, otro de sus sueños que lo dejaban con un gran vacío cuando despertaba, pero no, ella estaba allí, esperando a que alguien dijera algo, aunque el chico seguía sorprendido y con el rostro de color cereza.
Andrew invitó a la chica a adentrarse en la sala, más tarde esta se sentó al lado de Tom y se dispuso a hablar.
-Hola, disculpad mi tardanza, lo siento muchísimo- Se excusó la chica.
Él la miró detenidamente, no había cambiado tanto en todos aquellos años en los que llevaban sin verse, seguía siendo aquella niña que le robó el corazón cuando tenía 11 años, Emma.

I remember youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora