Capítulo 8: Party

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Capítulo 8: Party



¡Tengamos una fiesta!

Party, Elvis Presley.


La mañana estaba soleada y algo fresca. Todos en la casa dormían, exceptuando a los Lennon. La última llamada que le había hecho John a Mimi había derivado en una visita, y con una hora específica acordada, por lo que debían apresurarse para no hacer esperar a Mimi. John cargó a Julian —quien aún seguía dormido— y lo colocó en el asiento de niños en la parte trasera del auto. Volvió a ingresar a la casa y tomó los dos obsequios para su tía. Observó a su esposa arreglándose frente al espejo. Ella se estaba colocando perfume y él la esperó hasta que estuvo lista.

—Cariño, dejé a Julian en el auto. Si tardamos más de seguro se despertará y comenzará a conducir —bromeó John.

Cyn rio y tomó su bolso. Besó a John en los labios y salió. John le siguió después de haber cerrado la puerta de la casa. Situó uno de los regalos en el asiento trasero junto a su hijo, mientras que el otro le cabía sin problemas en el bolsillo de su abrigo. Luego de cerrar el portón de entrada de la casa ingresó en el auto y comenzó a conducir. Poco después observó a su esposa de reojo y la notó algo nerviosa.

— ¿Sucede algo? —preguntó, con la vista en el camino.

—Sabes que siempre me incomoda visitar a tu tía, John —respondió Cynthia, jugando con sus dedos.

—Estarás bien. Está entrenada para no morder —bromeó su esposo.

—No me preocupa que muerda. Me preocupa que ladre —corrigió Cyn.

—Sabes que Mimi te quiere, Cyn —le recordó John.

Cynthia lo observó, aprensiva.

—Eso no es cierto, John ¡ella me odia! —se quejó la rubia.

—Ella no te odia —negó John con una sonrisa.

— ¡Claro que sí! Ella dijo... —Cyn se detuvo al hablar, asegurándose antes de que Julian siguiera dormido— ¡ella solía decir que yo lucía como la acompañante de un mafioso, John!

John rio al recordar eso.

—Bueno, es así como Mimi demuestra su cariño —defendió John.

—Pues yo no lo creo —contradijo su esposa, cruzada de brazos.

—Cariño —comenzó a decir John, tomando la mano de Cyn— si Mimi no te quisiera, ella hubiese impedido nuestro casamiento. Sin embargo, no lo hizo.

—Sí, sólo no se presentó a él y amenazó al resto de tus familiares para que se abstengan de asistir también —explicó ella.

—Pero aun así no lo impidió —aclaró John.

Cyn rodó los ojos. John le dio un rápido vistazo y rio.

—No hay nada de qué preocuparse, Cyn. Yo estaré allí y para defenderte de los agudos comentarios de Mimi —la reconfortó John, acariciando su mano.

Cynthia sonrió agradecida.

—Claro que —prosiguió él— no podré defenderte mientras esté en el baño. Lo más probable es que te destroce durante esos breves minutos en los que yo esté ausente.

Ella le dio un golpe en el brazo.

— ¡Auch! —Se quejó John, sobándose el brazo— pero volveré, te prometo que sí —dijo riendo. —Además, si nos molesta mucho, le daremos la escoba para que se vaya volando y problema solucionado —agregó y le logró sacar una sonrisa a su esposa.

The Night Before (The Beatles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora