El otro lado del espejo

Otra princesa que robo mi corazón

**Andru**

Ya tiene meses que regresamos a la ciudad he estado ocupado con la empresa, pero hoy me tome un día para acompañar a mi mujer al medico para ver el ultrasonido que he pagado para ver el sexo de nuestro bebé este es su octavo mes de embarazo y estoy entusiasmado recogí personalmente a mi mujer que traía un bello vestido y zapatos bajos, bajo las escaleras comiendo un pequeño postre de fresas entro al auto besándome y dándome una fresa en la boca, sonreí y me encamine al medico.

Al llegar al lugar una bella mujer nos atendió era la medico que atendería a mi Susan, era castaña de buena figura usaba tacones y medias con falda entallada no pude evitar analizarla con cuidado se veía joven, Susan  noto mi análisis sobre aquella mujer así que se molesto un poco note sus celos de inmediato ya que últimamente cada vez que se ponía celosa le daba por besarme apasionadamente hasta dejarme sin aire, recostarse en mi pecho y tomar mi mano con suavidad.

Al llegar a la sala del ultrasonido la doctora hizo descubrir su vientre unto algo como gel y utilizando un aparato lo froto con suavidad en el vientre de Susan ahí estaba mi pequeño bebe se veía adorable la doctora recorría el aparato con suavidad nuevamente mientras nos enseñaba los miembros del bebe hasta llegar a la parte que Susan y yo habíamos estado esperando donde nos dio una noticia que cambiaría mi vida el sexo de mi bebe ya estaba formado adecuadamente y era una pequeña niña Susan lloro al oír aquello, esa nueva princesa había llegado a tomar parte de nuestras vidas toda una familia hermosa y sin nada mas que desear, ese fue el día que me volví a enamorar de otra mujer mi Susan y mi pequeña hija eran ahora mi mundo lo que mas amaba y deseaba.

Nuevamente pasaron los días y a mas tardar llegaron los días de levantarme al hospital por falsas alarmas, salia del trabajo y corría al hospital no quería que le pasara nada malo a esas mujeres que tenia en casa. Un día que me encontraba en una junta directiva sonó mi teléfono celular era del hospital me habían informado que a Susan se le había roto la fuente me preocupe inimaginable mente, los trabajadores y jefes de departamento entendieron mi preocupación me dejaron partir conmigo se fue Arthur que por nuestro pequeño trato de que ambos cuidaríamos a Susan iba al hospital, al llegar ahí el medico me llevo a donde mi Susan que estaba postrada en la cama con contracciones y una dilatación de 3 cm, la doctora que nos había atendido en el ultrasonido era la que traería al mundo a mi pequeña hija, tubo que pasar un par de horas para que Susan estuviera lista y al estarlo nos llevaron a la sala de parto donde mi mujer y mi bebe hacían el mejor esfuerzo para que ambas estuvieran bien pasaron las horas y aun nada hasta que por fin salio la pequeña cabeza de mi niña la doctora me pido cortar el cordón y dio un pequeño golpe a mi bebe para que llorara y pudiera respirar la bañaron y revisaron y nos la dieron unos segundos para mirar su rostro, era pequeña de cabellos chinos y azabaches, Susan dijo que tenia mi nariz y mis mejillas, su tono de piel era moreno como la arena era una bebe hermosa. 

Después de que la mirar a nuestra pequeña niña atendieron a mi mujer la hicieron bañarse y a mi bebe la dejaron en el cunero donde Arthur la miro mi  pequeña Mariam Izumi, al pasar un par de días por petición mía dejaron salir a mis mujeres, llegamos a la casa y pedí a Susan que se recostara a amamantar a nuestra bebe, estaba en verdad feliz por mirar a mis mujeres en casa.

Los días pasaban con lentitud pero al mismo tiempo con rapidez desde el nacimiento de mi hija Susan traía el almuerzo al trabajo con la nena en brazos no se separaba ni un minuto de ella era una madre dulce y tierna así como también sobre protectora eso me alegraba, me dedique a que mis princesas tuvieran toda mi atención y lo mejor para ambas, como por ejemplo la ropa de mi bebe y sus habitación eran totalmente exclusivos no quería que mi Mariam fuera como los demás bebes ella era especial y el mundo entero tenia que saberlo, sin embargo, lo que no me espere fueron las depresiones pos-parto Susan lloraba constantemente en casa y no quería separarse ni un segundo de la bebe aun no asimilaba la idea de ya no estar unida a ella, pero para mi ella tenia todo mi apoyo cada vez que podía me daba por mimarla y consentirla quería verla sonreír.

También Susan tubo miles de visitas de toda nuestra familia, en especial de algunos bebes y pequeños de parte de su familia, ella decía que si Mariam aprendía desde pequeña a convivir podría socializar muy bien en un futuro esta idea me causo gracia y me logro robar una risa, a lo cual ella solo me enseño la lengua y comenzamos un tierno juego que termino por algo mas. El que ya fuéramos padres no quería decir que no pudiéramos seguir amándonos. Algo si recuerdo bien era la primera vez que la bebe lloro en la noche Susan no me dejo levantarme a atenderla, sin embargo, solo fue cuestión de un par de noches para que la bebe aprendiera que su cena era a las 10:00 pm y su desayuno a las 6:00 de la mañana, mi vida tenia un nuevo sentido ahora solo puedo decir que me sentía un hombre feliz.