Capitulo 5

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Los suaves toques en la puerta me hicieron despertar del cómodo sueño en que me encontraba.

- Isabel, ya es hora de levantarse. - escuché la suave voz de mi madre tras la puerta y comencé a estirarme. - Te espero abajo con el desayuno. - dijo finalmente y escuché sus paso alejarse cada vez más.

Suspiré y me levanté dejando escapar un largo bostezo. Sin abrir por completo los ojos miré mi habitación tratando de buscar las energías necesarias para levantarme. Sin embargo esas energías llegaron más rápidas de lo normal en cuanto me di cuenta de la situación.

Ayer. Adam. Hojas. Viento.

¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Quién me trajo aquí? ¿Qué habrá echo mi madre de desayuno?

Olvidándome de la última pregunta formulada por mi retorcida mente, salí corriendo a toda velocidad de mi habitación. Bajé por las escaleras rápidamente tratando de no tropezar con ningún escalón y caer reventada en el piso.

- ¡Mami! - grité a todo pulmón. - ¡MAMI! - volví a gritar hasta que llegué al comedor donde se encontraba mi madre colocando el desayuno en la mesa.

- ¡Dios mío! ¿Qué te pasa Isabel?- dijo mi madre con los ojos ampliamente abiertos.

- ¿Quién me trajo aquí ayer? - mi respiración estaba agitada y mi corazón estaba a punto de salirse por mi boca pero eso era lo menos que me importaba ahora.

- Esther.- dijo más tranquila y terminó de acomodar la mesa.

¿Esther?

- ¿Qué te dijo? - dije frunciendo el ceño y mirándola con más detenimiento.

- ¿Estás bien? - preguntó alzando las cejas y deteniéndose frente a mí. Al ver que no contesté procedió a darme la respuesta a mi pregunta anterior. - Dijo que se habían ido de compras y que estabas tan exhausta que te quedaste dormida en el auto. Así que juntas te trajimos a la habitación y te acostamos en la cama. - dijo con tono de obviedad.

Me quedé parada en medio de la cocina mientras trataba de buscar respuestas coherentes a lo que mi madre me había contado, pero simplemente no había ninguna.

- Llama a tu hermano que al parecer no me escuchó. - dijo y desapareció por la cocina. - Ah creo que Esther dejó algo en tu cuarto. - dijo apareciéndose de repente y luego volviendo a desaparecer por donde unos segundos antes había desaparecido.

- ¿Qué? - como alma que se lleva el diablo salí corriendo hacia mi habitación pero sin antes detenerme frente a la de mi hermano que queda desafortunadamente frente a la mía.

- Alex despierta ya, tu novia te está esperando en la entrada. - mentí y a los pocos segundos de yo haber dicho eso escuché el abrir y cerrar de gavetas junto al sonido del agua caer en la ducha.

- Idiota - dije mientras me reía.

Entré a mi habitación y con la mirada busqué para ver si había algo en mi cuarto que no me perteneciera. Justo encima de la mesa de noche había una carta perfectamente doblada. Me encaminé hacia donde ella y al tomarla entre mis manos la abrí.

"Isabela sé que debes estar confundida y asustada. Lo siento. Hoy después de clase hablemos en el mismo lugar de ayer. Aún faltaba mucho de explicar.

Atentamente,
Adam"

Me da miedo saber que aún falta mucho de explicar, quisiera que todo fuera una broma, una muy mala broma. No quería ver a Adam, no quería saber más de los Acuario o Escorpio o de lo que fuera. Solo quería seguir con mi vida normal.

Suspiré y comencé a prepararme para la escuela.

***

Alex y yo nos despedimos de mamá al salir del auto y observamos como el auto se iba alejando por la calle.

- Pagaras lo de hoy Isabel. - dijo mi hermano menor, pero yo solo lo ignoré y me dirigí hacia la entrada de la escuela dejándolo solo atrás.

Mis nervios estaban de punta y mi corazón latía a mil por hora.

- ¡Isabel! - gritó Esther a medida que me acercaba a la entrada. Le sonreí y corrí hacia ella.

Esther pasó un brazo por mis hombros y juntas comenzamos a caminar hacia nuestros casilleros. Quería preguntarle sobre ayer, pero a quien tenía que pregúntale era a Adam que como bien recuerdo fue con el último que hablé ayer.

- ¿Todo bien? - preguntó Esther luego de haber buscado nuestras cosas en nuestros casilleros.

- Claro, ¿Porqué? - pregunté tratando de parecer tranquila, mientras nos encaminábamos hacia Historia.

- Ah no, por nada. - dijo negando y luego me dedicó una sonrisa.

Al llegar frente al salón respiré hondo y entré. Aún no había comenzado la clase y el profesor no llegaba por lo que todos estaban fuera de sus asientos y charlando. Por el rabillo del ojo pude divisar la figura masculina de Adam en una esquina del salón, así que rápidamente me dirigí a mi asiento, tratando de evitar mirarlo.

Esther y yo comenzamos a hablar mientras esperábamos que el profesor llegara.

- ¿Sabes? El chico nuevo no ha despegado la mirada de ti ni un solo segundo desde que entramos al salón. - dijo Esther en un susurro mientras con un leve movimiento de cabeza señaló hacia la dirección de él.

No quería mirar pero la curiosidad me ganó. Lentamente giré mi rostro y mi mirada conectó con la penetrante mirada de él. Su mandíbula se tensó y rompió la conexión de nuestras miradas rápidamente.

Algo no anda bien.

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Hola!!!! Muchas gracias por votar y comentar. Por lo que me dijeron, todas somos Escorpio. Así que #Escorpiofamilyaqui :)

Pregunta:
¿Cuál signo creen que va más con Escorpio?

Espero que les haya gustado el capítulo. Nos leemos luego :) <3

Escorpio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora