Capítulo 6

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Después de clases, me despedí de Esther y le dije a Alex que le dijera a mami que tenía trabajo que hacer de la escuela, por lo que estaría hasta tarde en la biblioteca. Luego de eso, me dirigí a la piscina de la escuela y me senté a esperar por Adam en las gradas.

- ¿Porqué no llega? - dije cansada de esperar como una idiota luego de casi media hora de haber llegado.

Me abracé a mí misma cuando empezó a hacer frío de repente. Las puertas se abrieron y un Adam muy enojado apareció caminando hacia mi dirección.

- Hasta que decides en llegar. - dije y me levanté quedando frente a él.

- Esther - dijo entre dientes mirando hacia la piscina a un lado de nosotros.

- ¿Qué pasa con ella? - dije confundida mientras fruncía mi ceño notablemente.

- Tienes que alejarte de ella. - dijo y finalmente me miró directo a los ojos.

- ¿Qué? - dije aún sin entender. ¿Porqué quería que me alejara de mi mejor amiga?

- Después no digas que no te lo advertí. - dije enojado y tomó mi mano.

- Adam. ¡Espera! - le grité tratando de que se detuviera, sin embargo él continuó arrastrándome fuera de allí.

- Hoy, no te diré nada. Solo regresa a tu casa y mantente a salvo. ¿Entendido? - dijo tensando la mandíbula y apretando su agarre en mi muñeca una vez salimos fuera de la escuela.

- Pero, Adam...- quería preguntarle qué pasaba, pero el solo me cortó.

- Desde mañana comenzamos las prácticas y me puedes preguntar todo lo que quieras Isabel, pero hoy no. Regresa a tu casa ahora. - dijo y se fue, no sin antes darme una última mirada.

- Agh, eres insoportable. Ahora tengo que volver caminado a mi bella casa. - dije rodando los ojos a la nada mientras comenzaba a caminar por la acera a un lado de la carretera.

La noche estaba fría y el cielo estaba arropado de estrellas. Los semáforos me ayudaban a orientarme junto a la luz de la luna mientras caminaba tratando de apartar todo aquel pensamiento de miedo que llegara a mi cabeza. 

- Solo dos calles más Isabel, solo dos. - dije para mi misma tratando de consolarme de algún modo. 

El sonido de unas latas cayendo al piso me hizo sobresaltar y mirar a todos lados. A dos casa atrás, el basurero de una de ellas se estaba tambaleando, como si algo hubiese chocado con el.

- Quizás es un gato. - dije y tragué saliva. Me volteé y continúe caminado solo que ahora más rápido. 

Comencé a escuchar pasos acelerados viniendo de atrás. Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente en mi pecho y sin mirar atrás empecé a correr lo más rápido que pude. Podía sentir alguien detrás de mí y los pasos de esa persona cada vez haciéndose más cercanos. Tenía miedo y mucho. El viento soplaba fuerte en mi cara y sentía que cada paso que daba era más largo que el anterior.

Finalmente divisé mi casa al final de la calle.

- ¡Mama! ¡Alex! - grité con todas mis fuerzas sus nombre, tanto que sentí mi garganta desgarrase. Traté de que mis piernas se movieran más rápido mientras ansiaba que me hubieran escuchado.

Sorpresivamente mi madre salió de la casa mirando para todos los lados.

- Isabel, ¿Qué ocurre? - preguntó asustada cuando llegué a la casa, pero yo solo  me tiré sobre ella y la abracé fuertemente.

- Mama...alguien- tuve que pausar porque tenía la respiración muy acelerada y no podía hablar. - Alguien me está si..siguen... - dije a medias y señalé la calle, pero no había nadie.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? - preguntó mi madre y tomó mi cara en sus dos manos, examinándome.

- Yo...yo, yo, em alguien...me estaba...yo.- entre tartamudeo y tartamudeo mi madre me llevó dentro de la casa.

- Isabel, allá afuera no había nadie. - dijo mi mama mientras se sentaba junto a mí en el sofá de la sala.

- Yo, este, olvídalo. - dije dándome por vencida. Yo definitivamente había sentido y escuchado que alguien me seguía.

- ¿Estás segura? - preguntó aún no muy convencida.

- Si, solo, solo voy a darme una ducha y, y me iré a dormir. - la cabeza me estaba dando vueltas y sentía nauseas.

Me levanté y comencé a subir las escaleras mientras aguantaba mi cabeza que sentía que iba a explotar.

- Ah, Isabel. - me llamó mi madre desde abajo. La miré y asentí para que me dijera lo que tenía que decirme. - Esther vino a verte, pero como no estabas se marchó. La pobre andaba a pie. - dijo y negó con la cabeza.

- ¿Hace cuánto se marchó? - pregunté frunciendo el ceño.

- Ah, como hace diez minutos. - explicó y se marchó hacia la cocina.

¿Hace diez minutos? No puede ser, la hubiese visto por el camino.

Confundida, terminé de subir las escaleras y me adentré a mi cuarto. Encendí la luz y busqué mi teléfono en la mochila de la escuela.

Mensaje de: Número Desconocido.

¿Dónde estás? -A

Mensaje para: Número Desconocido.

¿Adam?

Mensaje de: Número desconocido.

Contesta

¿Quién más podía ser tan irritable e impaciente? Oh, claro, el bondadoso y humilde Adam.

Mensaje para: Adam

En casa.

Omití la parte de ser asechada hasta mi casa por alguien que ni siquiera pude ver.

Mensaje de: Adam

Muy bien. Recuerda que cualquiera puede traicionar a cualquiera. Así que no confíes en nadie.

Mensaje para: Adam

Lo sé, es por eso que me pregunto porqué estoy confiando en ti.

Mensaje de: Adam

Nunca pedí tu confianza, pero creo que confiar en mí es tu única opción.

Tiré el teléfono en la cama y suspiré profundamente. Al parecer Adam, si era mi única opción.

¿Qué realmente soy?

Escorpio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora