Capítulo 3
Tendré un ataque al corazón.
Paul
16 marzo 2014.
— ¡Levanta flojo de mierda! — Prosigo a dar golpes con la almohada en rostro después de gritar al chico que parecía haber entrado en un estado de coma por la noche.
— MALDICIÓN — Gritó el moreno cuando el golpe llega en un lugar diferente y yo no puedo aguantar la risa al ver como este inmediatamente abre los ojos — Serás cabrón Riley.
Veo como se levanta encorvado y restregando sus ojos mientras mi risa desaparece, devuelvo la almohada blanca al pequeño desastre que el chico Finley hace llamar cama y salgo de la habitación esquivando ropa que se ha vuelto dura como concreto en el suelo.
— ¡Más vale que me hagas desayuno Riley! — Escucho un grito a mis espaldas seguido por el sonido de la regadera encendiéndose.
— Pues para algo tienes manos ¿No? — Respondo en alto para que pueda escuchar de la cocina al baño.
Abro la nevera y bien podría salir uno de esos arbustos rodantes del viejo oeste de lo vacía que esta está, a duras penas quedan unas tres rebanadas de queso y unas cuantas manzanas.
Rebusco en la alacena y luego de mover todas las bolsas de comida para perro hacia un lado bueno encontrar una bolsa de pan, sacó el queso de la nevera y me dedico a hacer dos quesos a la parrilla, aprovechó que Gregg esté en la ducha para hacer uno de más para mí y lo como con rapidez.
— Es tiempo de hacer las compras — Digo pasándole un plato con uno de los sándwiches al chico en toalla.
— Zafo, estaré ocupado, dile a Brett a que te acompañe — dice tomando el sándwich en una mano y sosteniendo bien la toalla con la otra.
— Bien, bien — Digo terminando mi segundo emparedado y buscando mi teléfono en la isla.
— Para, para — Dijo el chico moreno removiéndose en el asiento de cuero del auto tratando de alejarme de la curva de su cuello
— Debes aprender a divertirte Brett — Digo mordiendo un lunar debajo de su oreja y riendo.
Salgo de nuestro momento por el sonido de una mano tocando el vidrio con su puño.
—Eh, ¿Pueden dejar de comerse y abrir la puerta?—Dijo más como afirmación la rubia viendo cómo rápidamente el seguro de la puerta derecha subía. — Deberías poner un papel más oscuro en los vidrios, que falta de discreción — Su voz sonaba aburrida mientras comenzaba a escarbar en su bolso, su rostro es un poema cuando encuentra un pequeño tubo negro, labial muy rosa que rápidamente está en sus labios pálidos.
— Sabes que solo vamos al súper ¿No? — Digo arrancando el auto y dirigiéndome rápidamente hacia el trabajo de Brett.
— Deja a la chica arreglarse Paul — Dice Brett arreglando el cuello de la camisa y ocultando la mancha roja, sonrió al verla.
— Deja a la chica arreglarse Paul — Dice Holly repitiendo y mirándome en forma victoriosa — Holly Birdwhistle — tiende su mano hacia al asiento del copiloto donde es recibida por la de Brett.
— Oh conozco bien ese nombre, estas en todos los periódicos, junto a mi novio —Dice este en tono serio.
—Oh mierda —Dice en un pequeño susurro ahora cohibida.
Y Brett se deja ir en carcajadas al ver su rostro por el retrovisor, la chica parecía tan apenada.
— Oh dios no pongas esa cara, estoy al tanto de su extraño trato — Dice Brett ahora mirando por la ventana y se nota en su voz, que si bien lo sabe, lo odia y lo entiendo, lo odio también y de que Holly siente igual. El ambiente en el auto se tornó tan tenso que podría haber sido cortado con el rápido batido de las afiladas pestañas de Holly.
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How To Be A Beard
Fiksi RemajaEn las historias siempre es el chico queda con la chica. El amor triunfa sobre el odio. Todos son felices para siempre. Bien, quizá así sea para chicos normales. Pero no para un chico cuya banda tiene dos premios Grammy y tres discos de Oro, la cos...