Capitulo 3

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"Mi cuerpo puede manejar el dolor físico, pero no el emocional, puede soportar las cicatrices pero no el pensamiento"

¿Qué habría pasado?, ¿Qué hizo mal? Siempre lo hacía y nunca pasaba esto. Cayó tendido al suelo y no supo más.
Habían pasado al rededor de tres horas, Jimin, abrió sus ojos por el tremendo rayo de sol que ingresaba por aquella pequeña coladera, vió a su alrededor y se dió cuenta de que se encontraba en una habitación muy insípida, blanca, con sillones azules. Muy parecida a la de un doctor. Dirigió su vista a un pequeño escritorio de madera café que se encontraba en la esquina del frente de su cama y topó con su mirada con una señora viejecita, pequeña y rechonchita, vestida de blanco con una falda más abajo de las rodillas y su cabello atado en una colita. La doctora —Al parecer—, se dio cuenta de la mirada persistente del chico y optó por ir hacia el.

—Qué bueno que al fin despiertas cariño.—Comentó la señora anotando algunos datos en su tabla.
—¿Qué hice? ¿Por qué estoy aquí?—Jimin levantó su torso de la pequeña cama reclinable y vio un vendaje en su mano izquierda.—¡¿Qué me pasó?!—.
—¿Y ahora no lo recuerdas?—Comentó la señora negando con la cabeza.—Un amigo tuyo, o compañero te ha encontrado en el baño, desmayado desangrándote. Te cortas cierto.—La señora, no lo hizo como una pregunta, si no como una afirmación.
—Bueno...Yo...—
—Dímelo, ¿por qué lo haces?—Dijo la doctora dispuesta ayudar.
—No...Sencillamente no puedo, lo siento.—Finalizó Jimin dispuesto a no decir nada más.
—Querido, estás en el colegio. Nuestra obligación es velar por el bienestar de nuestros estudiantes. Siéntete en confianza de contar con nosotros, ¿por qué no lo puedes hacer?—
—Realmente no puedo. Y me frustra saber que no puedo decir nada a nadie. Pero le prometo que en cuanto me sienta a gusto se lo diré, ¿de acuerdo?—Comentó Jimin bajándose de la camilla.
—¿Lo prometes?—Dijo la señora.
—Lo prometo.—Dijo el, sabiendo que por dentro estaba mintiendo.
—Bien, lindo. Por el momento debes ir a clase de baile. Te has saltado tres horas por esto, pero tranquilo que yo arreglo esto. Ahora, anda feliz, y en cuanto estés bien vienes y me cuentas, ¿De acuerdo?—
—¡De acuerdo!—Se despidió Jiminnie con una sonrisa que no era precisamente alegre. Salió por aquella pequeña puerta y ahora... Se debía enfrentar a todo lo que tenía miedo, Al menos le tocaba baile, ¡Cómo amaba aquello!

Gracias a su papá logró librarse de esta clase por casi todos los años, ya que le daba vergüenza bailar frente a los demás, pero en este se le había olvidado hacerlo... Y ni modo, debería resignarse, cargó su mochila a su espalda, y se dirigió a el salón. Entró y todas las miradas fueron a el.

¡Hurra! Esa clase no le tocaba ni con Yerin ni con las clones... Y mucho mejor sin Sehun. Fue hasta el vestidor, y se puso su ropa para deportes. Se colocó algunas manillas para que no se notaran sus cortadas, si veían eso, ¿qué sería de el?

Salió y todavía no iniciaba la clase. ¡Qué bien!, Decidió sentarse en las gradas, quizás para ver como vuelan los moscos. No tenía a nadie... Bueno sí a Tae y Kookie, pero ellos de seguro se encontraban en otra clase. Apoyó sus codos en sus rodillas y puso su cabeza entre sus manos y se dedicó a pensar. ¿Se habrán enterado de esto Yerin y los demás? Y si lo había hecho, ¿qué le harían ahora? Casi se ponía a llorar, pero derrepente un "Hola" la sacó de sus pensamientos.

—¡Hola! ¿Eres Jimin?- El alzó su cabeza y se encontró con un chico alto , con unos ojos cafes y el cabello castaño. Como los de él , pero más claros, el chico era más alegre y feliz que el. Y por lo tanto con una vida normal.
—Hola...Sí, ¿Tú eres....?—El chico tomó asiento a lado de Jimin
—¡Oh! Que despistado, cuánto lo siento... Mi nombre es Kim SeokJin pero puedes decirme Jin.—Dijo el.
—Oh... Yo soy, bueno tú ya lo sabes, y ¿qué se te ofrecía?—Comentó el, un poco más alegre.
—Pues bueno... Solo quería preguntarte si te encuentras bien.—
—¿Por qué?—Dijo el confundida.
—Yo te encontré en el baño, y te llevé a enfermería ¿qué te pasó?—Dijo Jin curioso.
—Realmente no te interesaría saberlo, y disculpa... Pero no quiero hablar de eso—Respondió Jimin cabizbaja.
—En realidad me importa, si te interesa no soy como Yerin ni sus amigos .—¿Cómo el sabía eso?
—¿Tu...Tu sabes lo que me hacen?—Dijo Jimin preocupado.
—Lo presentía, pero ahora tú me lo confirmaste.—¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! Se reclamaba Jimin
—Pero, tranquilo tú, puedes confiar en mí. Es más, ¿quisieras ser mi amigo?—Dijo Jin con una sonrisa.
—Está bien...¿Vamos ya? Al parecer la profesora ha llegado ya.—
—¡Claro! Vamos, ven con cuidado.—Comentó Jin mientras llevaba a Jimin hacía la pista, ya que el estaba muy débil.

Un punto bueno; Había hecho una amigo. Un punto malo —Y para el el peor—;Jin sabía todo lo que le pasaba a Jimin ... ¿Era bueno... o malo?

La clase pasó muy rápido, ¡de lo que se estaba perdiendo! La clase con Jin fue divertidísima, incluso le hizo olvidar de todos los problemas que la agobiaban. Mientras bailaba con el, le iba contando todo de su vida —A excepción de lo de Yerin—, aunque parece que Jin ya lo sabía. De igual forma Jin le contaba todo a el. Le contó del pequeño tatuaje que se había hecho que decía "love yourself", que le gustaba reírse, comer helado, la pizza, ¡Y millares de cosas más!

Al final de la clase, Jin se disculpó con Jimin ya que ella había quedado en una cita con su novio Namjoon, o algo así le comentó. Así que se encontró solo... Otra vez.

Decidió ir a buscar su mochila, que la había dejado en las gradas ya que tenía que cambiarse... y ¡¿no estaba?! ¡¿qué pasó aquí?! ¡Yerin !

—¡¿QUÉ MIERDA LE PASA A ESA ZORRA CONMIGO?!—Gritó Jimin sin importarle quién se encontraba en el salón. Salió a buscar su mochila... Pero solo se encontró con tres personas... Con las que menos quería verse....

Bullying ↠YOONMIN↞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora