Álvaro:
Era hora de resolver mis problemas con Bers.
Tal vez me mande a la mierda; tal vez no debí haberlo tratado así cuando intentó hablar conmigo.
Tomé mi móvil y marqué su numero con rapidez.
-Hola... ¿Álvaro?.-
Respondió con pereza.
-Si Bers... Soy yo.-
Se escuchó un largo suspiro.
-¿Qué es lo que quieres?.-
Su voz se oía aún como si acabara de despertar, pero a la vez se escuchaba temblorosa.
-Disculpa si sólo te molesto... Pero necesito hablar contigo lo más pronto posible.-
Y otro suspiro más, pero ahora aparecieron sollozos ahogados.
-S-si... Claro... Nos vemos en el parque ahora mismo.-
Su voz se escuchaba ahora amenazante al llanto.
Colgó sin antes poder responderle.
Suspiré pesadamente y caminé hasta mi closet, de éste saqué una sudadera y un gorro.
Metí mi móvil en la bolsa de mi pantalón y caminé hasta la puerta de mi habitación.
Salí y me encontré con Germán.
-¿A dónde vas tan arreglado eh Álvarito?.-
Habló en un tono seductor lo que nos causó gracia a ambos.
-A ningún lado Germancito amor de mi alma.-
Dije aún riendo siguiéndole el juego; él río nervioso y caminé a la salida ignorando aquel gesto.
Me coloqué el gorro que llevaba en la mano y después mis audífonos.
Caminé hasta llegar al punto de encuentro con Alfonso.
Lo observé, él ya estaba ahí. Con sus ojos llorosos me miró.-Y... ¿Sobre qué querías hablar?.-
:3 :D