Tenía el "Don", sabía perfectamente que podía llegar a las mentes de las personas sin ningún esfuerzo. Ella podía manipular los sentidos y arrancar más de un suspiro. Se jactaba de tener entre sus brazos, los anhelos de una noche pasajera. Vivía de las facilidades que le daba la gente, siempre cuidando que su corazón no se desplomara en desgracia. Sin embargo, no podía evitar seguir escribiendo sobre esa sonrisa. Odiaba que cada lustro apareciera en su vida, esa persona que tenía el poder de cambiar su mundo, de manipular sus letras.
All about us.
Write about us.
Write about...
Forever.
Y por odio se refiere al amor por esos suspiros que de vez en cuando se escapaban. Como cuando condujo a casa y sin querer, al mirarla de reojo, la vio tan calmada y tan hermosa, que no pudo evitar suspirar.
No es que fuera capricho, pero el karma le estaba aplicando con creces todo lo que en su pasado había hecho. Era justo pagar una de tantas.
Ella contaba con entusiasmo lo que veía, lo que sentía, lo que le quemaba por dentro. Sus ojos brillaban y era objeto de las burlas, pero no le importaba, disfrutaba de la manera en que podía sentarse delante de una hoja en blanco y escribir hasta que le daba la madrugada.
Había olvidado lo que era observar el cielo.
Tenía mucho tiempo, en que no gozaba de la dicha del aire fresco golpeando sus mejillas.
Te extraño...
No sabía de extrañar. Nunca fue de esas personas que extrañaban, pero ahí estaba extrañando con todas sus fuerzas. Se sentía irreconocible y se veía irreconocible.
1.- Deseaba haberla conocido antes de que sus palabras fueran torpes.
2.- Deseaba que pudiera atravesar su mente.
3.- Deseaba volar e ir hasta donde ella se encontraba.
4.- Deseaba que no hubiera distancia por diminuta que fuera, que las separara a la hora de dormir.
5.- Deseaba entrar en su mente, en esos sueños donde no podía saber qué es lo que pasaba.
Si tan solo...
Ella solo quería tener la magia en sus manos, para encontrar la respuesta a su desesperación.
Y daría la vida por una mirada, por un abrazo, por un beso...
Daría toda su fortuna. Su suerte, su éxito y su don, por solo un instante en su cerebro.
Solo quería comprender.
Le costaba trabajo poder decir lo que su mente gritaba. Nunca había sido de esa manera, pero hubo veces, donde por más que quiso decirlo, solo se quedaba congelada.
Su mente se detenía.
Sus manos la traicionaban.
Su corazón se aceleraba.
Le faltaba el aire.
Su juicio se nublaba.
Y para cuando reaccionaba, ella ya había partido lejos. Como ese día, donde quiso seguir a su lado y solo la vio alejarse entre los autos.
No. Ningún mensaje aun.
Pero ¿Por qué era difícil?
La respuesta era fácil, incluso era obvia... ella tenía miedo.
No le gustaban los poemas, pero:
"Lo bello asusta, impacta y sorprende. La inteligencia asusta, impacta y sorprende. Ellas encierran la falsa seguridad bajo un candado impenetrable. Lo bello es bello. Y cuando el amor aparece, cuando es sigiloso y tierno, desarma y derrumba las paredes del alma. Asusta y ahuyenta al cobarde, deja mudo al más hablador y silencia el eco de los egos que se elevan sin razón. Lo fácil, fácil se va. Y quien crece precavido, solo termina ahogándose en sus penas.
Lo hermoso nos cuesta la vida...
Sin embargo...no hay nada más bello que lo que se va. Nada más inquietante que haberlo vivido. Como una flor entre las ruinas o una hoja que, dispersa, al viento se da. Por eso el miedo...este miedo de perderte que pone el sangría duelo en la mirada, el pensar que de tan bello algún día, quizás...no quedará nada".
Jugaba con su mente y sus manos eran las culpables de tan divina tortura. Los poros de su piel clamaban una caricia.
Ella, ella solo tenía miedo.
Y cuando comenzaba a pensar que todo estaba perdido debido a su torpeza:
-Solo habla. Solo di lo que quiero escuchar. No calles, no supongas. Solo dilo por favor.
Era una invitación. Era suplicio.
ESTÁS LEYENDO
Del otro lado del telefono
RomanceY un dia, se tomo el tiempo de admirar su inteligencia y para su mala o buena fortuna, termino encontrando lo que tanto habia querido. Ella era su musa, del otro lado del telefono. Para Yas...