16- SU OPINIÓN

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COMPRENSIÓN
***


Después de comer y charlar un poco más, Colin me llevó de regreso a casa y se despidió tras decir que me llamaría pronto. Lo primero que noté al entrar al departamento, además de las luces encendidas, fue que Levi estaba sentado y parecía estar esperándome. Actuaba extraño.

Hablamos un poco, le conté que Colin y yo ya habíamos decidido hacer más formal nuestra relación y luego él solo se alejó de mí con rumbo a la cocina. Por más que lo intenté, no pude ignorar la manera en que sus hombros se hundían. Pensé que eran sus celos haciendo acto de presencia, por lo que no le tomé tanta importancia. Al fin y al cabo, Levi había admitido que no me quería de un modo romántico y yo le había dicho que no se entrometiera en mi relación con Colin.

Sin embargo, seguía siendo mi amigo, no quería perderlo. Quería dejar de amarlo de ese modo tan doloroso e insano para mí sin perder su amistad, así que después de dos años, al fin estaba dispuesta a aceptar su amistad sin esperar nada más a cambio.

Mejor amiga y nada más.

Cuando salió de la cocina tenía una expresión pensativa en el rostro y una manzana en la mano. Me mostró una leve sonrisa al ver que lo seguía con la mirada, pero sus ojos no sonrieron como era característico en él. Parecía desganado. Sin embargo, cuando se acercó y le dio una mordida a la fruta, cualquier rastro de molestia en su semblante desapareció.

—¿Levi? Quería saber...

¿Qué te agobia?

Me mordí el labio inferior. Él miró la manzana con desconfianza y la dejó sobre la mesilla frente a él antes de fijar la vista en las palmas de sus manos. Parecía distraído, y de repente ya no estaba tan segura de decir lo que tenía en mente.

—¿Qué pasa?

—¿Recuerdas cuando te comenté que quería escribir un libro?

Ladeó un poco la cabeza y fijó sus ojos en mí. Me puse nerviosa ante la intensidad de esos pozos oscuros. Recorrió mi rostro sin perder detalle, cada centímetro fue acariciado por su mirada y relamí mis labios cuando su atención cayó en mi boca.

—Claro que me acuerdo. ¿Por qué?

—Estaba pensando que tal vez te gustaría leer algo de lo que llevo —susurré.

Sabía que me estaba arriesgando al decir aquello y mi estómago se apretó con miedo. Levi no confiaba en mi capacidad de escribir algo bueno, ¿por qué le estaba diciendo esto?

Quieres darle la oportunidad de cambiar de opinión.

Tragué saliva con dificultad al ser consciente de ello. Era verdad. Quería darle la oportunidad de leer y cambiar su imagen de mí. No quería que me viera como una chica aburrida, sino como alguien con una gran imaginación capaz de crear nuevos mundos. Tal vez mi novela le parecería buena y él dejaría de pensar que era incapaz de escribir algo entretenido. Tenía la esperanza de que fuera así.

Pero si no le gustaba...

Estaría bien. No iba a mentir y decir que no dolería, porque sabía que lo haría, pero no iba a venirme abajo. Sus comentarios ya no tendrían tal poder sobre mí. Ya no iba a derrumbarme por no gustarle a todos, era imposible lograrlo. Lo importante era agradarme a mí misma, estar satisfecha, y poco a poco iba a lograrlo, yo lo sabía.

Las cejas de Levi se elevaron con sorpresa al escucharme. Una pequeña sonrisa curvó sus labios y sus ojos brillaron con entusiasmo.

—¡Claro! Me encantaría.

Siempre has sido tú ✔ (EN LIBRERÍAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora