Que lo decida el viento.

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Nuestra historia se la quedará el viento, los árboles se quedarán con los recuerdos y en cada hoja habrá una sonrisa, habrá una mirada, y en las rosas de aquellos jardines se quedará aquel amor que nos tuvimos, y algunas posiblemente marchiten, y otras tal vez nazcan, el viento cargará con nuestra historia y pasará por el lugar donde tanto tiempo pasamos juntos. El viento se encargará de decidir en qué dirección ir, si volver a juntar nuestros caminos o dejar inconclusa aquella nuestra hermosa historia de un amor prohibido.


Cartas al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora