El final de nuestra historia.

792 48 5
                                    

Había un millón de razones por las que no debía enamorarme de ti, eran demasiadas nuestras diferencias, pero tantas nuestras coincidencias, era como si el destino se aferrara en partes iguales a juntarnos y a separarnos.

Durante mucho tiempo fuiste lo que más quería en todo el mundo, y cuando te perdí me sentí acabada, sentí que no podría salir de ello jamás.

Pero hoy por fin puedo decirte que está bien, que estoy bien, aunque ya no nos veamos, aunque ya no hablemos.

Me he enterado de que tienes novia, he visto las fotos, y se ven hermosos juntos, y lo mejor de todo, te ves feliz y eso es lo más importante. Me ha dado gusto saber que estás bien (a pesar de que eso incluya mi olvido) pero de todo corazón puedo decir que estoy contenta de verte sonreír de esa manera, como sonreías conmigo.

No lo voy a negar, a una parte de mi le dolió, es esa misma parte que siempre va a quererte y recordarte, pero gana el deseo de verte contento (donde sea y con quien estés).

He decidido quererte sin que duelas, a la distancia y cada quien por su lado, es lo mejor. Te he escrito tanto y creo que por fin es hora de una carta de despedida, es hora de que yo continúe con mi vida, eso no significa que te olvidaré, pero no puedo vivir todo el tiempo hundida entre recuerdos que no volverán.

Ahora entiendo el significado de "todo pasa por algo" frase más común y muchas veces dolorosa. Y hoy lo digo así, pero no fue nada fácil, tuve que pasar por mucho llanto, desesperación, frustración e impotencia. Soporté los recuerdos y las nuevas noticias, pero hoy por fin, después de mucho tiempo he vuelto a ser yo, mejor dicho, alguien diferente a mí.

Y es que aprendí muchas cosas durante todo esto, aprendí que debes querer con todo el corazón pero no con toda tu mente, quiérelo, quiérelo mucho, pero no lo necesites.

Tuve una vida antes de ti y tendré una después, (y no, no hablo de chicos) fuiste (y siempre serás de alguna manera) muy importante para mí.

También quiero dar las gracias, a ti, a la vida y al destino por permitirme vivir esto, gracias por todo; por cada risa que compartimos, cada sonrisa que me provocaste y que logré sacarte con mis tonterías, gracias por los buenos momentos, que lindos los detalles que tan feliz me hicieron, esas miradas de reojo y cada vez que te descubría mirándome, gracias por los atisbos de sonrisa cuando nos encontrábamos por casualidad, las palabras dichas, las jamás mencionadas, lo que lográbamos decir entre líneas, gracias por cada cosa que nos unió, y cada cosa que nos separó.

Puedo atreverme a decir que lo mejor de todo siempre fueron las miradas, cada expresión en tu rostro al mirarme, los gestos que te provocaba, los ataques de celos que tuviste que callar, todas y cada una de las miradas que compartimos, las que te di, las que me diste.

Nunca fuimos nada pero siempre hubo algo entre nosotros, una energía palpable, un secreto inconfesable...

Ojalá tu también recuerdes lo que fue, ojalá no me olvides y ojalá (ojalá) de vez en cuando te preguntes por mí.

Y aunque yo ya no esté allí, aunque nunca vuelva, todos los recuerdos, todos los momentos habrán quedado guardados, aunque en un tiempo ya no recordemos todo, siempre habrá un momento del día, un lugar, una persona, una canción, un libro que me hará recordarte y que me haga preguntarme qué habrá sido de ti, me preguntaré si tal vez aún te acuerdas de mí de vez en cuando y me extrañas, o si mi recuerdo se lo llevo el tiempo y las circunstancias.

Esta carta es una despedida, cerraré nuestro libro y lo guardaré en el baúl de los recuerdos, espero no me olvides y espero que una parte de ti nunca deje de quererme...

Recuerda que siempre te quise, te quiero y te querré; aunque estuvimos destinados a no ser.

Cartas al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora