Capítulo 3

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Volví a poner en marcha el tiempo.

Cogí el teléfono.

-¿Si?

-Kendra... quería disculparme por lo sucedido... estaba un poco borracho y ya sabes que se me sube mucho a la cabeza y me afecta mucho el alcohol. Todos mis amigos me estaban diciendo que ya era hora de pasar al siguiente paso y al final me lo metieron en la cabeza...

Ahora recordaba que se había un par de cervezas vacías en la cocina, por eso había ido tanto a la cocina...

-Entonces si tus amigos te dicen que me mates, ¿me matarías?- estaba muy cabreada con lo que me acababa de decir.

-No, por supuesto que no, Kendra te quiero, siempre te he querido y nuca dejaré de hacerlo, pase lo que pase.

Esto me dolía mucho, pero lo tenía que hacer.

-Matt... últimamente no eres el mismo, yo quiero salir con el chico adorable, cariñoso y divertido que conocí, quiero al antiguo Matt- en las últimas palabras se me rompió la voz, era muy doloroso. Era fuerte, pero no insensible.

-Cambiaré- estaba desesperado, se le notaba la tristeza en la voz.

-No, no quiero que cambies.- se me rompió la voz aún más, estaba al borde de las lágrimas, pero tenía que aguantar un poco más, aunque no sé cuánto más podría soportar- Sé que si te doy otra oportunidad pasará lo mismo... y no quiero que vuelva a pasar.

-Entonces... ¿Estás rompiendo conmigo?- dijo tras unos segundos de silencio desgarradores, su voz era fría, pero era una voz triste en el fondo.

-Sí...- tenía que cortar esto ya o empezaría a llorar, no podía dejar que me oyera llorar. Sería demasiado duro para él, le importaba demasiado.- Necesito tiempo para asimilar todo lo sucedido, por favor- en las ultimas se me rompió la voz, estaba destrozada por dentro.

-Vale...- Estaba destrozado, nunca lo había visto tan mal... todo por mi culpa, pero lo tenía que hacer- Haría lo que fuera por ti, ya lo sabes.

Colgó.

En ese momento me derrumbé, me fallaron las fuerzas y se me fue el móvil de las manos al suelo. No podía ni sostenerme, me caí de rodillas y me puse a llorar tapándome la cara con las manos. Todo lo que había aguantado había salido de golpe. Todo esto era muy duro...incluso demasiado para mí, era fuerte, pero no era una insensible, todo esto me desgarraba el alma y me estaba destrozando por dentro. Casi dos años de relación echados a la mierda, todos los años de consuelo mutuo, cariño, confianza y mucho más echados a perder, me sentía culpable...pero tenía que hacerlo, no quería arriesgarme a que volviera a pasar.

Llevaba unos 15 minutos llorando cuando alguien llamó a la puerta, sería mi madre porque mi padre estaba en un viaje de negocios.

No quería que me viera así, conque paré el tiempo para poder tranquilizarme.

Estuve una media hora para tranquilizarme del todo, volví a poner el tiempo y le dije que pasara.

-¿Estas bien?-dijo asomando a cabeza por la puerta.

-Sí- dije con una sonrisa lo más convincente posible, no quería que se preocupara por mí ni tampoco me apetecía mucho hablar del tema en estos momentos, estaba todo muy reciente para poder contarlo abiertamente sin empezar a llorar

-Parecía que estabas llorando

-No,- estaba deseando que se fuera, no podría aguantar mucho más- estoy bien.

Me miró con cara de sospecha, sabía que estaba mintiendo, pero se habría dado cuenta de que la causa de esa mentira era que no quería hablar del tema. Puso una cara de consolación y me habló con la voz más dulce del mundo.

-¿Quieres cenar?

Miré el reloj y me percaté de que eran las diez de la noche.

-Mmm...Vale.

-Estupendo, estará en unos veinte minutos, yo te aviso cuando esté preparado.

Cené carne y guisantes, mi madre notó que estaba cabizbaja pero no me hizo preguntas. Cuando terminé me fui a dormir, no quería mirar el móvil por si había algún mensaje de Matt.

Me puse un poco de música, música triste ya que no estaba de humor para otro tipo de música, me quedé dormida a la media hora, el haber llorado durante tanto tiempo me había dejado agotada.

Tuve pesadillas en las que aparecía Matt. Él estaba con otra chica y me acusaba de que lo nuestro hubiera terminado, yo empezaba a llorar y él se besaba con una chica sin rostro alguno era muy siniestro y a la vez era una de las peores pesadillas que había tenido en la vida.

Me desperté llorando, me tranquilicé un poco diciéndome a mí misma que solo era una pesadilla, era producto de mi imaginación. Me costó mucho, pero me volví a dormir pero esta vez con miedo a volver a tener otra pesadilla como esas.

Por suerte no soñé nada o no lo recordaba. Otro día, el primer día sin Matt a mi lado... pero tenía que ser fuerte e ir a clase.

Cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora