Sola

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Me metí en la ambulancia y aguante el no llorar cuando me curaban las heridas, no por el dolor físico sino el sentimental, lo único que tenía aparte de mis amigos eran mis padres y se habían ido, así sin más.
Llegamos al hospital y lo único que dije fue:
"Tengo que hacer el funeral cuanto antes".
De ahí empezaron a venir amigos y familiares, demasiados para contarlos, me dijeron que lo sentían y me daban besos y abrazos, todos menos mis primos que para ellos fui un hola y adiós, excepto Miguel y Ely ellos se preocuparon mucho por mi más de lo que lo haría cualquiera. Mi otra prima Manuela estaba en Italia y no paraba de mandarme watsaaps de los que me estaba rayando un poco y mi hermano de entrenador en Hong Kong y el pobre no se enteró de la noticia.
Me fui a casa por la noche, bastante tarde, fui al baño y me lave la cara. Me mire en el espejo y acto seguido rompí a llorar, siempre me había aguantado llorar en público y hacerlo en casa me hizo expulsar todo. Pachu, (mi perro) se acercó a ver qué me pasaba, sabía que algo iba mal, en cambio mi gata solo quería comer como todos los malditos días:
-papa y mama no van a volver Pachu- le dije sabiendo que por lo menos me hacía caso-nunca más.
Me fui a la ventana y me quedé mirando estaba lloviendo fuera y dentro, dentro de mi. Sé que soy pesada pero imaginad que las personas que más queréis en el mundo mueren, en el que sería el día más especial de tu vida.
No podía más, me senté cogi mi guitarra (la cual sobrevivió al accidente  no se  como)
Y me puse a tocar la canción más deprimente que encontré en mi cancionero, mientras tenía unos billetes caducados de avión en la mesa, una foto familiar y otra de mis amigas.
¿Debería preguntar a mis amigas del alma que debería hacer?
No entiendo para que coño me lo pregunto si la respuesta es sí, cogí el paraguas y me fui a casa de Elena, seguramente luego a la de Alba:
-Hasta luego-grité.
Creo que me va a costar estar sola y a acostumbrarme a no despedirme a gritos.
Porque nadie me va a oír.

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