[ He's so high ]

[ Capitulo 013 ]

Ambos volteamos y era Graham que salía mirandonos por un momento.
-¿Interrumpo algo?- menciono y si voz ya se escuchaba algo afectada por el alcohol.
-No, todo esta bien Gra, no te preocupes- contesto Damon rápidamente y se volteó. Lo mire algo confundida ¿que rayos le pasa? ¿Yo que tengo que ver?
-Velvita, velvitaaa-a- se me acerco Graham haciendo una voz medio graciosa y no pude evita reír-
-Basta Coxon, tu aliento es peor que el mío- lo empuje un poco riendo. Él sonrió y se acerco dándome un pequeño beso en la comisura de los labios. Yo lo mire y él estaba fascinado con una sonrisa de oreja a oreja.
-Basta por favor Graham, no empieces- Damon le dijo algo molesto y camino hacia adentro.
-Uuuu-uy... Tranquilo Albarn, no te la quitare- le hizo una mueca y él sólo le sacó el dedo y se metió a la casa.

La verdad no entendía nada, mi mente estaba dando vueltas. Había una gran fiesta adentro, más invitados llegaron, en cambio, yo me quede afuera y Graham también decidió quedarse; teníamos lo necesario: una cubeta llena de cerveza, 3 cajas de cigarrillos y cerillos. Literalmente, estábamos en la gloria.

-Hey- me dijo Graham casi recostado en medio cuerpo mío- ¿sabes que es gracioso?
-No veo nada gracioso- le respondí y me dio un pequeño golpe en la mejilla- ¡auuch! No tenías que ser tan agresivo- él río como un pequeño niño y le dio un trago a la cerveza-
-Lo gracioso es...- se levanto un poco y giró su cuerpo para verme- es que Damon y yo estamos poquitos por ti- lo dijo casi susurrando y yo voltee a verlo soltando en humo del cigarro en su cara-
-¡Por..- Por favor Graham! -reí un poco- que dices... El señor guapura y tu tienen esposa. Estas más ebrio que yo- le di una calada a mi cigarro y me lo quito de la boca-
-Es enserioooo...-contesto con su tono británico afectado por el alcohol- sólo que Damon no lo acepta, se hace el sufrido- hizo una mueca- yo si lo acepto.

Okay, esto era suficiente, una parte de mi me decía que no le creyera, puede ser el efecto del alcohol le estaba haciendo mal, pero como dicen: los niños, los borrachos y los Grahams siempre dicen la verdad.
Ambos estábamos viendo la vista de Londres, ya estaba amaneciendo, el sol se asomaba poco a poco iluminando el lugar. Voltee a ver a Graham, sinceramente, era guapo, sus ojos detrás de esos lentes se iluminaban como el mismito sol.

Él volteo a verme y me dio una pequeña sonrisa, se acerco a mi y me dio un lindo y pequeño beso en mis labios, no pude evitar soltar una risita. Se recostó en el sofá y yo me quede un momento sentada, gire mi cabeza y ahí estaba él, el hombre de mis sueños mirándome con una cara tan sería, y creo que algo de dolor en su rostro. De repente sentí como todo me daba vueltas y caí de repente a un lado, algo raro me pasaba, sus ojos no salían de mi cabeza.