El Parque estaba lleno de padres junto con sus hijos, o simplemente con sus mascotas paseando por este disfrutando el frescor de la tarde. Luego de compararme un batido de fresa en un Starbucks cerca, decidí venir a relajarme de mi jornada laboral. Ser una de las abogadas mas importantes de la compañía, no es tarea fácil.
Papeleo, informes y legalidades de todo tipo, sumamente estresante. A mis 22 años la única palabra que conozco mas que cualquiera es "trabajar". Desde que cumplí los 16 me ha tocado enfrentarme a una situación económica difícil, desde el abandono de mi padre cuando solo era una niña hasta la depresión de mi madre luego de eso. Menos mal fui hija única, no me imagino que fuera pasado si mi mama fuera tenido otra personita a su cargo.
Dejo de lado mis pensamientos y me concentro en los que hay a mi alrededor, siempre me gusta mirar a las personas y ver sus acciones. Una chica besando con su novio en una de las bancas dispuestas alrededor del parque, un chico paseando con su perro Rottweiler, una chica con su libro tomando apuntes. Lo que mas me llama la atención es un chico que esta de espaldas a mi. Como estoy sentada al pie de un árbol y el unos 3 metros delante de mi puedo mirar lo que el hace. Inclinado hacia delante puedo notar que esta dibujando ya que realiza trazos largos y pausados. Incluso podría apostar que tiene el ceño fruncido ante su concentración.
Se yergue sobre su puesto levantando el cuaderno lo suficiente para ver su dibujo y dejarme claramente impresionada. No es lo real que se ve el dibujo, ni las lineas perfectas lo que lo hace grandioso sino el hecho de que el dibujo se trata de el, de espaldas, se ve exactamente igual, es como si estuviera viendo a través de mis ojos. El levanta la mirada, sonríe de lado como si supiera que lo observaba. Me quedo inmóvil mirándolo y el tampoco aparta la vista de mi ni un segundo, no se si esta esperando algo de mi o tal vez le parezca conocida. Asiente casi imperceptiblemente sin dejar de mirarme, parece como ...como si fuera respondido a mi pregunta no formulada. No creo que sea posible ¿o si?. El Ríe un poco y asiente de nuevo, abro los ojos sorprendida, miro hacia los lados buscando para ver si tal vez se trata de una broma de mal gusto.
El enarca una ceja y niega por lo que frunzo el ceño, osea que puede oírme...supongo. El chico asiente por tercera vez. Dios esto tiene que ser mentira.
"Puedes oír mis pensamientos?" Digo internamente refiriéndome claramente a el.
En vez de responderme se gira de nuevo, volviendo a su dibujo. Me ignoro o simplemente lo imagine todo. sera que me estoy volviendo loca?. Escucho su risa varonil desde aquí. Estoy tan confundida, quisiera ir donde el y preguntarle pero...y si quedo como una lunática que se imagina cosas? si se ríe de mi? No mejor no, todo esto es producto del estrés laboral, si eso es. Veo que el se levanta y sacude sus vaqueros de la hierba pegada, gira en dirección a mi y viene hacia acá. Oh mi Dios! y si es uno de esos hippie drogadicto? un ladrón? o peor un asesino en serie!?.
Miro su rostro y veo que se esta riendo de algo o alguien. No se. Queda delante de mi, se agacha a mi altura sin dejar de observarme, desde su posición se ve intimidante. Intento abrir la boca para preguntarle cual es su problema pero el se adelanta y de paso aclara mi duda.
"No todo es lo que parece" Escucho en mi mente una voz profunda que de inmediato se que es de el.
Me entrega una hoja de papel doblada, me guiña un ojo y se levanta siguiendo su camino sin mirar ni una sola vez hacia atrás. Desdoblo la hoja y ahogo un jadeo ante lo que hay allí. Con una perfecta letra cursiva, al lado del dibujo esta escrito "A Caroline también le gustaba ver el paisaje". Siento un sudor frió recorrer mi espalda por lo que me levanto y tomo mi bolso junto con el dibujo y camino de prisa hacia mi apartamento.
No puede ser cierto...esto no es normal. Un desconocido no puede saber que a mi hermana gemela Caroline le gustaba venir al parque. No cuando ella ya tiene 5 años de muerta.
