Desde Siempre

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Daniela me jalo del brazo hacia la heladería, le había prometido que si sacaba 10 en el examen de biología le regalaría un rico helado de mora con frutos rojos y pues, aquí estamos, para cumplir mi promesa.

Nos conocimos cuando ella tenia 5 años y yo 6. Desde ese momento nos volvimos inseparables. Si yo iba al parque ella iba también, si yo peleaba con algún niño en la escuela, ella me apoyaba y había veces que hasta me defendía. Si alguno de los dos cumplía años y le hacían una fiesta, el uno no podía cortar el pastel sin la presencia del otro. Un Día mientras descansábamos luego de corretear una ardilla por todo el jardín ella me dijo que había visto a sus padres darse un beso. Dani - como suelo llamarla- tenia mucha curiosidad y me pregunto si sabia que se sentía un beso por lo que negué con la cabeza. Me dijo que al igual que como las princesas de los cuentos que su padre le leía, ella quería recibir su primer beso de un príncipe, recuerdo mirar sus mejilla sonrosadas y sus ojitos negros como la noche, era preciosa y sin pensarlo mucho me acerque a ella y deposite un pequeño beso en su boquita rosada. Ella solo sonrió y se echo a correr de nuevo por el jardín en busca de aquella ardilla.

Con el paso de los años nos volvimos mas unidos apoyándonos mutuamente, aunque claro no todo fue color de rosa. Habían ocasiones en las que  queríamos sacarnos los ojos de la rabia pero después de todo siempre ganaba la amistad que teníamos. Al crecer empece a notar que ya no era la niña de coletas y vestido que solía jugar conmigo a las escondidas. Su cuerpo empezó a tomar los cambios propios de la edad, le comenzó a crecer los pecho y a tener unas curvas preciosas en los lugares indicados. Y claro yo con ella empece a cambiar, no solo físicamente sino mental. Empece a verla de otra manera, en ese momento estaba muy confundido así que para intentar aclara mis ideas comencé a salir con varias chicas pero sin dejar de lado nuestra amistad. Al parecer a ella no le molesto porque no me dijo nada así que yo por mi parte seguí con mis conquistas.

Tiempo después me di cuenta que algunos chicos de la escuela se la quedaban viendo mas de lo debido, entonces me empece a poner mas protector, la acompañaba a casa y durante las clases. Los chicos al ver mi actitud comenzaron a decir que ella me gustaba y eso, pero les dije que su padres me habían "encargado" de cuidarla. No podía dejar que ningún chico se le acercara y me la arrebatara de mi lado, no estaba dispuesto a compartirla con nadie.

Aunque no todo salio tan bien porque dos meses después de auto-nombrarme niñero llego un chico nuevo, que como no, se fijo en ella. Cuando me quise dar cuenta ya habían tenido su primera cita y cuando quise hacer algo, ya el le había pedido ser su novio. Empezaron a ser oficialmente pareja y con ello a crecer mi frustración, por lo que me dedique a salir con mas chicas y a ir a muchas fiestas sin importarme nada. Un domingo descansando mi resaca del día anterior Daniela llego a mi casa llorando. Ella había decidido ir al centro comercial con su amiga Melanie a comprarle un regalo a su novio james por su tercer mes juntos, pero se encontró con que este, estaba con otra chica allí mismo y no precisamente hablando.

Como su mejor amigo la consolé y la apoye, aunque nos hubiésemos separado un poco desde que inicio su relación con el. Ya de eso hace unas semanas, ella ya esta mucho mejor, nada que una tarde de películas, frituras, refrescos y mi compañía no arreglara.

Escuche el sonido de la campanilla al entrar a la heladería, el lugar es muy lindo, es nuestro lugar favorito desde chiquitos. Tiene un toque moderno pero conservando su estilo original de los años 90's. Ocupamos una mesa al fondo del local, nos gusta este lugar porque podemos charlar tranquilos y disfrutar de un rico helado.Luego de pedir nuestra orden que consistía en un helado de mora con frutillas para ella y para mi uno de brownie. Me empezó a contar detalles de como le había ido en el examen pero yo solo podía observar esos hermoso labios. Me tenían hipnotizados. Quería ser mas que su amigo, quería ser su compañero, quien estaba con ella en sus triunfos y en sus momentos tristes, que pudiera llevarla orgulloso de la mano por ser mi novia, su angel de la guarda, todo, pero creo que seguiré siendo eso...su amigo.

Ella pasa su mano delante mi rostro sacándome de mis cavilaciones.

-Te estaba hablando...tan siquiera me estabas escuchando Diego?

Rio un poco nervioso y me rasco la nuca incomodo.

-Lo siento, me perdí...Que decías? -digo claramente arrepentido.

Ella ríe negando y hace un gesto con la mano quitandole importancia.

-No importa, chico en la luna.

Después de estar charlando animadamente durante un rato junto con nuestros deliciosos helados, volvemos mi casa. Como los padres de ella están trabajando nos dedicamos hacer los deberes de la escuela en mi cuarto. Dejo la mochila en mi escritorio mientras ella se tira boca arriba en mi cama, me siento a su lado y ella me mira sonriendo.

-Gracias por el helado Diego, y por todo. -dice bajito. Niego y acaricio su mejilla disfrutando de su suave piel bajo mi palma.

-No tiene nada que agradecer, ademas te lo prometí no?

Ella sonríe y se apoya en sus codos levantándose un poco.

-Eres lo mejor que ha llegado a mi vida.

Sonrió y con esas palabras creo que ya puedo morir en paz. Sigo acariciando su mejilla sin dejar de observar esos hermosos ojos oscuros que me cautivaron desde que era ta solo un chiquillo. Me Inclino un poco hacia delante, acercándome a su rostro. ella me mira impasible sin moverse, no se si sea lo correcto pero al igual que hace años, estampo mis labios con los de ella. Tarda un poco en responderme debido a la impresión pero se recupera pronto correspondiendome con la misma intensidad. Este beso sabe a añoranza, a tiempo perdido, a oportunidades. Podría quedarme toda la vida con sus labios sobre los míos pero nos separamos solo unos centímetros en busca de oxigeno. Sus labios están rojos e hinchados por el beso y sus ojos brillosos. Me mira de una manera que no lo había visto antes, pero la reconozco, porque se que yo la miro de la misma forma.

Se Abalanza sobre mi abrazándome fuerte así que le correspondo igual. Parece que todo esto es un sueño del que no quisiera despertar jamas. Este abrazo se siente distinto a cualquiera que nos fuéramos dado y desde aquí se que las cosas no volverán a ser lo mismo para nosotros. 

Between lettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora