CAPÍTULO 1: Por orden de Zeus

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Mi padre y yo jugábamos con Sedah en la sala de estar, Luke se había ido de viaje junto con Percy Jackson a otra de sus misiones, de pronto un gran estruendo nos sobresalto, la puerta se abrió de par en par y unos soldados de Zeus entraron sin preguntar con sus cascos dorados, y sus escudos que contenían un rayo en el centro. Inmediatamente, mi padre cogió a Sedah en brazos y esta se aferro contra su pecho aterrada.

Yo inmediatamente me coloqué en frente de los dos y me dispuse a entablar conversación con aquellos soldados, uno de ellos se adelantó sujetaba un pergamino que abrió rápidamente.

-Por orden de Zeus, hijo de cronos, dios del...-

-Sí, si títulos y títulos, por favor ve al grano.-Dije yo

-Ejem, Ejem. Por orden de Zeus se manda a arrestar a Isabel, hija de Hades y futura diosa del inframundo, por ser acusada por una persona anónima de matar a la diosa Perséfone, diosa de...-

-¿Qué? ¡Yo no maté a Perséfone!-

-Señorita, ese no es mi asunto, eso puede decirlo delante de Zeus en el congreso, eso si por supuesto, Hades no asistirá a tal congreso.-

-¡Eso es completamente injusto!-

-Zeus mandó esto porque es su hija, y no la castigará como es debido así que señorita por favor acompáñeme civilizadamente.-

-¡Isabel no lo hagas!-Era Cere, estaba detrás de los soldados.

-Cerebero tiene razón hija, podríamos combatir contra todos estos soldados.-

-¿Y ser perseguida por la justicia hasta el resto de mis días?, lo siento padre pero tengo demasiadas personas a las que proteger.-

-¡¿Tu sabes cómo castiga Zeus por la muerte de un dios?!- Dijeron todas las cabezas de Cerebero a la vez, llenas de ira.-Torturan a las personas como lo hacemos aquí, pero allí no borran la memoria a cada tortura, allí...-

-¡Cere basta!-Dije mirando a Sedah, el lo entendió y silencio de inmediato sus palabras.

-¡No me pasará nada, porque yo no soy culpable de los actos de los que se me culpa!-

-Zeus te da 15 minutos para que te despidas de tu familia, como es debido, ni un minuto más.-

Yo me giré y vi que Sedah bajo de los brazos de mi padre y vino corriendo hacia mí, yo la abrace con todas mis fuerzas, tenía un mal presentimiento así que le susurré al oído:

-Eíste mikrós thi̱sav̱rós mou , eínai ischyrí̱ san ki eména .- En griego significa que ella es mi pequeño Tesoro, y que sea fuerte como yo. Sedah lo entendió a la perfección, ya que Luke y yo solo le hablábamos en griego, para que no se perdieran las costumbres olímpicas.

-Tha eínai ischyróteri̱ apó ó, ti ótan epistrépsete- Ella me contestó, diciéndome que será más fuerte que yo cuando vuelva. No pude evitar sonreír y volverla a abrazar con fuerza.

Tenía un nudo en la garganta, pero no quería llorar delante de mi pequeña.

Después mi padre se acerco a mi y el, sabiendo que había hablado con Sedah en griego porque solo los dioses sabían esa vieja lengua me dijo:

-Tha sas skotó̱so̱ poios eísai makriá me ta chéria mou- Mataré a quien te ha delatado

-Xéro̱ óti tha- se que lo harás., dije yo y proseguí diciendole: - Mi̱n tromáxei Louká , akóma den kratouménou pes mou , na tou po̱ ótan érthei áv̱rio kai na tou po̱ óti ton agapó̱ akrivá , kai an den to káno̱ , pes tou na mi̱n kánei to gennaío pi̱gaínontas na ton Día .- No asustes a Luke, aún no le digas que me han arestado, diselo cuando regrese mañana, y dile que le quiero con locura, y si no vuelvo, dile que no se haga el valiente iendo a por Zeus.

-Gi 'af̱tó tha frontísei .- Así lo hare, cuídate pequeña

-¡Se acabó el tiempo!- Los dos soldados se acercaron a mí y me pusieron unas esposas de hielo, quemándome la piel. Sedah aún me miraba así que en vez de quejarme por el dolor, sonreí hacia ella. Y me dispuse a marchar

Los guardias, abrieron un portal al Olimpo en la pared y juntos lo cruzamos.

Aparecí yo sola, en la sala central del Olimpo, caí de rodillas al suelo, Zeus, no estaba sentado en su trono, pero podía escuchar su voz detrás de mí decía:

-Aquí tenemos a la traidora que se atrevió a matar a la diosa Perséfone.-

Intenté levantarme, pero en cuanto mi pie derecho toco el suelo noté un fuerte dolor en la espalda, que me hizo gritar, me escocía muchísimo, pero no podía tocarme la herida.

Zeus se puso delante de mí junto con un ángel que llevaba un látigo en su mano.

-Traidora, este es...-

-No he traicionado a nadie.- En cuanto hablé Zeus puso su mano en mi espalda, y me propino una descarga eléctrica, y cuando alejo su mano de mi hombro me dijo:

-Ya no puedes usar tu poder, ahora eres una simple humana, hasta que salgas de aquí.-

La hija de hades II (Reina del Olimpo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora