Capítulo 1

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-Sheila, ¿Acaso te das cuenta que este es nuestro último año?-

-Claro que sí, Jade.- respondí sin darle mucha importancia.

-¿Acaso ya decidiste que vas a estudiar?-

Su pregunta me había descolocado.
Mi amiga sabía que tenía un sueño, y que iba a trabajar muy duro hasta poder cumplirlo.

-Sabes qué haré el resto de mi vida.-

-Amiga, en serio, haz algo con lo que puedas ganar dinero.-

-¿Acaso siendo modelo se gana poco dinero?-dije alzando una ceja.

-Es que eres tú...-

"Es que eres tú." ¿Es que era yo? ¿A qué se refería? ¿Era un insulto o un halago? ¿Tenía algo de malo ser modelo? ¿Por qué Jade me había dicho que era yo? Pues claro, ya sabía que yo era yo.

-¿Es que soy yo? Y sí... yo soy yo.-

Rió por mi tonto comentario. -Me refiero a que tú... eres tú... es decir, eres súper inteligente y...-

-Seré una modelo inteligente.-

-Sí, pero... digamos que si yo te veo ahora sin conocerte, lo que menos imagino, es que tendrás un futuro como modelo.-

Le sonreí de lado. Sabía a qué se refería. Una persona con un estilo como el mío, no parecería nunca una modelo. Aunque yo lucharía por serlo
Aún siendo yo.

-Lograré ser modelo cueste lo que cueste.-

Ella estaba por abrir su boca cuando el timbre sonó. Nos tocaba en diferentes clases, así que debía irme sola a mi clase de matemática. Al despedirme de mi amiga me di cuenta de algo: el profesor de matemática era un viejo loco y súper exigente, por lo que todos los alumnos se comportaban como si fueran puntuales.
Claro, ni piensen que en serio lo eran.
Fui corriendo al salón, y cuando entré recibí una fulminante mirada de parte del profesor.

-Llega dos minutos tarde, Álvarez.- dijo acomodando unos papeles.

-Lo siento...-

-Como eres una impuntual, debes sentarte con los impuntuales... atrás.-

Mierda. Yo siempre me había sentado adelante para prestarle más atención a la clase, ya que atrás se la pasaban molestando.

-Siéntate al lado de Alissa.-

-¿Alissa?- Dije con asco.

-¿Usted está sorda?-

Negué con la cabeza y de mala gana me dirigí adónde estaba Alissa. Ella era la chica más popular y "sexy" de la escuela (no entiendo por qué le dicen sexy si es puro plástico). El punto es que era popular y bien zorra. Se juntaba con los cuatro chicos más lindos de la escuela, y con su amiga, otra hueca como ella. Ambas eran odiosas, y más cuando hablaban con esa voz chillona.
Me senté a su lado rogando que no abra su boca, porque me quedaría sorda antes de que empezara la clase.

-Hola, Shei.-

¿Que no existía un Dios?

-Hola Lis.- respondí con mi particular y odioso humor.

-¿Lis?- Dios, que se calle.- ¡Me encanta ese apodo! ¡Eres tan original!-

Me dedicó una sonrisa más falsa que su cuerpo, a lo que respondí asintiendo y susurrando un "gracias" sin saber que más decir.

Cuando el profesor se dio vuelta para hacer algo, que no pude ver bien qué era porque había un chico más alto adelante mío, Jake (un idiota de los perfectos populares) susurró acercándose a nuestra mesa.

-Alissa... Jade hará una fiesta este viernes. ¿Vienes?

-¡Claro! Aunque, ¿quién es esa Jade?

-Jade Anderson.

¿Jade Anderson? ¿Mi amiga? ¿Por qué no me avisó lo de la fiesta? O mejor dicho, ¿por qué haría una fiesta? Ella prefería quedarse mirando series, leyendo novelas, escuchando música y comiendo en su casa antes de salir, o peor aún, antes de organizar una fiesta.

Mi vida soñadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora