Capítulo 5

25 0 0
                                    


La otra cara de la moneda

La confusión se apodera del ambiente, todos los presentes nos reunimos bajo una saliente de rocas y permanecemos ocultos durante una hora, todos comienzan a armar un alboroto cuando las naves comienzan a patrullar la zona. Ashkry se acerca un poco a la orilla, con una mano apretando uno de sus oídos, parece estar captando algo, hace señas a el grupo pidiendo silencio.

-Calma, calma, la chica tiene algo que decirnos. –dice el oficial al mando.

-Hemos sido emboscados por una nave crucero del enemigo, no saben cómo pueden tener una en su poder, han decidido que continuemos con la operación...

-¡Pero si nos han dejado! –interrumpe un soldado algo agitado.

-Calma, se han ido, pero no nos han dejado. Han hecho un salto a una distancia segura donde aún podemos entablar comunicación con cierto retraso, cuando estemos listos volverán a hacer un salto para buscarnos y escapar si es que aun el enemigo se encuentra aquí. Por ahora debemos escondernos, una nave camuflada fue desplegada antes del salto, cuando terminen los excavadores, debemos dirigirnos a su ubicación y enviar la señal de rescate.

-¿y si el enemigo nos encuentra?, estaremos muertos.

-Debemos hacer lo posible por que no nos encuentren, borren las huellas y no salgan a zonas despejadas por periodos largos, cubran con vegetación todo lo que pueda llamar la atención desde arriba. Están seguros de que el enemigo no se ira hasta encontrar lo que busca, pero no he alcanzado a escuchar de que se trata.

-Los cristales de plasma... -dice el oficial con una mirada algo vacía –como han podido enterarse, solo sabían de ellos en el alto mando y mis hombres de confianza.

-¿cómo sabe que vienen a por esos cristales?, ¿qué tan valiosos son? –pregunta Adam mientras observa al oficial.

-Es la única razón por la que yo movilizaría un ejército de tal magnitud, pensaron que solo con una pequeña escuadra bastaría para someter a los habitantes, pero con la llegada de los refuerzos, tuvieron que tomar cartas en el asunto.

-Tal vez solo vinieron para vengar a los suyos.

-No, se hubieran marchado cuando los nuestros huyeron, y en este planeta no hay más que metales y los recién descubiertos cristales de plasma. El gobierno los quiere para realizar experimentos, el plasma había sido estudiado anteriormente, pero era muy inestable y no arrojaba resultados satisfactorios debido a su composición de aspecto gaseoso como anteriormente se creía era el su único estado existente.

-Por cómo van las cosas, no creo que se haya filtrado información de parte de sus hombres, hubieran venido hasta aquí directamente en lugar de desplegar patrullas por toda la zona.

Pasan un par de horas, los excavadores nos comunican que han terminado la extracción y vienen camino a la superficie, nos apresuramos en alistar los vehículos para salir lo más rápido posible, Ashkry intenta establecer comunicaciones con la Doncella de Hierro.

Los excavadores aparecen por el elevador cargando dos balizas, rápidamente las aseguramos dentro de los vehículos y abordamos. Una nave nos pilla mientras comenzamos a huir rumbo a la nave de carga que nos espera a unos quince minutos de camino.

-¡Aceleren!, no debemos dejar que nos capturen –dice el oficial al mando.

-Es inútil, es una nave, puede ir mucho más rápido que nosotros –reclama Nyk mientras se escucha el sonido de los motores de la nave.

-Allí viene, vemos hacia arriba y entre las rocas aparece la nave.

Los conductores nos conducen hasta un pasaje estrecho el cual nos da algo más de tiempo, Ashkry logra establecer contacto con la Doncella de Hierro.

Orion: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora