SasuSaku-Obsesión.

4.-Compromiso y reencuentro.

Sakura al llegar a Osaka varias horas después tomó un taxi y llegó al departamento que usaría ese tiempo, dejó la maleta, saco los documentos y fue a tomar un taxi con la nueva dirección.

Aproximadamente quince minutos después caminaba a través de los pasillos del edificio donde se encontraba la oficina de su padre, llego a su despacho y toco un par de veces.

---Pase.--se oyó desde el interior, Sakura abrió la puerta con su mano derecha mientras en su izquierda sostenía los documentos.

Al ingresar saludo a su padre y le dio los documentos, él le agradeció brevemente y la mandó de regresó al departamento ya que tenía una reunión importante.

[...]

Sakura caminaba con tranquilidad por las calles de Osaka.

Su extraña cabellera llamaba la atención completamente y más de una persona la regresaba a ver y murmuraba, quizás preguntándose si su color de cabello era natural, sin embargo, a Sakura no le importaba ya que eso era algo que le sucedía a menudo cuando iba a ese lugar, varios minutos después llegó a su departamento y luego de almorzar, dejar todo en su lugar y cepillar sus dientes fue a dormir una pequeña siesta.

[...]

En Tokyo.

Sasuke ingresaba a su casa.

Casi cinco años que no estaba ahí por irse a Okinawa a estudiar junto con Naruto a un internado y algunos años de Universidad.

[...]

Pero desde había regresado no porque haya terminado sino porque se había cansado de ese lugar además de que Naruto no dejaba de pensar en Hinata y él en Sakura la cual había ocupado sus sueños y fantasías en su mayoría insanas.

Ya le faltaba tres años y finalizaría sus estudios al igual que su rubio amigo.

A Sakura ya no la podía ver como su amiga ya que lo sucedido solo avivó la llama del pasado, aquella que se mantuvo estable pero latente durante todos esos años.

Deseaba tenerla nuevamente, movió su cabeza de un lado a otro tratando de dejar esos pensamientos por lo menos por el momento ya que se encontraba frente a la sala y posiblemente sus padres o su hermano se encontrarían ahí, abrió la puerta.

Su madre le dio una bienvenida cariñosa, su padre una seca e Itachi una  sonrisa junto con un corto abrazo.

{...}

Los días comenzaron a pasar con excesiva lentitud para Sasuke ya que anhelaba verla, anhelaba sentir su piel y con cada día que pasaba sus ganas de verla crecían pero ninguna de las amigas de la pelirosa sabia nada.

Era como si la pelirosa se hubiera esfumado en el aire, sin embargo, Sasuke no perdía las esperanzas de verla y más aún de sentirla bajo sus manos delirando de placer. Cada vez más sus pensamientos y fantasías insanas eran abarcadas por ella y sólo ella y así comenzó a nacer su obsesión.

[...]

Paso un mes y seguía sin saber nada de ella, aquello lo llenaba de enojo y frustración.

(...)

Por su parte, la pelirrosa no podía dejar de pensar en él, no quería verlo ya que no sabía lo que sucedería, pero tuvo que regresar a Tokyo ya que debía seguir con sus estudios. Mientras que su padre ya había acordado reunirse con Fugaku.

[...]

Pasaron varios días y ambos hombres se reunieron.

Acordaron varias cosas y finalmente estrecharon sus manos sellando así el compromiso de sus hijos.