Birthday // Muke

Un día después

Decir que Luke lloró después de que Michael se fuera, sería decir una mentira. Decir que Luke lloró como niña en sus días toda la tarde y gran parte de la noche, sería decir la verdad.

Después de que Michael se fuera, no supo que hacer. Joder, lo había arruinado todo ¡Y solo por ser un idiota y no controlar sus hormonas!

Cuando por fin se calmó, tomó su celular y lo revisó por si tenía un mensaje de Michael donde le explicaba su abrupta ida o algo por el estilo. Casi volvió a echarse a llorar cuando se dio cuenta de que no había nada.

Se durmió con la almohada empapada de lágrimas. Y todo porque había sido un idiota monumental.

Al día siguiente, no pudo esperar para ir a la escuela, necesitaba ir y pedirle, corrección; suplicarle a Michael que lo olvidara todo. Si, esa era la mejor solución.

Cuando llegó al colegio, empezó a buscar frenéticamente al chico, hasta que finalmente pudo ver aquella melena teñida que tanto conocía.

- ¡Michael! -Gritó intentando llegar a su lado-. ¡Michael! -volvió a repetir cuando ya estaba más cerca.

El mencionado se giró, pero, al ver que se trataba de Luke, apresuró su paso. No quería hablar sobre lo sucedido, ni ahora, ni nunca.

Luke sintió algo de enojo al ver que estaba siendo ignorado, pero no se rindió. Apresuró su paso y logró quedar frente a frente con Michael, impidiéndole avanzar.

-Muévete -murmuró fríamente el ojiverde, haciendo sentir a Luke como un estorbo.

-No, tenemos que hablar.

-No quiero hablar de nada.

-Qué pena, yo sí.

-Vete a la mierda.

Y con esas palabras, Michael empujó al rubio y continuó su camino sin siquiera mirar atrás, en donde se encontraba el ojiazul, con su camisa desacomodada y sus ojos llenos de lágrimas.

-Todo es mi culpa -susurró Luke para sí mismo.

Si él no hubiera dicho aquella estúpida pregunta, todo estaría como antes.

Sin más, acomodó su ropa y se dirigió a su clase, con claro desgano.

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el dolor se acerca, just saying.