Nico
Ella me pidió que escribiera mi historia. Yo le dije que no, pero ella lo convenció a él también y él me convenció a mi.
No se mucho sobre escribir, de hecho nunca en mi vida había escrito algo como esto, pero solo lo hago porque ella y él me lo pidieron. De cualquier forma él escribirá su parte así que, estamos a mano.
Bien. Empecemos.
La guerra dejó a demasiados semidioses heridos. Se que es algo demasiado obvio, pero es que compartir camilla con alguien más no es muy cómodo que digamos, en especial cuando ese alguien es Connor Stoll.
Para empezar yo no quería estar ahí, yo bien pude irme a mi cabaña y dormir ahí, pero Will dijo: Tienes que estar en la enfermería dos días mínimo, sino ¿como voy a saber que estas bien?
Cuando me dijo eso, mi primera reacción fue sonreír, la segunda fue:
- Puedo cuidarme solo.
Claro que no funcionó, es más, al día siguiente, él fue a mi cabaña y dijo
- Dos días.
Y así, fue como llegué ahí, no soportaba a Connor y sus chistes malos. Son tan malos que aveces me dan ganas de llorar.
- Mira, aquí va otro - dijo Connor sonriente. Yo sacudí la cabeza, negando.
- Otro chiste malo, no. Por favor -respondí
- ¿El hijo de Hades pidiendo algo por favor? Eso es nuevo. Solo por eso el chiste no será tan malo.- hizo una pausa para pensar en uno.- Llega un tipo y le pregunta a Hitler oye, ¿por qué eres tan malo? y él responde: Nazi así.
Connor no para de reírse, a tal punto que creo que debería llamar a un hijo de Apolo o algo por el estilo. Reírse de esa manera no es normal. No puedo contenerme y me río yo también.
- ¿Te-estas-riendo? -pregunta Connor entre risas.
- Tarado- respondo tratando de calmarme. La risa de Connor es contagiosa.
Escucho una puerta abrirse y ahí se encontraba Will, impactado por lo que estaba viendo. ¿Que tiene de malo que yo me ría?
- ¿Te estas riendo? -pregunta
- Sí. ¿Tan sorprendente es? - pregunto ya calmado.
Connor y Will asienten al mismo tiempo.
-Vale, nunca me vuelvo a reír- dije poniéndome lo más serio que pude. Will y Connor intercambiaron miradas. Luego, comenzaron a reírse sin parar.- ¿Qué es tan chistoso?
- Tu - Will me señaló sin dejar de reír.
- ¿Qué tengo de gracioso? Yo no soy gracioso.- crucé mis brazos.
- No, tal vez no seas chistoso, pero te vez cómo un intento fallido de alguien queriendo verse serio y malo - Connor se había parado de la camilla, y estaba situado a lado de Will.
- ¿Quién se quiere ver malo? Yo no. ¿Alguien aquí sí? Yo no veo a nadie.
No debí de haber dicho eso, porque ellos dejaron de reírse y.... un nuevo ataque de risa surgió. Oh, tal vez debí de haber trabajado como comediante. Si así de fácil era hacer reír a la gente...
- Es que te ves tierno - dijo Will. Ya no estaba riendo, ahora solo sonreía.
Ah, me olvidé de Connor. Él estaba en el piso, girando y riendo. Sí, Connor, así se ríe con estilo.
- Oye, no es para tanto. Solo fue momentáneo, no tienes por que tener un ataque de risa- dije acercándome a él. Me agaché y, como si él fuera un bicho raro, lo toqué rápidamente en el estómago.- Perdido a las 12 horas.
- Tu nunca bromeas. ¿Por qué estas bromeando? - Will se agachó y me puso una mano en la frente. Sentí una corriente eléctrica donde me tocó. - ¿Te sientes bien? ¿No estas mareado?
- No.
Él me ayudó a levantarme.
- Connor. Ya. Cálmate.- dijo Will. Connor volteó a verlo y le sonrió, como si estuviera tomado o algo por el estilo.- ¿Cuento te dieron de anestesia?
- No se. Antes de que Dakota se fuera, me dio un regalito. Viiiinoooo. El mejor que he probado en mi vida. Creo que era para sus hermanos, pero a quién le importa cuando se es hijo de Hermes - Connor seguía en el piso. Ya no se reía, pero su mirada era la de un bobo maniático.
- ¿Lo robaste? -pregunté. Connor asintió.
- Creí que sería bueno mezclarlo con el suero -comenzó a reírse, pero no tardó mucho.- A sido la mejor idea. Me siento feliz.
- ¿Esta borracho? -pregunté a Will
- Esta borracho - confirmó él.
Juntos lo subimos a la camilla, la verdad no pesaba mucho. Lo dejamos y voltee a ver a Will.
- Ya han pasado dos días- dije rompiendo el silencio. Él asintió. Parecía triste.
- Lo se. Supongo que por dentro estas saltando de alegria. Ya no tendrás que soportarme - sus palabras me sorprendieron. Yo o quería... como amigo.
- No. Me gusta estar aquí. A pesar de que Connor esta borracho y cuenta chistes malísimo- Will me miró como si no se lo creyera. No soy mentiroso.
- Podrías quedarte, o ayudarme - pensé un momento en lo que dijo. Claro. Yo en un lugar donde hay enfermos. No.
- No creo que sea buena idea. Ninguno de lo dos- el asintió.
- Claro. Me vas a dejar aquí. Solo. Sin ningún hermano mio que me ayude. Solo yo y nadie más que yo- sabía que él estaba actuando. Y déjenme decirles, que fue una pésima actuación.
- Hay dioses, pero que sentimental eres- él me miró y sonrió como si fuera la mejor actuación de su vida.
- ¿No te he dicho que estuve nominado al Oscar? Tienes en frente a un gran actor- sonrió y me abrazó. ¿Qué? Sí, me abrazó, hasta yo me sorprendí. Traté de decir algo, reclamarle, gritarle. Pero, ¿qué hice? Oh, Nico, ¿qué hiciste?
Le devolví el abrazo. Y, no me arrepiento en absoluto de haberlo hecho, porque, si no lo hubiera hecho, nada de esto que estoy escribiendo, (y a punto de escribir) hubiera pasado.
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Bueeeeno. No soy buena eligiendo títulos para un fanfic. La verdad me atoré para elegir un título y luego de mucho pensar y pensar dije: Oh sí, se llamará Solangelo.
La verdad buscaré otro nombre, porque este es muy simple.
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Solangelo
FanfictionElla le pidió que escribiera esta historia. Su historia. Nico no quizo, pero él lo convenció y, ¿cómo decirle que no a él? Ahora, ella tiene un recuerdo más.