Capitulo 41

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Parte 2:

- ¡Mierda! - Grite al colocarme hielo sobre mi mentón.

- ¿Estas bien? - Pregunto preocupado Lay.

Se veía angustiado y sumamente nervioso. Varias veces preguntaba si necesitaba de mas hielo o si quería un poco de agua, varias veces le respondía con un "Estoy bien, no te preocupes". Aunque mi mentón doliera le regalaba una sonrisa a mi amigo, de esa manera podría relajarse.

Permanecimos un momento en silencio, hasta que él hablo. - Golpeas muy bien. 

- Tu tampoco lo haces mal. - Reímos al unisono. Recordamos el momento de la pelea, cuando uno de esos chicos se abalanzo sobre mi, casi dejándome sin escapatoria y el momento en el que Lay hizo uso de su fuerza para golpear a esa idiota y lograr que se quitara de encima.

- Lo siento. - Dijo al momento en que dejo de reír, lo observe extraño y él continuo. - Es mi culpa que tú y Luhan se hayan peleado. - Bajo su mirada. - Si solo fuera mas valiente o mas fuerte, nadie me molestaría y podría salir solo de cada conflicto.

Lay no apartaba su mirada del suelo, de solo verlo en esa manera, compadeciéndose de si mismo por creer ser débil, me llena de ira. Era claro que él solo contemplaba sus defectos y a menudo creía en lo que esos idiotas le decían.

Sacudí su cabello, mientras que él se dirigía a verme. - No digas eso, no es tu culpa y si no fueras valiente no habrías logrado golpear a ese imbécil que se abalanzo sobre mi. 

Sonrió al recordar esa gran hazaña. - Así es como debe sonreír mi amigo. - Volví a sacudir su cabello.

- Sabes - Deje caer mi espalda en el sofá. - Deberíamos vivir juntos. - Su expresión se transformo en una de incertidumbre. - Planeo irme a estudiar al extranjero o a alguna buena universidad, seria agradable tener un compañero como tú. ¿Que dices?

Penso un momento antes de responder. - Vamos. - Le dije. - A ti no te agrada este lugar, podríamos vivir en algún apartamento de la zona céntrica, o tal vez estudiar juntos al menos. Si yo estoy cerca, nadie se querrá meter contigo, hasta podría ser tu guardaespaldas. 

Reímos ante mi absurdo y ultimo comentario. - Creo que es una buena idea. - Dijo.

- ¡Muy bien! ya esta decidido, entonces. - Tome de su brazo, sujetándolo firme. - Si vamos a vivir juntos, tendrás que dejar de lastimarte. Ningún amigo mio hará estas cosas. - Sacudí mi cabeza negando. - Mis amigos deben sonreír ya que yo los defenderé. - Hable orgulloso.

- ¿Vas a defenderme? - Pregunto, a lo cual asentí con mucho honor y orgullo mientras tocaba mi pecho. - ¿Incluso de la muerte?.

- Incluso de la muerte. - Sentencie finalmente.

- Esta bien. - Dijo. - Pero los amigos se defienden mutuamente, así que yo también lo haré.

- Es una promesa. - Hable. Estrechamos nuestras manos.

Sin darme cuenta el año había acabado, dando inicio a uno nuevo, lleno de grandes expectativas. Desde aquella noche en la que Lay y yo decidimos que viviríamos juntos, las cosas avanzaban con gran satisfacción. Luego de acabar el instituto decimos que ambos iríamos a la misma Universidad, incluso ya teníamos en mente mudarnos a un gran departamento, nada lujoso, pero era agradable.

En cuanto a Luhan, él y yo no volvimos a cruzar ni una sola palabra. A menudo solía encontrarlo en muchos lugares a los que solíamos ir, solo que ahora cada quien iba por su lado, a menudo hablaba con los demás, Xiumin, Kai y Suho aun continuábamos manteniendo nuestra amistad. Una vez a la semana nos encontrábamos, Lay ahora había establecido un vinculo con ellos. Hablábamos de diversas cosas, incluyendo a Luhan, casi siempre era el tema central, todos ellos no paraban de decir el gran cambio de actitud que tuvo después de nuestra ultima pelea. La cosa mas estúpida que hacia era conducir sin permiso el auto de su padre, no debía preguntarles a donde iba, para mi, la respuesta era clara. 

Esto hace el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora