Capitulo 32

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Narra Sehun:

- Hay algo que me gustaría decirte...
- Entonces dilo...

Bien este es el momento de contarle lo que Luhan hizo, de esta forma podrá entender quien esta detrás de la ruptura con su novio.
Me prepare para decirle, trague saliva muchas veces y respire profundo pero por mas que intentaba no podía decirle, tal vez la razón sea de no querer traicionar a quien es mi mejor amigo, diablos, ¿Que debo hacer?

- Y bien... - Arqueo una ceja, ahora recuerdo, siempre lo hacia cuando esperaba una explicación
- Debes volver al instituto... - Una excusa quizás sea buena.
- ¿Viniste hasta aquí solo para decirme eso?... - Rodo sus ojos por un instante y volvieron a clavarse en mi. - Por favor Sehun, tu y yo sabemos que no vienes solo para decirme que regrese... estuviste tres días golpeando mi puerta dime; ¿Que quieres?
- Es verdad... me conoces bastante bien y sabes que que no vengo solo por eso. - Lance un suspiro al aire. - La verdad es que no puedo decirte la razón por la que vine, pero... - Trague saliva antes de continuar. - Debes regresar al instituto, y debes saber que nada es lo que parece.

Me levante del sofá y camine hacia la puerta, no necesitaba verla para saber que estaba confundida por mis palabras. Esperaba que al menos llegara la curiosidad a su mente y regresara aunque conociéndola, sabia que lo que haría y así fue. A la mañana siguiente la vi entrando a su salón, me asome por la ventana para echar un vistazo y pude ver que Chanyeol ya no era su compañero de asiento, aunque no estaba lejos de ella. Sentado en la fila del medio, en ultimo lugar y en el otro extremo del salón estaba Luhan. Los dos observaron cuando (Tn) tomo su lugar.

<< Que par de idiotas. >>

Antes de ir a mi primera clase, escuche algo que capto mi total atención.
- Vaya, vaya, así que la retrasada regreso -Suho, ese bastardo se paro frente a ____ y comenzó a molestarla. - Así que retrasada ya no tienes novio, ¿Eh?, ya no tienes a nadie quien te proteja.

Ella no dijo nada, solo se mantenía con su mirada perdida en la ventana y su expresión, bueno, con esa expresión en su rostro era difícil saber si estaba triste, enfadada o simplemente no le importaba lo que ese idiota le decía, solo se quedo en silencio, como siempre hacia.
- Parece que no fuiste suficiente para tu novio... - Se acerco mas al asiento de ___ - Oye... -
Si había algo que molestara a Suho era que lo ignoraran y ___ estaba haciéndolo bastante bien.
- Oye... ¡Mírame cuando te hablo! - Golpeo la mesa con fuerza provocando que todos se asustaran, observe a Chanyeol por un momento esperando que hiciera algo, lo que sea, pero no lo hizo.
Chanyeol miro a Luhan y este solo se mantuvo en calma y con una sonrisa enfermiza, no necesite verlos mas, sabia que esto era obra de él, apreté mis puños con fuerza.

- ¡Dije que me mires! - Después de volver a golpear la mesa, arrojo los libros desparramandolos por el lugar, ella dirigió sus ojos hacia Suho mirándolo con frialdad, como si estuviera esperando que él la golpeara.
- Eres una estúpida, ¿Porque creías que alguien saldría contigo? - Comenzó a reír pero al ver que no había reacción en ella, eso lo enfado mas. - ¿No dirás nada?
- Eres un idiota. - Esas fueron las palabras que lo hicieron estallar de ira.
- ¡ERES UNA MALD...!

Levanto su mano para golpearla y antes que lo hiciera, lo tome por el hombro con brusquedad haciendo que girara y quedara de frente hacia donde me encontraba, solo me tomo segundos golpearlo con dureza, provocando que cayera sobre unas mesas. Me pare frente a él y lo sujete de su cuello, iba a golpearlo de nuevo cuando escuche la voz de ___ hablarme.

- ¡Sehun! - Se levanto de su lugar. - Detente.

Baje mi mano, pero antes de apartarme le advertí que si volvía a acercarse a ella, la pasaría muy mal. Él no dijo nada, estaba anonadado por lo que acababa de suceder, vi a Chanyeol de pie, se veía sorprendido por la situación, incluso Luhan lo estaba.
Tome los libros que se encontraban aun esparcidos por el suelo y me dirigí hacia ella. 

- ¿Te encuentras bien? - Pregunte.

Ella asintió y tomo sus libros, el profesor llego en ese momento para iniciar su clase, todos se acomodaron en sus lugares fingiendo que nada había sucedido, estaba por salir de allí cuando ___ sujeto mi brazo.
- Gracias.

Salí del salón y me encamine hacia mi salón, estaba feliz de haber escuchado esa ultima palabra provenir de ella, una sonrisa dibujo mi rostro, que, muy rápido cambio a una de dolor, había golpeado tan fuerte a ese idiota que mis nudillos estaban rojizos y dolían demasiado.

Antes de que la campana del reseso sonara, pedí salir de clases antes, me senté en las gradas mientras apretaba mi mano, el dolor aun no pasaba.

- ¿Te sientes bien? - Mi sorpresa era demasiada, ___ se acerco y se sentó a mi lado, quede en silencio sin saber que decirle.
- Ten... - Extendió su mano y me dio una lata de refresco fría. - Colócalo en tu mano y el dolor pasara.
- Gracias, pero no debiste... - Me interrumpió.
- Es lo menos que puedo hacer después de que me ayudaste, si necesitas algo, solo dímelo.

<< Que dulce >>

Siempre fue de esta manera, preocupándose por los demás antes que por ella misma.

Antes de que se fuera, dije. - Hay algo que puedes hacer.
Me observo esperando que continuara. - Déjame acompañarte a casa.

No dijo nada y se alejo, no necesitaba que hablara para saber que había accedido a mi petición. Al final de clases espere por ella en la salida y caminamos hacia su casa, durante todo el camino permanecimos en absoluto silencio, aun no tenia confianza en mi, después de la ultima vez sabia que era difícil que volviera a hablarme como lo hacia antes, pero no me rendiría tan fácil.

Así paso una semana, comencé a acompañar a ___ hacia su casa, parecía que se había acostumbrado a mi presencia y yo me acostumbre a la suya, como en los viejos tiempos. No hablábamos mucho, en realidad, ella no decía absolutamente nada, aunque solo se limitaba a responder mis preguntas de manera clara y concisa.

- ¿No preguntaras? - Estábamos recostados debajo de un árbol, este día era agradable, la seguí después del instituto y ella decidió quedarse por unos momentos en un pequeño parque, respirando aire fresco.
- ¿Preguntar, que? - Dijo (Tn)
- El porque me aleje de ti, el porque no estuve contigo ese día, y el porque dejamos de ser amigos.
- No lo se, ya no recuerdo esos días. - Mantenía sus ojos sobre el claro cielo.
- Yo aun lo recuerdo - Me senté y solté un gran suspiro. - ¿Nunca te preguntaste nada de ello?
- Bueno, lo hice. - Dirigió sus ojos hacia los míos. - Pero no había nada que pudiera hacer, al menos, eso creo.
- Y ahora, ¿Te gustaría saberlo?  

Esto hace el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora