Un Amor de Carrera (Completa)

CAP. 9 *

(antiguos cap. 13/14)

Di una vuelta y otra y otra más,  no podía dormir, la pierna comenzaba a dolerme y mucho. El dolor aumentaba por momentos, cada vez me era más difícil soportarlo. Sentía como si 20 rayos estuvieran cayendo sobre mi y grité como una loca desquiciada, era un dolor insufrible. A los pocos minutos James apareció por la puerta.

- Brittany, qué ocurre? Te encuentras bien?

- Me duele, me duele mucho! - sollocé -

- Voy a por los calmantes, ahora vuelvo.

Salió corriendo dejándome sola con mi agonia. Si todas las noches iban a ser así,  prefería estar inconsciente.

- Ya estoy aqui, toma - me entregó las pastillas y un vaso de agua, me lo tomé de un trago - Pronto te harán efecto, ya lo verás.

Lo analicé con la mirada y vi que solamente vestía unos boxers, hubiese seguido con mi inspección si no fuese por el maldito dolor.

- Te encuentras mejor?

- Creo que están comenzando a hacer efecto. Gracias.

- No se merecen. Yo...bueno..., te dejo descansar - vi como se alejaba hacia la puerta -

- Podrías quedarte conmigo ésta noche? No quiero quedarme sola y que me vuelva a pasar.

- Claro, no hay problema

Me eché a un lado como pude para dejarle un hueco en la cama.

- No te aproveches de mi inconsciencia - bromeé, sonrió de lado mientras se acomodaba  -

- Te prefiero despierta para ésas cosas patosa - alcé una ceja -

- En tus sueños querido - sonrió de lado con los ojos cerrados - Gracias

- Descansa

A los pocos minutos me quedé dormida.
A la mañana siguiente me desperté sola en la cama, James había desaparecido. Miré a mi alrededor agudizando el oído por si escuchaba algun ruido desde el baño, pero nada.

- Me echabas de menos? - dí un pequeño respingo -

- La verdad es que no - sonreí falsamente -

- Vaya, y yo que me había tomado la molestia de traer el desayuno...

- Enserio? - me senté con cuidado y James puso la bandeja sobre mi -

Mi cara pasó de estar emocionada por llevarme algo de comer a la boca a la fase de descojonarme de la risa.

- Qué es ésto?  - señalé la bandeja aún riendo -

- Nunca dije que se me diése bien cocinar - se cruzó de brazos y inspeccionó su creación - Las tostadas se me han quemado un poco

- Un poco? Están carbonizadas! - reí -

- No seas exagerada, puedes comerte los huevos revueltos, las fresas y beberte el zumo. No está todo perdido.

Eché un vistazo a los huevos, habían más cascaras que huevo, no me pensaba comer éso y el zumo era todo grumo y yo odiaba el grumo y de las fresas mejor no hablar. Tenía tres opciones, la primera era ser una desagradecida y negarme a comer, la segunda comermelo y morir y la tercera, no morir sola.

- Desayuna conmigo

- En plan romántico? - alzó las cejas pícaro, blanqueé los ojos -

- No, en plan no quiero morir yo sola y que mi asesino quedé impune - rió -