CAP. 13 *

7.6K 490 5
                                    


(antiguo cap. 19)

Al día siguiente James y yo fuimos directos al doctor el cual corroboró lo que ya sospechábamos,  estábamos embarazados.

Nuestros padres se lo tomaron muy bien, demasiado para mi gusto, ya estaban maquinando la celebración que harían cuando naciera su pequeño nieto o nieta y hablaban de cuanto lo iban a consentir y los chicos no fueron menos, Samy estaba encantada con la noticia y con saber que no iba a ser la única ballena del grupo.

Las semanas iban pasando y mi boda se aproximaba...

- James, no puedo más!  - sollocé, estaba cansada de tanto preparativo y de vomitar a todas horas -

- Tranquila cariño, en una semana todo habrá acabado y estaremos los dos solitos en nuestra casa - me abrazó por la espalda y besó mi cabeza - Tienes que intentar relajarte, los nervios no son buenos en tu estado.

- Lo sé pero entre los modistas italianinis éstos que no dejan de tomarme medidas y mi madre con sus preguntas absurdas respecto a todo me siento exhausta - comencé a llorar desconsoladamente, yo y mis malditas hormonas -

- Tranquila amor - James se colocó frente a mi y secó mis lágrimas - Sabemos que tu madre quiere que todo salga bien y por ello también se encuentra algo alterada.

- Algo alterada? - reí irónicamente - Está insoportable! - me sonrió con ternura y besó la punta de mi nariz -

- Yo me encargaré de todo lo que queda y tú irás a descansar ok?

- No te puedo hacer eso - pegué mi frente en su pecho y cerré los ojos -

- Recuerda que no estoy solo bebé, tenemos unos amigos geniales que no dudarán en ayudarnos así que descansa.

Cómo podía ser éste hombre tan perfecto?

- Te amo - lo envolví con mis brazos y lo besé lentamente, saboreando cada centímetro de ésos gruesos y rosados labios - Nunca me imaginé que acabaría locamente enamorada de un idiota psicópata - rió a carcajadas y volvió a unir nuestros labios -

- Ni yo de una patosa rebelde - sonreí en sus labios -

- Creo que saldré a dar un paseo por el centro comercial para airearme un poco.

- Quiéres que te acompañe? - negué con la cabeza -

- Será una salida corta y volveré. Una tarrina gigante de helado de chocolate está esperado a que la compre y voy a ir a por ella - James rió negando con la cabeza -

- Antojo?

- Necesidad - volvió a reír -

- Eres única

- Lo sé - moví el pelo a lo diva mientras él sonreía blanqueando los ojos -

- Que te lleve el chófer, no quiero que a mi futura esposa le den náuseas mientras conduce y le ocurra algo, está bien?

- Claro que no está bien cariño, si me diesen náuseas mientras condujera bajaría la ventanilla y lo echaría todo fuera desde ahí. Mala suerte para el que fuese detrás, no hay más. Pero si te sientes más tranquilo haciendo que el pobre Juan deba soportar mi magnífico humor durante todo el trayecto en tu conciencia queda.

- Viviré con ello - me dió un casto beso en los labios y volteó hacia la puerta - Iré a avisar a Juan y cualquier cosa me llamas, entendido? - volteó su cabeza para mirarme, yo le asentí en respuesta - Cualquier mínima cosa Brittany

- Que sí pesado!

Durante el trayecto intenté hacer el camino ameno a Juan y decidí no abrir la boca. Moría por tener ésa tarrina en mis manos y no pude dejar de pensar en ése sabor derritiendose en mi boca así que nada más llegar fui directa a la heladería.

- Pero mira a quien tenemos aquí...

No hizo falta voltearme para saber a quién pertenecía esa aguda y molesta voz.

- No molestes Barbie y lárgate.

- Eso no podrá ser, tengo una gran notícia que darte - blanqueé los ojos y la encaré cruzada de brazos - Verás..., por dónde comenzar...? - sonrió maliciosa y se apartó algunos mechones de la peluca que llevaba - Estoy embarazada de James.

Al principio la notícia me shockeo un poco pero supe enseguida hacía donde se dirigían las cosas.

- Estupendo, así el hijo o hija que esperamos tendrá un hermanito con el que jugar - sonreí de lado -

- Qué?! - gritó como una loca, no le había gustado mi notícia - Estás de broma no?! Él nunca me haría éso, él me ama! Eres una mentirosa!

Intentó golpearme pero la esquivé con gran facilidad.

- Cuidado no vayas a perder a tu hijo con un mal movimiento barbie - reí - Ése viejo truco no va a funcionarte perra así que desaparece de mi vista.

Se abalanzó sobre mi pero de un movimiento la agarré de los pelos y la zarandeé hasta tumbarla en el suelo. Me saqué asqueada las extensiones que se me habían enredado entre los dedos y me subí a horcajadas sobre ella. Iba a abrir la boca para decirle algo pero un cierto sonido en mi estómago que conocía a la perfección se abrió camino y al final mi boca se acabó abriendo para vomitar sobre la cara de la barbie.
Nunca un vómito me había sentado tan bien.

La rubia comenzo a gritar asqueada, yo me levanté y limpié mi boca con un pañuelo sin dejar de reír. La gente hizo un corro a nuestro alrededor y la rubia vomitiva al verse en ése estado y siendo observada y grabada por algun que otro móvil salió corriendo con su amiga hacía los baños.

Así aprenderás a no meterte con una preñada real, ja!

Tras el suceso fui directa a por mi amada tarrina. Acabé comprando seis, más vale que sobrasen que no que faltasen aunque dudaba que pasasen de ésta noche.

Al volver a casa se lo conté todo a James, él me negó que la rubia pudiese estar embarazada de él ya que solamente lo hicieron una vez ( saber eso me asqueó muchísimo pero no dije nada, no tenía ningun derecho a hacerlo aunque por dentro estuviese rabiando) y que ésa única vez usaron protección y al poco le vino la menstruación.

Sabía que había sido una invención pero siempre queda ésa pequeña duda que hasta que no la aclaras en su totalidad se puede quedar ahí para siempre y yo no estaba dispuesta a ello, mejor sufrir de celos un tiempo que estar comiendome la cabeza toda la vida.

- Hubiese matado por verle la cara! - rió a carcajadas -

- La cara de vómito la tiene desde que nació, ante éso no se puede hacer nada, así que la diferencia no ha sido tanta... - volvió a reír y me abrazó -

- Te amo patosa vomitiva

- Y yo a ti psicópata y como sé que me amas, me vas a traer una de las tarrinas que he dejado en el congelador. Verdad amor?

- Todo sea por no acabar vomitado - me lanzó un beso en el aire y salió corriendo -

- Muy gracioso idiota! - grité -

Solamente me quedaba una semana para ser oficialmente la mujer de James. Meses atrás me lo cuentan y me hubiese tronchado de la risa pero ahora... Maldito idiota!

Un Amor de Carrera (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora