Cap 5: Incomprensión

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Esto se volvía cada vez más monótono. Es como si de pronto, todos los años que aguanté esta situación, se me estuviesen viniendo encima. Como si el verso de mi poema fuera tan tangible, tan intenso, que lo sentía demasiado real. 

Me estaba aplastando esta situación. 

Odiaba ser yo. Odiaba estar en este lugar. ¿Por qué nadie en esta jodida habitación podía pensar como yo? 

Muchas personas que alguna vez tuve de cerca, se burlaron de mi. Me miraron mal, por creer que exageraba. Porque para mi expresar lo que sientes de alguna manera es lo más importante. Porque para mi, la música que escuchas representa lo que eres. Porque creo que lo que no expresas a diario, lo que sientes en lo más profundo de ti, lo sueltas con la música. 

Me dieron ganas de irme corriendo de aquí. Este mundo no es lo que esperaba

Creí como una ilusa que alguna vez encontraría a alguien como yo. Pero eso jamás pasaría, y la vida parecía restregármelo día tras día, como diciéndome ''Hey, ¿Ves a estos chicos de aquí? Todos ellos piensan distinto. Todos aquellos se ríen de tu pensamiento tan sensible y aislado. Todos viven su vida, y a nadie le importa lo que a ti te importa''

Y esto apesta. 

—Ah, siento la demora —alguien llegó de golpe por la puerta —Pero ya saben, los profesores hacen reuniones de mier... —se quedó callado un momento —Hacen reuniones todos los miércoles, ya saben. 

—Hum...¿Profesor Adam? —alguien levantó la mano

— ¿Qué?

—No nos toca su asignatura 

Se quedó quieto un momento

—¿Hablas en serio?

El chico asintió 

—Demonios, es la segunda vez que me pasa esto. Bien, me voy —salió tan de pronto como entró 

El profesor de la asignatura que en realidad nos tocaba no llegó, así que todos se pusieron a conversar entre ellos. Seguí pensando en todo...

¿Qué se sentirá conversar con alguien de lo que te interesa? ¿De lo que te molesta? 

¿Y que esa persona piense lo mismo?

Nuevamente alguien entró por la puerta abruptamente, interrumpiendo mis pensamientos.

—Hum, si, se que no es mi hora, pero ahora tengo que decir algo —entró al salón 

Nadie se callaba. 

—Cállense, joder. Parecen simios... —susurró lo último, pero yo estaba en un puesto adelante así que lo oí—Sólo tengo que decir, porque me acaban de mandar a decirlo, que estoy obligado a hacer un taller de lírica, ya saben, de esos talleres extra, después de la escuela. Empiezo hoy. Bien, me voy, ahora si, hasta nunca.

Se fue de la sala. Todos siguieron con su vida, excepto yo. Podría asistir. Es decir, al fin y al cabo, aunque lo que escribiese fuese basura, me desahogaba haciéndolo. 

''Me ahogo en un montón de incomprensión,

¿Dónde está mi redención?

Todo se reduce a buscar una explicación,

¿Entre kilómetros y kilómetros,

entre tierras, mares, cielo, 

entre un montón de distancia,

o quizás a centímetros?

¿Hay alguien que escuche? 

¿No existe? ¿O sólo esta lejos?

¿O solo no merezco comprensión?''


Change | Adam GontierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora