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H O S E O K

El frío de la noche no podía evitar que una gran multitud se reuniera en Hongdae, epicentro de bares, discos, música y alcohol.

El esbelto y alto chico metió sus manos en los bolsillos de su sudadera, hundiéndose un poco dentro de ella. No sabia que hacer ahí, solo. Siguió a un gran grupo de gente y de repente se dio cuenta que estaba en aquel fiestero distrito.

Caminó sin rumbo fijo por las calles de aquel lugar desconocido para él, encontrando de gente en el suelo sin poder pararse debido a los tragos de más, hasta espectáculos musicales increíbles.

Se acercó a un tumulto de personas que llamó su atención. De puntitas pudo mirar sobre las cabezas agrupadas logrando ver a un chico bailando como el nunca creyó alguien podía. Controlaba su cuerpo por completo, parecía que este se movía solo, como si tuviera mente propia. Hoseok sintió deseos de bailar junto a él a pesar de no tener ni idea de como hacerlo. La música terminó, la gente aplaudió y también él. Estaba fascinado. Pensó aquel hombre bailaría un poco más pero había terminado.

Decepcionado por no poder ver a ese espectacular bailarín un poco más , caminó entre la gente buscando algo interesante , encontrando una batalla de freestyle.

Vio a un menudo chico pelinegro con cara de tortuga discutiendo con un chico moreno y más alto que él quien se reía del más bajo. Al parecer el enojado bajito había perdido en su encuentro.

Hoseok se acercó a las personas que los rodeaban , las cuales no eran muchas y, enfocó toda su atención a lo que sucedía frente a él.

El moreno palmeó el hombro del pelinegro, le dijo algo a un chico bastante guapo de amplios hombros y enfrentó a su contrincante, un hombre que se veía intimidante. El ritmo se reproducía y el hombre que producía un escalofrío temeroso en Hoseok partió primero. Durante su minuto y medio denigró completamente al moreno, pasando de su aspecto a la persona que era, hasta lo puta que, según aquel hombre, era su madre. pero este ultimo no hacia más que sonreír. Hoseok no sabia decir si le daba igual lo que el hombre decía de el o si solo aparentaba.

El turno termino y la gente aulló avivando el ambiente.

-¡Más te vale destrozarlo Kim, o te juro que pateare tu culo!-gritó el pelinegro con cara de tortuga. A su lado estaba el chico guapo, quien palmeó la cabeza del más bajo como si fuera un niño pequeño.

Hoseok trató de contener la risa, más cuando el bajito se veía a punto de asesinar a su compañero.

Kim, el moreno, realmente destrozo al espeluznante hombre, dejándolo totalmente avergonzado. Pero no lo insulto en sus rimas, sólo le hizo ver la diferencia que había entre él y su contrincante. El público gritó apoyando el triunfo del moreno, quien apoyaban desde el comienzo. Se acercó a los dos chicos que esperaban por él y lo felicitaron, más el chico de hombros grandes que el pelinegro, pues este ultimo se veía de muy mal humor.

El delgado chico que estaba aún entre aquel publico se sentía nuevamente impresionado. ¿Cómo era posible crear rimas afiladas en un segundo? No ensayaban ni nada, sólo se paraban ahí y rapeaban a medida que las rimas se formaban en su mente.

Era una locura alucinante.

Los tres chicos reían mientras el público animaba a nuevos oponentes. El esbelto Hoseok no podía despegar su vista de los tres muchachos que lucían felices, contagiando un poco al menudo chico que los observaba embobado.

Se notaba a kilómetros que eran amigos muy unidos y Hobi no podía evitar preguntarse que se sentiría formar parte de un grupo así.

Cómo se sentiría tener un amigo.

Butterfly ❆ BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora