Alexa Koslov se me había escapado- O vuelto a escapar si tenía en cuenta lo del cementerio-. Y no solo era eso o el hecho de que se hubiera llevado mi abrigo, plata y celular, la había besado. ¡Dos veces! ¿En qué carajo estaba pensando? Bueno... claramente no había estado pensando en absoluto porque me había estado dejando llevar por lo que mi cuerpo quería y no lo que mi cabeza decía.
¡Felicitaciones cuerpo! Ahora estamos esposados gracias a vos.
Qué mujer del demonio. No solo era ardiente sino también inteligente. Y chiquilina. La odiaba.
Había llegado a ser quien era a los veinticinco años de edad por trabajar duro y jamás dejarme embaucar por nadie. No había ni aceptado salir con alguna compañera de trabajo para no tener ningún problema o distracción durante mis horas de servicio, y ahora me andaba chapando con quien se suponía tenía que detener.
"Haz caído bajo Shane" pensé y me prometí que la próxima vez, iba a arrestarla.
Hice un último esfuerzo y alcance la llave. Me había llevado menos de cinco minutos lograrlo y apenas si había hecho algún esfuerzo.
No me moleste en apurarme en salir. Si Alexa Koslov había sido lo suficientemente inteligente para quitarse las esposas sin las llaves, luego usarlas en mi contra y finalmente llevarse mi celular, no andaría cerca de ningún modo.
Tampoco tendría ningún sentido avisar ahora de lo ocurrido ya que solo sería una pérdida de tiempo, ella había permanecido oculta por una semana no sería tan fácil hallarla si sabía que debía ocultarse. Debería haber llamado al idiota de mi supervisor o al Capitán ni bien la encontré pero me había sentido mal por golpearla y había querido arreglarlo. Ahora sabía que no podía subestimarla, ni darle absolutamente nada de margen. De otro modo ella encontraría la forma de volverlo en mi contra.
Y definitivamente no podía volver a acercármele tanto.
Aproveche su rápida huida para revisar el despacho de Chase por si se había olvidado algo que me guiara hasta ella. No lo creía posible pero hasta la falta de algo podría darme indicios suficientes para descubrir alguna cosa.
Quince minutos desperdiciados completamente. Aquí no había nada que me ayudara a encontrar a Alexa Koslov. Claramente seguía subestimándola. Pensé, cuando me entregaron el caso, que encontrar a una joven de veintiún años que acababa de escapar de prisión luego de tres años y de la cual su foto estaba en cada periódico y noticiero, sería bastante sencillo con mis conocimientos y habilidades pero no lo era. Podía ser que ella ya no se escondiera y que hubiera dejado en claro que decía ser inocente y buscar al verdadero culpable pero parecía nunca cometer un error tan grave como para que fuera un juego de niños atraparla.
Era astuta y si quería llevarla de nuevo a prisión tendría que aprovecharme de los errores de otros, quienes estaban o habían estado a su alrededor, cometieran.
Mire una última vez el despacho de Wilson Chase, recogí mis cosas e hice una nota mental de citarlo en un café a primera hora en la mañana. También le avisaría a Bennet.
_ Muy bien, ¿Qué es lo que puede decirme de su encuentro de anoche con la fugitiva?- empecé. Finalmente había venido solo a la reunión ya que Hart había dicho tener otros asuntos que atender.
_ La verdad, no demasiado. Se presentó una vez que todos se habían ido, al igual que usted, e intercambiamos muy pocas palabras.
_ ¿Qué palabras?- presione al ver que no pensaba seguir hablando
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Fugitiva
Teen FictionTras la muerte de su padre, Alexa Koslov es acusada de su asesinato y puesta tras las rejas durante 20 años. Aunque nunca cumplirá la totalidad de su condena pues luego de tres años encerrada en Zergat- una prisión de máxima seguridad entre San Fran...