3. Allys.

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Presentía que; fuera del interminable túnel, donde nos encontrábamos, estaba amaneciendo. Hace poco que no veo el Sol, pero a mi me está pareciendo una eternidad no ver ese astro gigante e iluminoso. Aunque no me costaría mucho superarlo, ya que la mayor parte del tiempo, el cielo fuera de la cúpula está rodeado de nubes. Me comienzo a despertar; y cuando me despierto plenamente me encuentro con unos grandes ojos azules.

-- ¡¡¡Ahhh!!! -- grito y me incorporo bruscamente.

-- ¡Auch! -- repetimos las dos cuando nuestras cabezas chocan.

Tenía en frente una chica, de más o menos mi edad. Parecía ser alta pero no más que yo. Tenía unos grandes ojos azules que impresionaban cuando los mirabas detenidamente. Tenia un corto cabello castaño; aunque con un tono mucho más oscuro que el mío.

-- ¿Y tu quién eres? -- empieza a decirme.

-- ¿No, quién eres tu?

-- Yo he preguntado primero.

-- Pues yo no pienso responder hasta que no me digas quién eres.

-- Argh... ¿Y si no quiero?

-- Me transformo en lobo.

-- No si yo antes te lanzo una bola de fuego.

-- Un momento... -- decimos al unisono -- ¡Tu eres una especial!

-- ¿Sabes que? -- dijo ella ya con un tono relajado, amigable y a la vez algo chulo -- Me presentaré. Soy Allys Water, mi poder es el de agua; supongo que lo conocerás...

-- Espera... ¿Tu don es uno se los elementos Sagrados, verdad?

-- En efectivo. Aunque solo los llamamos poderes Sagrados.

-- ¡Es increíble! ¡Siempre he querido conocer a una Sagrada! Una pregunta antes de comenzar. Además de fuego...

-- ¿En serio no los conoces?

-- Pues no. ¿Que quieres? Nunca he pisado una escuela. Todo lo que sé me lo han enseñado en mi casa.

-- Tranquila, yo te lo contaré todo sobre los poderes elementales. Pero si quieres puedo contarte cosas sobre tu poder...

-- ¿Como?

-- Créeme chica; sé más que tu, sobre los dones.

-- Perdona pero creo que se bastante sobre mi poder-- intenté hacerle cara recalcando la palabra ‛mi'.

-- ¿A si?...-- comenzó a acercarse a mi mientras que yo me levantaba-- ¿Sabías que cuando te agarran de la muñeca eres totalmente vulnerable e incapaz de utilizar tus poderes?

-- Si va. Que estupidez...

-- ¿Quieres que lo demuestre?--me agarra la muñeca-- Va prueba, sabelotodo.

-- mira quien fue a hablar.

Me dispongo a transformarme y en efectivo. No puedo. Tanto que cuanto más lo intento más dolor recibo y sin ninguna fuerza de su parte. Yo solo me quejo y hago muecas.

-- ¿Ahora me crees?--yo solo asiento con un rostro un tanto desconcertado.

-- ¿Sabes más?

-- Sí. Por ejemplo... Tampoco te puedes transformar cuando estás muy cansada. ¿Eso lo sabías, no?

-- No. Pero cuando estaba cansada notaba que me costaba mucho más cambiar de forma.

-- Supongo que sabrás que hay que aprender a transformarse en diversos seres y blah blah blah...
Dime que eso lo sabes.

Mi Mundo Roto |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora