4. Nuestra primera batalla.

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Un nuevo día; otro día haciendonos los aventureros con una chica sagrada que puede traicionarnos en cualquier momento por su beneficio. Que bien. Ahora mismo no sé que hora será, sólo sé que estoy despierta y a la vez dormida. Ahora mismo está todo oscuro, lo único que consigo ver son las siluetas de Owen y Allys. Lo único que se puede llegar a escuchar son nuestras respiraciones, los otros dos están aún durmiendo. Me acuerdo tiempos atrás que siempre que despertaba antes que Owen, tenía la costumbre de verlo dormir; me encantaba verlo dormido, sin preocupaciones, en paz. Siempre a sido una de mis manías. Estoy mirándolo desde donde he dormido con una mano debajo de la cabeza; me levanto y me dirijo hacia él. Siempre me ha gustado su postura natural para dormir; siempre con una extremidad en el punto opuesto de otra; con el pelo envoruñado y baba en la boca, que siempre está entreabierta.

-- Lo quieres mucho, ¿verdad?-- era Allys que se había despertado, pero no consiguió darme un susto, ver a Owen dormir me tranquilizaba mucho.

-- Sí, lo quiero un montón. No se que haría si le pasase algo.-- dije con una voz muy suave con una leve sonrisa.

-- Que bonita relación. Pero ves despertándolo, tenemos que salir hoy de este maldito antro.

-- Si, voy.-- en eso, Owen comenzó a despertarse.

-- ¿Ya estamos con mamá?-- preguntó medio dormido.

-- No, aún queda camino por delante.

Después de prepararnos nos pusimos rumbo a la zona oeste. Tenia unas ganas de salir de aquí fuera inmensas; no quiero ni imaginarme como será volver a ver la luz después de dos días. Que exagerada soy; estamos en un lugar desconocido donde no sabemos lo que puede estar habitando en las esquinas; y lo que me preocupa es la luz. Íbamos caminando, yo como siempre pensando en cosas y reflexionando; y Owen yendo detrás de Allys intentando conseguir algo con ella. De repente me choqué con algo; era Owen que se había parado, no sé por que.

-- ¿Por qué te paras Owen?

-- Porque se ha parado Allys.

-- Lo que pasa es que ya empieza lo difícil.

-- ¿Que? -- voy a donde está Allys y de inmediato sé a lo que se refiere. Empezaban a haber más de un camino.-- Entiendo... ¿Pero no decías que te sabías cada rincón de este túnel como la palma de tu mano?

-- Pues claro que si, pero a veces cuesta recordarlos. Vosotros seguirme. Si me paro es que estoy pensando.

Hicimos lo que nos dijo y así seguimos; yendo detrás de la experta en túneles. Cada vez iban habiendo más y más caminos, y cada vez, más le costaba averiguar cual era el correcto a Allys.
Después de un rato paramos a hacer un descanso y coger fuerzas y energías para la siguiente caminata.

***

Pasaron unas horas que a mi se me habían pasado muy largas; pero aún seguíamos caminando. De repente di un brinco; había oído algo.

-- Esperar... -- dije en un susurro.

-- ¿Que pasa Kris...

-- Shhh-- le puse una mano en los labios para que no volviera a hablar.

Los tres no dijimos nada, solo intentábamos hallar el silencio para percibir aquel ruido; y lo conseguimos. Eran como gritos de criaturas que cada vez eran más fuertes y parecían estar más cerca.

-- Callar ahora mismo; y no hagáis el mínimo ruido, -- dijo Allys-- podemos estar en grandes problemas.

-- Allys, has hecho muy mal en decir no hagáis ruedo; porque cuando Owen oye esa frase en situaciones peligrosas se pone muy nervioso.

Mi Mundo Roto |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora